El mercado de acciones local es muy chico en comparación a los países de la región. En 7 años el monto operado se desinfló. Además, se redujo la cantidad de empresas cotizantes
El mercado celebra la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, ya que se espera que bajo su mandato los negocios bursátiles tengan un mejor desarrollo. Sucede que durante los dos gobiernos de la presidenta Cristina Fernández se desalentaron las inversiones en bolsa, principalmente luego de que se estatizaran los fondos de las AFJP.
Según datos proporcionados por el Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), en 2008 -antes de que las jubilaciones privadas pasen a ser públicas-, el volumen promedio mensual en dólares de las acciones llegó a ser de u$s 1.000 millones, mientras que en la actualidad, medido por el contado con liqui, ronda los u$s 400 millones. Cabe aclarar que, con el cepo cambiario de por medio -instalado desde fines de 2011-, es imposible calcular el monto con el dólar oficial, no solo porque es considerado un dólar ficticio, sino porque no es el que pueden utilizar las empresas últimamente. Así lo aclaran en la City: «Son comparables los números oficiales de la época en la que no había cepo con los datos contado con liquidación de hoy, porque el contado con liqui es el dólar libre para las empresas».
Si bien es cierto que a lo largo de 2015 algunas ruedas mostraron un volumen de acciones que triplicaba a los registrados el año pasado, se trata de un monto ínfimo si se lo compara con la evolución que tuvieron los países vecinos en la última década. Teniendo en cuenta la capitalización bursátil sobre PBI, Argentina queda en último lugar entre sus pares, dado que el 13% contrasta con el 30% de Brasil, el 33% de Perú, el 37% de Colombia y el 84% de Chile. Incluso esta variable cayó desde el 2005: en diez años pasó del 23% al 13%. También cedió en términos de cantidad de empresas, pasó de 105 cotizantes en 2005 a 99 en 2015, mientras que en países como Chile o Perú, la cantidad se incrementó.
«Después de lo que pasó con las AFJP, que derivó en la entrada de directores del estado en las empresas, las compañías están reacias a emitir acciones. De hecho casi el 50% emite Obligaciones Negociables y solo el 5% se financia por medio de acciones», destacó Nery Persichini, economista de Inversor Global. Asimismo, señaló que otro instrumento elegido por las empresas son los fideicomisos financieros, en tanto que las Pymes utilizan los cheques de pago diferido en un 77% y las acciones tan solo en un 0,3%. «Aunque pasaron siete años, el golpe a las AFJP sigue latente», subrayó Persichini.
Por su parte, el titular de Elaccionista.com, Jorge Alberti, opinó que equilibrar al mercado local niveles de la región podría llevar hasta una década. Explicó que más allá del interés de los capitales extranjeros en el país, todavía hay varias trabas: «Nuestro mercado sigue siendo de frontera, por lo que los fondos no podrán entrar hasta que volvamos a ser considerados emergentes. Además, de las empresas que cotizan hoy, solo unas 10 tienen un volumen atractivo. Tampoco hay una estructura para poder captar ese ingreso, ni seguridad jurídica».
Las reglas claras son la clave, pero también lo es una moneda con garantías de largo plazo. Una fuente del mercado comentó que el principal problema que presenta Argentina es que, por culpa de la inflación, el peso no ofrece seguridad a largo plazo. Por si fuera poco, primero es necesario tener un índice de precios creíble.
Para Persichini el mercado local tiene potencial, y una buena alternativa para hacerlo crecer es invitar a las empresas más dinámicas, como lo son las tecnológicas. «Globant o MercadoLibre cotizan en Nueva York, pero no en la bolsa local. Habría que generar un marco regulatorio para atraer a empresas como estas, que son el futuro».