El dólar único quedó en $ 14, prácticamente a la par del blue, que cerró a $ 14,35. La diferencia es para quienes van a vender sus dólares: casas de cambio pagan $ 13,50, contra $ 14,20 que pagan las cuevas. En los bancos sólo se puede comprar u$s 500 mensuales en efectivo y vender u$s 2.500. A partir de esa cifra se debe estar bancarizado pero muchos compraron a los arbolitos de la City
El fin del cepo implicó el fin de la brecha: cayó a 2,5%, prácticamente inexistente. Mientras las casas de cambio vendían a $ 14, el blue cotizaba a $ 14,35. Sucede que a muchos ahorristas les convino vender en el mercado paralelo, que les pagaba $ 14,20, contra $ 13,50 que les daban en el circuito formal. Además, la norma estipula que se pueden vender sólo u$s 2500 «físicos» (en efectivo) mensuales y a partir de esa cifra se debe hacer por transferencia, y muchos no quieren blanquear las divisas que compraron a los arbolitos. Por otro lado, hay un máximo de u$s 500 mensuales que se pueden comprar en efectivo. A partir de esa cifra, se debe bancarizar.
Vale aclarar que las operaciones de compra de moneda extranjera en efectivo no pagan la percepción del 5% de AFIP a cuenta de ganancias, sino que eso es sólo para las compras de avión y hotel en el exterior que no sean bancarizadas.
Por lo pronto, ayer los bancos tardaron en abrir sus pizarras porque debían adecuar el nuevo sistema. Además, desde el Central les pidieron que «estén bien parados con dólares»; o sea, que carguen los cajeros con dólares, de modo que las redes estén abastecidas para que no falten billetes. El problema que tienen los bancos es que hoy los billetes de $ 100 ocupan todos los cartuchos. Hasta que no salgan los nuevos de $ 200 y $ 500, si ponen dólares en uno de los cuatro cartuchos del ATM, se quedan sin pesos enseguida. Ante este escenario, decidieron poner divisas en cajeros en puntos claves distribuidos geográficamente: uno para Recoleta y Barrio Norte, en lugar de un ATM con verdes en cada barrio, porque si no se quedarían rápido sin pesos, ya que entran $ 800.000 en un cajero, teniendo todos billetes de $ 100. El blue, en tanto, estuvo poco operado, muy paralizado, aunque comentan que hubo remanentes de puré en plaza aún de días anteriores.
¿Muerte al MEP y al liqui?
Ahora, muerto el cepo y el encaje, el contado con liqui (que es el dólar que mira Alfonso Prat-Gay) debería arbitrarse con el MULC. «Sólo les interesaría operar a quienes necesiten comprar por encima de los u$s 2 millones permitidos por mes para atesoramiento. Ahora, el día que saquen esta restricción, muere el CCL», pronostica Mariano Sardáns, CEO de FDI.
Rafael Di Giorno, director de Proficio, toma la piedra: «El MEP como concepto va a seguir existiendo porque es la diferencia de cotización entre ambas ruedas, pero seguramente la rueda en dólares va a perder volumen. Además, no habrá gente interesada en comprar bonos para hacer sólo un cambio de moneda. Era un mecanismo de mercado para dolarizar tenencias frente a la imposibilidad de operar normalmente. Una vez que desaparece esta restricción, no hace falta hacer malabares para comprar y vender pesos contra dólares. En cuanto al CCL tiene un poco más de sentido, porque naturalmente siempre van a existir personas que entran y sacan bonos».
Un agente bursátil sostiene que se vuelve al verdadero liqui: «El que debitábamos dólares y pagábamos afuera. Volvemos a nuestra base. Tuvimos un negocio que no nos correspondía, no somos casas de cambio. Ahora, el CCL sólo le serviría a aquellos que necesiten comprar más de u$s 2 millones por mes (o sea, que operarían por el excedente). Ergo, debería arbitrarse en los próximos días en consonancia con el oficial. Obviamente, mataría a muchas sociedades de bolsa que hasta ahora han sido monoproducto».
En las mesas advierten un aspecto importante: «El MULC deja más huellas fiscales que la tenencia de títulos públicos para giro. Girar divisas por MULC a Panamá no es lo mismo que usando CCL. La AFIP te rastrea mejor vía MULC que con el conti liqui. Pero en líneas generales, el blue va a quedar solo como lo estuvo siempre, y el CCL será el tipo de cambio mayorista más algún extra dependiendo de cómo sea la AFIP de Macri».