En los últimos 55 años, el nivel actual del tipo de cambio real multilateral sólo fue superado por el período de Martinez de Hoz. Aún es un 44% más alto que el de enero de 1981
La campaña electoral destacó al tipo de cambio como uno de los principales ejes de discusión económica, en la que dominaron los cuestionamientos respecto a la magnitud en la que el próximo gobierno deberá devaluar la moneda para recuperar competitividad. Lo cierto es que el panorama actual no luce alentador: la Argentina tiene hoy el segundo mayor atraso cambiario de los últimos 55 años, solo inferior al período en el que el Ministerio de Economía estuvo a cargo de José Martínez de Hoz.
Los cálculos corresponden al Estudio Broda, que en términos de competitividad, son válidos también para explicar el nivel actual del tipo de cambio real multilateral (TCRM), que mide el precio relativo de los bienes y servicios de una economía con respecto a los de un grupo de países con los cuales se realizan transacciones comerciales.
De acuerdo a la consultora, el nivel actual de tipo de cambio real multilateral resulta un 38% inferior al nivel previo a la devaluación de enero 2014, un 37% inferior al nivel previo al cepo de noviembre de 2011 y ya se encuentra por debajo del que rigió durante la convertibilidad.
De hecho, el TCRM actual sólo fue superado durante la etapa Martínez de Hoz, que se extendió desde 1976 hasta 1981. Un dato con el que concuerda la consultora Ferreres & Asociados.
«El tipo de cambio real multilateral es el más alto desde Martínez de Hoz y está apreciado un 0,6% respecto a octubre del 2001 que fue el TCRM más apreciado de la convertibilidad. Pero aún es un 44% más alto que el de enero de 1981, en la época de la tablita de Martínez de Hoz», dijo Fausto Spotorno, economista jefe de Ferreres & Asociados.
Según Spotorno, sólo hay que remontarse a 1917 para ver un tipo de cambio real como el actual. «En este contexto, sería necesario devaluar en torno a un 60% para recuperar el tipo de cambio real multilateral post-devaluación de enero 2014 ?a $15,5 a pesos de hoy? o 70% para volver al promedio histórico de la serie, es decir, a $16,3», apuntaron desde Broda.
Incluso si se midiera la magnitud del atraso cambiario a través del tipo de cambio real bilateral contra el dólar, este resulta 21% inferior al nivel previo a la devaluación de enero 2014, 15% inferior al nivel previo al cepo de noviembre de 2011 y 7,7% por debajo del final de la convertibilidad.
En este caso, desde la consultora Ledesma, sostienen que para volver a un tipo de cambio real bilateral similar al promedio 2002-2015 el ajuste en el tipo de cambio nominal debería ser del 64%, es decir, de $ 15,6 y al mismo tiempo que la inflación se vaya a cero.
«Esto último es imposible o excesivamente costoso en términos de nivel de actividad, empleo y variables sociales porque la inflación tiene inercia y toda devaluación genera, por mínimo que sea, algo de pass through a precios», remarcó Gabriel Caamaño Gomez, socio gerente de la consultora Ledesma.
Por esta razón, el economista considera que un tipo de cambio nominal «de salida de este esquema que de pie a un plan de estabilización, crecimiento exitoso y sustentable en el mediano plazo» debería ser superior a $16. Esta referencia se acerca al valor de los tipos de cambio paralelos, en especial el contado con liquidación, que es más líquido que el blue, sostuvo Caamaño Gomez.
En la jornada de ayer, el tipo de cambio implícito cerró en torno a los $ 14,80 tras subir tres centavos, mientras que el dólar paralelo cedió 21 centavos hasta los $ 15,20 luego de tres subas consecutivas.
A la hora de explicar los episodios históricos de gran atraso cambiario, la política fiscal aparece como el denominador común, según Spotorno. La época de Martinez de Hoz fue muy diferente a la actual, con un tipo de cambio fijo y devaluaciones progresivas, pero al igual que en el contexto actual también estuvo presente el déficit fiscal.
«Si todos los años perdés plata y te financiás con deuda o emisión monetaria, terminás con default o inflación. Si tomás deuda para eso tenés que tener superávit para pagar deuda. Esto es lo que pasó en la convertibilidad», agregó el economista.
En la actualidad la gran diferencia de inflación respecto al promedio de nuestros socios comerciales es la causa inmediata que explica el encarecimiento local en dólares. De acuerdo a Ledesma, este ascendió a 27,2% en los últimos 12 meses, a poco más de 21% en lo que va de 2015 y a 408% en los últimos 8 años.
Los economistas consultados coinciden en que no se podrá esperar cambios significativos en la competitividad del TCRM si no se plantea un esquema integral de política económica, que incluya plan de consolidación fiscal, una disminución de la inflación y la eliminación de los controles de cambios.