Hacienda rescató letras intransferibles y le dio al Central emisiones de Bonar 2022, 2025 y 2027, que serán la garantía para la línea Repo que darán bancos e inversores externos
El Gobierno concretó ayer un paso clave para la obtención del financiamiento internacional con el que espera reforzar las reservas: le dio al Banco Central bonos por u$s 16.000 millones, que actuarán como garantía para el crédito puente gestionado con bancos extranjeros.
La novedad fue comunicada por la autoridad monetaria, quien ayer informó que concretó el canje de tres letras intransferibles del Tesoro, por nuevas emisiones de Bonar 2022, Bonar 2025 y Bonar 2027.
Esta operación, acordada con el Ministerio de Hacienda, tiene un doble propósito. Por un lado le permitirá al Central mejorar la calidad de su balance y desarrollar una política monetaria más flexible, al sumar a su cartera activos que tendrán mayor liquidez. En paralelo, los títulos que recibirá el organismo serán el respaldo de un préstamo que en el mundo financiero se conoce como Repo, con la que podrán sumar hasta u$s 16.000 millones.
La negociación de este apoyo de bancos internacionales había trascendido luego del triunfo de Mauricio Macri en segunda vuelta. Era uno de los platos fuertes con los que se esperaba poner en marcha el levantamiento del cepo y la unificación cambiaria. Pero el día del anuncio, el ministro Alfonso Prat-Gay señaló que las gestiones encaminadas en Nueva York por Luis Caputo, su secretario de Finanzas, todavía requerían otros pasos técnicos y legales, razón por la cual el crédito puente se iba a concretar después de Navidad. Con la entrega de los bonos efectuada ayer, el requisito más básico del plan quedó cumplido. Tanto Hacienda como el BCRA estarían en condiciones de efectuar esta operación en los próximos días, lo que permitiría arrancar el 2016 con un nivel de reservas cercano a los u$s 40.000 millones.
Una línea Repo es una operación con pacto de recompra, que habitualmente se realiza con títulos de deuda pública. El inversor entrega divisas a cambio de bonos, un formato por el que entidades financieras y bancos centrales obtienen liquidez de corto plazo. Pasado el lapso prefijado, quien puso efectivo recibe un interés. Prat-Gay remarcó que un Repo no implica un incremento de la deuda, ya que se trata de una suerte de alquiler de bonos ya emitidos.
Con esta operación, el Tesoro canjeó la letra intransferible que le entregó al Central en 2006 para saldar el pago al FMI de u$s 9530 millones, que vence el próximo 4 de enero. Pero también sumó otras dos que suman u$s 6569 millones, con vencimiento en 2020. El rescate anticipado de estas últimas fue visto por analistas como un indicio de que la asistencia financiera a recibir puede alcanzar los u$s 16.000 millones.
Los títulos que recibirá el BCRA se reparten en esta proporción: 33% son Bonar 2022 y un monto similar serán Bonar 2025. El 34% restante serán Bonar 2027. Pagarán un cupón de 7,75% en el primer caso, y de 7,87% los dos restantes.