Por un clima menos benévolo que la campaña pasada se anticipa una baja de 5% en la producción de soja. Los 58 millones de toneladas a cosechar significarán la reducción de los ingresos de divisas que, a valores de mayo, girará en torno de los u$s16.000 millones, 14% por debajo de lo recaudado en 2015.
Un trabajo elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que a pesar de la buena oferta hídrica de las últimas semanas, los campos se encuentran con excesos, lo que está generando la aparición de enfermedades que, si no se eliminan, habrá una reducción de los rendimientos por hectárea, y en consecuencia una menor producción.
Según la Bolsa, el rendimiento actual ronda los 29 quintales por hectárea, un número que, según sostienen, “no es malo” si se tiene en cuenta que el promedio de las últimas campañas fue de 27 quintales. Pero queda por debajo de los 31,8 del ciclo anterior, donde la cosecha marcó un nuevo récord por arriba de los 60 millones de toneladas.
Sin embargo, no se descartó un repunte de aquellas áreas, en especial del sur de Córdoba se puedan recuperar, pero muchos campos se están pasando al maíz.
La respuesta más allá del mal clima se puede encontrar también por el lado de la falta de tecnología que el productor no aplica ante un escenario negativo en los precios.
El año pasado tuvo un precio FOB para cosecha de u$s361 por tonelada, hoy es de 325, y todo indica que puede seguir bajando.
En las semanas anteriores los valores en Chicago se han movido de forma volátil. Pero para que se defina a la suba o la baja debería haber algún efecto climático fuerte que indique la pérdida de volumen de cosecha de la Argentina y Brasil. Este último ya estimó que tendrá una baja de 1.5 millones de toneladas, pero es irrelevante dado que sigue siendo una gran producción para atender la demanda y además porque EE.UU. tiene todavía un alto stock para exportar.
Importación de carne no va a bajar los precios
El ministerio de Agroindustria trabaja con la Secretaría de Comercio y la cadena de la carne para consensuar un esquema de precios ante una eventual importación de carne vacuna desde el Uruguay.
La medida fue confirmada por el ministro Ricardo Buryaile quien dijo que “desapareció la oferta porque hay una actitud de especulación de un negocio; no vamos a permitir que haya escasez y si es necesario y alguien pide autorización para importar, lo vamos a hacer”.
De todos modos, fuentes de la industria adelantaron que la importación que ya se hace y que se destina a las provincias del Litoral, “no significará de ninguna manera una baja de los precios en el mostrador”.
Tradicionalmente, el corte que llega desde la banda oriental es el asado. El país vecino tiene las mismas razas que se ven en la Argentina. La fuente sostuvo que un efecto de baja si se podría ver si se importa carne picada, lo que marcará un menor valor en la elaboración de hamburguesas.
Desde la Federación Agraria Argentina (FAA), su vicepresidente Ariel Toselli, consideró que abrir las importaciones de carne no contribuirá a una baja de los precios, sino que es necesario “revisar la cadena de comercialización” para analizar por qué las góndolas no reflejan la baja que ya tuvo el ganado en el Mercado de Liniers.
Productores tiran manzanas y peras ante falta de respuesta
Chacareros del Alto Valle de Río Negro arrojaron al costado de la ruta nacional 22 un importante volumen de peras y manzanas, en protesta por la situación que atraviesa el sector.
Los fruticultores volcaron el contenido de unos 12 cajones de 400 kilos de capacidad cada uno. Para el presidente de la Cámara de Productores de Fruta de Fernández Oro, Carlos Zanardi, la medida tiene carácter de protesta “porque se cumplieron las 48 horas que nos habían pedido los funcionarios del gobierno nacional para darnos algún tipo de respuesta y no pasó nada”.
El dirigente recordó, en ese sentido, el reclamo de un precio mínimo sostén garantizado para los fruticultores, de 35 centavos de dólar por cada kilo enviado a los frigoríficos y de 17,5 centavos por kilo de fruta ingresado a las fábricas de jugo.
Tras quejarse por la falta de decisiones en el Ministerio de Agroindustria, donde un grupo de chacareros fue recibido el lunes, sostuvo que “tiramos la fruta para que el presidente (Mauricio) Macri tome conciencia de lo que nos está pasando”. Desde la cartera agropecuaria prefirieron no opinar al respecto.