Un inusual movimiento llamó la atención de los operadores en las últimas semanas: el fuerte aumento del volumen de los bonos Cuasipar, que registraba un valor mínimo de operaciones, pero que ahora registra un salto promedio del monto negociado que multiplica por siete lo que se venía transando. La explicación que más se acercaría a lo que está sucediendo es que la ANSES salió a desprenderse de este título para conseguir liquidez en pesos y prepararse para afrontar los fuertes pagos que debe realizar a fin de año a los jubilados, incluyendo haberes y medio aguinaldo.
Este título fue colocado en 2005 a las AFJP como parte del proceso de reestructuración de la deuda. Los fondos de pensión recibieron estos títulos en canje por los bonos que poseían en moneda extranjera, pero que entraron en cesación de pagos. Son bonos de larguísimo plazo que ajustan su capital según la evolución del CER y que por sus características casi no registraban operaciones en el mercado.
El salto registrado hizo elevar el volumen operado hasta los 25 millones de pesos diarios, con un promedio superior a los 6 millones diarios de valor nominal, cuando antes no se llegaba a operar ni un millón de pesos por día. El monto conseguido a través de la venta de Cuasipar ya supera los $ 350 millones. Sólo ayer se operó uno de los volúmenes más altos de la serie: $ 66 millones y la cifra seguiría trepando en los próximos días, teniendo en cuenta las imperiosas necesidades de caja del Tesoro.
Es habitual que la ANSES tenga participación en el mercado de bonos. Sin embargo, suele vender títulos dolarizados para bajar la paridad de la cotización en el mercado de «contado con liquidación» Al vender títulos en moneda extranjera, termina poniéndole un techo la cotización del dólar que surge de las operaciones bursátiles. Y a su vez representa una referencia clave para el «blue».
Pero ahora el objetivo del organismo previsional es distinto y directamente pasa por conseguir pesos en el mercado, a través de la venta de títulos que cotizan en moneda local. «No es precisamente el mejor momento para desprenderse de los bonos Cuasipar, si se tiene en cuenta que son títulos que ajustan por inflación oficial, que se supone empezará a ser bien medida a partir del cambio de gobierno», explicó el analista financiero Javier Mutal.
En otras palabras, el mejor negocio para la ANSES sería quedarse con estos títulos ya que el capital comenzaría a ajustar por un índice de precios más creíble. Sin embargo, las necesidades financieras son tan grandes que no hay otro remedio que desprenderse de estos bonos. «El efecto para los futuros jubilados es negativo, ya que el organismo podría vender otros activos en pesos que no se ajustan por el CER».
Además, la ANSES es uno de los grandes financiadores del déficit fiscal junto al Banco Central. Esa dependencia que tiene el Tesoro de los fondos que pertenecen a los jubilados le genera problemas a la caja el organismo previsional, que se ve de esta forma obligado a vender bonos valiosos que forman parte de la cartera que maneja el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
«LA ANSES puede normativamente vender los CUAP, pero ambos estarían incurriendo en un grave perjuicio a las arcas del Estado en el futuro y a los beneficiarios del régimen previsional, en particular», agrega Mutal.
Tanto ANSES como el BCRA son víctimas de los desbordes fiscales del Gobierno y ambos deben salir en ayuda del Tesoro, que no cuenta con los recursos suficientes para hacer frente a sus obligaciones. En el caso del Central, termina recurriendo a la emisión monetaria para tapar el rojo fiscal. Y el organismo previsional debe echar mano a recursos propios para prestarle dinero al Gobierno, con lo que se realimenta un círculo vicioso que podría perjudicar a los futuros jubilados.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=816833