Luis Caputo, secretario de Finanzas de Prat Gay, se reunió con el negociador de Griesa. El gobierno entrante dice que no tiene apuro en acordar, pero necesita una tregua financiera
Daniel Pollack, el mediador designado por el juez de Nueva York, Thomas Griesa, para encabezar las negociaciones entre Argentina y los fondos buitre, confirmó ayer que mantuvo una reunión el lunes con Luis Caputo, el secretario de Finanzas que asumirá cuando Alfonso Prat Gay tome las riendas del Ministerio de Hacienda. Pollack afirmó que el representante del gobierno de Mauricio Macri expresó su intención de comenzar conversaciones para solucionar el litigio «prontamente».
En un comunicado, el mediador afirmó: «El señor Caputo expresó al señor Pollack la intención de la nueva administración de comenzar dichas negociaciones prontamente después de que asuman sus cargos el 10 de diciembre». Y recordó que la deuda con los litigantes ya ronda los u$s 10.000 millones, al sumar a los acreedores me too al reclamo original de NML Capital, Aurelius y compañía.
Pollack también afirmó que la semana pasada mantuvo reuniones con representantes de los holdouts. «No hubo negociaciones sustantivas para resolver el litigio pendiente por la deuda en ninguna de las dos reuniones», indicó el comunicado.
Voceros de Prat Gay confirmaron el encuentro, pero aclararon que la negociación con los fondos buitre «no será una prioridad». El ministro entrante espera contar en los primeros días de gobierno con la liquidación agrícola retenida, de entre u$s 5000 y u$s 7000 millones según distintas estimaciones de Cambiemos. Y adelantó en los diarios del domingo que espera otro ingreso de dinero, que no reveló.
El macrismo apuesta a conseguir créditos puente de bancos internacionales por unos u$s 15.000 millones hasta lograr destrabar distintos desembolsos con organismos internacionales. Para eso, necesita un guiño de Griesa y de los fondos buitre: la reposición de la medida cautelar (o stay) que normalice los pagos de deuda o, al menos, la promesa de que las entidades que financien al país no serán perseguidas judicialmente.
El macrismo entiende que debe retomar las relaciones con el mediador Pollack, vilipendiado por la administración saliente, para destrabar el conflicto. Según los cálculos que hicieron en Cambiemos, solucionar el conflicto de forma definitiva requerirá emitir deuda por unos u$s 19.000 millones.
Sin embargo, Prat Gay avisó que negociará sin apuro. Y, al no haber sesiones extraordinarias en el Congreso, al menos por el momento, seguirá vigente la ley que impide ofrecer a los holdouts más de lo que el país pagó en los canjes de deuda de 2005 y 2010.
Fuentes oficiales remarcaron que no hubo encuentro con los litigantes y que el encuentro sólo fue con el mediador.
La nueva gestión tendrá su «bautismo de fuego» en una semana. El 17, Griesa convocó a una audiencia para definir la situación de los bonos Bonar 2024, que los holdouts pidieron trabar por considerarlos deuda externa y, por lo tanto, sujetos a las órdenes de congelamiento del magistrado neoyorquino.
Los pagos de deuda trabados desde el 30 de junio de 2014 ya superan los u$s 2000 millones y forman parte de los u$s 25.000 millones de reservas que recibirá Macri desde hoy.