• Buscan hasta U$S 10.000 M para abrir el cepo y unificar el tipo de cambio
La opción de un préstamo puente por parte de bancos internacionales que le permita al Banco Central recuperar reservas va tomando forma con el paso de las horas. Si bien no hubo confirmación oficial alguna sobre este punto, en Wall Street dan prácticamente por cerrado un paquete de corto plazo, que en el mercado equiparan -obviamente con las diferencias del caso- con los préstamos de corto plazo que en su momento se pactaban con el Banco de Francia.
Se trata de financiamiento momentáneo y a tasa de interés baja hasta que se consigue sortear un período de escasez de divisas. Entre los bancos que estarían trabajando en esta estructura aparecen el J.P.Morgan, Goldman Sachs y Deutsche Bank. A principios de esta semana el ahora funcionario estuvo en Nueva York, donde se reunió con el «facilitador» en la causa de los fondos buitre, Daniel Pollack, pero también hubo contactos reservados con entidades internacionales para avanzar en este paquete.
«Dada la emergencia financiera, esperamos que el nuevo Gobierno obtenga u$s 10.000 millones en financiamiento en el primer trimestre del año próximo para mejorar el nivel de reservas», explicó ayer Sebastián Rondeau, economista de Bank of America, en un reporte para clientes que menciona la agencia Bloomberg. Ese mismo artículo indica que se estarían buscando «entre 5.000 y 10.000 millones de dólares», entre entidades internacionales.
Pero el apuro del Gobierno es mucho mayor, ya que precisa los fondos para eliminar lo antes posible las restricciones cambiarias y avanzar hacia un tipo de cambio único. Según consignan fuentes en Wall Street que se mantienen anónimas, la idea esbozada por Caputo es que esos préstamos de corto plazo estarían garantizados por bonos soberanos. Se trata de una operación relativamente sencilla para la entidad que ahora preside Federico Sturzenegger, que ha recibido miles de millones de dólares de letras intransferibles por parte del Tesoro. Claro que la exigencia de las entidades internacionales es recibir bonos que tengan cotización en los mercados internacionales, como es el caso por ejemplo del Bonar 24.
Los fondos ayudarían a fortalecer las reservas y servirían para darle tiempo al Gobierno para que negocie con los holdouts, o al menos para que consiga un «stay» de Thomas Griesa que permita volver a pagar los bonos que se mantienen en default a los inversores. Una medida de estas características, por otra parte, obligaría al nuevo Gobierno a pagar cerca de u$s 3.000 millones de una sola vez por todas las deudas acumuladas ante inversores extranjeros.
La otra fuente de divisas que tendría a mano el Gobierno son los dólares del campo. Las cerealeras podrían liquidar unos u$s 3.000 millones la semana próxima, con divisas provenientes de la prefinanciación de exportaciones. La cuestión es: ¿a qué tipo de cambio lo harán? Si el Gobierno decide no apurarse a unificar el mercado cambiario, el dólar oficial continuaría por algunos días o semanas debajo de 10 pesos. La solución podría ser similar a la que se aplicó en diciembre de 2013, cuando el entonces titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, colocó una letra en pesos indexada al tipo de cambio oficial, a tres meses de plazo. Las compañías pusieron allí sus pesos que recibieron al liquidar al dólar oficial, pero finalmente se beneficiaron de la devaluación que se produjo un mes después.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=819482