El consumo, la inflación y lo atractivo de financiarse a tasas reales negativas ha impulsado definitivamente la financiación de pymes en el mercado de capitales. En rigor, en un contexto de estancamiento económico las pymes utilizan más que nunca cheques de pago diferido, si bien los fideicomisos también vienen recuperando terreno.
Según números del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), hasta fines de octubre del corriente año, las pymes habían accedido al financiamiento por un total de u$s 753,2 millones, lo que representa un nuevo récord que supera la marca previa registrada en todo 2014. Es más: un análisis detallado, muestra que desde el año 2000 a esta parte, el crecimiento ha sido constante.
En el IAMC destacan que «entre el año 2000 y 2015, más del 77% del financiamiento a pymes se dio a través de los cheques de pago diferido, mientras que los fideicomisos financieros contaron por cerca del 20% del total. Entre los instrumentos menos utilizados por las empresas de esta magnitud se encuentran las obligaciones negociables y las acciones».
Entre los factores que han ?empujado? el fenómeno, habrá que mencionar el impulso que ha instrumentado el Gobierno en los últimos meses con la normativa conocida como «Inciso K», que obliga a los distintos actores del mercado a invertir una parte de sus carteras en instrumentos destinados a pymes. Fondos Comunes de Inversión, aseguradoras y bancos, entre otros, son de la partida, y con modificaciones, han visto crecer la porción de su cartera destinada para estos fines.
«Las pymes son actores cada vez más relevantes en el mercado de capitales argentino porque una de las claves es que la disponibilidad de recursos genera demanda de esos mismos productos y crece el número de empresas que se acercan», señaló Raúl Zarif, titular del Grupo Sicom, una firma que presta soluciones financieras en Salta y Jujuy y que se ubica entre las que mayor crecimiento ha registrado en el mercado de fideicomisos. Para Zarif, otro aspecto a señalar es que, «a diferencia de lo que acontecía en la década del 90, hoy la disponibilidad de recursos no ha sido monopolizada por los estados provinciales o incluso el nacional, y por ello las pymes también han logrado acceder».
Otro dato a tener en cuenta es que, con el objetivo de adaptar su cartera a estos fines, muchos fondos y aseguradoras han ofrecido tasas muy por debajo del promedio de mercado para cumplir con la normativa, lo que ha generado fuerte interés de las pymes. Según la firma Allaria Ledesma, las tasas de los cheques de pago diferido a 30 días hoy rondan el 22%.
En septiembre de este año, la Superintendencia forzó a los fondos pyme a destinar, como mínimo, un 60% de su cartera al ?inciso k?, dentro del cual sólo un 25% podía estar constituido por cheques de pago diferido.