El Gobierno usará el IPC porteño para determinar el CER. El BCRA analiza el uso de ese indicador para crear una moneda indexada similar a la unidad de fomento chilena. El objetivo es que impulse el crédito hipotecario y los depósitos a largo plazo
El Gobierno decidió ayer recurrir a un índice de precios al consumidor parche que permita continuar la publicación del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) y, con ello, dio un paso más en dirección a la creación de una moneda indexada destinada a impulsar el crédito hipotecario y los depósitos a largo plazo. Según pudo saber El Cronista, el directorio del Banco Central (BCRA) que se reúne hoy ya aprobó una versión preliminar de la norma que creará el equivalente argentino a la «Unidad de Fomento» con la que se maneja el mercado inmobiliario chileno que necesitaba de un índice de inflación para poder funcionar.
Para reemplazar al interrumpido Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu) del Indec, en la determinación del CER se eligió al Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (IPCBA), que midió una inflación del 26,9% en 2015. Con la declarada «Emergencia Estadística» declarada y la posibilidad de que la ausencia de un índice de precios oficial se publique antes de abril, un rápido lanzamiento de las unidades de fomento locales dependerá de estos indicadores emparchados para poder ajustarse por precios.
En su primer día al frente del BCRA, el 14 de diciembre pasado, Federico Sturzenegger reveló en un discurso a los empleados de la entidad que una de sus intenciones era la de emular el sistema que Chile adoptó en la década de 1960 para permitir el desarrollo de un mercado de créditos hipotecarios que sobreviviera a picos inflacionarios. Las unidades de fomento se convirtieron en una suerte de moneda indexada por inflación que, con el tiempo, lograron que las propiedades en ese país se tasen en «UF» en lugar de divisas, como es en la Argentina.
Según pudo saber este diario, en la última reunión del directorio del BCRA el tema avanzó. Se mencionó incluso un nombre para la versión local del índice, que sería Unidad de Valor de Adquisición (UVA). En el banco sostienen que Sturzenegger tiene la intención de apurar el lanzamiento de esa solución. El horizonte está puesto en las próximas semanas, según voceros del BCRA, porque todavía hay elementos por definir.
Uno de los problemas a solucionar está en cómo recurrir a un mecanismo de indexación con la Ley de Convertibilidad todavía vigente en materia de prohibición de indexaciones. El CER, al tratarse de una excepción a esa prohibición ya aprobada por el Congreso, resultaría práctico en ese sentido. Pero aunque es candidato a ser el mecanismo por el cual se ajusten las UVA voceros del banco decían que su adopción no estaba todavía decidida.
La implementación de las UVA es compleja y, como la intención es que sea adoptada por el sector privado, Sturzenegger ya inició rondas de consultas a entidades financieras con el objeto de medir el interés de las mismas. La idea es que no sólo créditos a largo plazo como los hipotecarios se ajusten por esta nueva vía, sino también depósitos que puedan quedar a salvo de la inflación y a su vez fondeen al sistema.
En la mente de Sturzenegger está también la idea de amortiguar los picos inflacionarios en los valores de las cuotas de los créditos hipotecarios. El programa ?Mi Casa BA?, impulsado por él mismo cuando diría Banco Ciudad, contemplaba la posibilidad de aumentar los plazos de los créditos en forma opcional cada vez que la tasa de la cuota se disparaba.