En el Gobierno hay clima de festejo. Las colocaciones bancarias vienen creciendo pese a la opción que tienen ahorristas de comprar dólares sin cepo. Claro que este mayor entusiasmo se debe a las altas tasas que pagan los bancos. Ranking de los que mayor premio ofrecen y el «top five» de captaciones
Luego de tomar el timón del Banco Central, las nuevas autoridades pusieron énfasis en darle un giro abrupto a lo que venía ocurriendo con una variable clave: la tasa de interés.
Entendieron que debían pasarla a un nivel sustancialmente superior para así poder cumplir con uno de los objetivos trazados, como lo es el de defender al peso argentino frente al siempre atractivo dólar.
Subiendo «el premio», los ahorristas tienen un mayor incentivo para volcarse a los depósitos a plazos fijos. Y, para ello, el Banco Central tuvo que fijar un piso más elevado para la tasa de referencia que toma el mercado.
¿Cómo? Pagándoles un interés mayor a quienes compran los títulos que emite, conocidos como Lebac (en general, adquiridos por bancos).
Mal no le fue en su estrategia, ya que la captación de dinero del público comenzó a trepar en forma sostenida.
En la primera licitación de Lebac, (operación en la que el BCRA recibe ofertas de compra y acepta o no pagar una tasa alta), optó por convalidar un tipo de interés muy elevado: 38%(15 de diciembre).
Luego, en las siguientes, comenzó a ir bajando esa referencia. Primero, a un 36% (fin de diciembre), luego al 31% (enero), con lo cual las subas en los plazos fijos revisten un «doble mérito».
En efecto, aun pese a ir bajando gradualmente el «premio», logró revertir una tendencia declinante que venía ocurriendo en la variación mensual de los saldos de los depósitos.
Más aun, las colocaciones en pesos comenzaron a crecer a muy buen ritmo hasta alcanzar un nivel máximo del 12% a mediados de enero.
¿Es mucho o poco? Debe tenerse en cuenta que si la tasa abonada por las entidades es cercana al 2% mensual, el crecimiento «neto» alcanza el 10% (en sólo 30 días), cifra nada despreciable.
Hasta podría ser incluso más elevada, ya que por tratarse de un mes vacacional muchos depositantes retiraron en forma parcial o total sus depósitos, monto que tuvo que ser compensado con nuevas colocaciones.
Otro punto a destacar es que el fuerte incremento de los saldos se ha venido registrando pese a que en los últimos días las tasas incluso se ubicaron por debajo de las registradas en el fin del ciclo de Vanoli al frente de la entidad monetaria.
«El fuerte crecimiento de los plazos fijos responde en buena medida a que la opción del dólar blue entró en un compás de espera», afirma Mariano Otálora.
«En general, los ahorristas consideran que con el nuevo Gobierno se redujo sustancialmente la probabilidad de una disparada del billete en el mercado marginal. Entonces apuestan a aprovechar una tasa que puede superar a la inflación», agrega.
En este sentido, un importante directivo de un banco público líder sostiene que «este nivel de intereses puede ser un piso de corto plazo».
El “boom” de los depósitos en dólares
Si el crecimiento de los plazos fijos en pesos llama la atención de analistas y banqueros, lo sucedido con los depósitos «verdes» es aún más llamativo.
Desde el 10 de diciembre a la fecha, los saldos se incrementaron en u$s 2.100 millones (de u$s 8.900 millones a u$s 11.000 millones).
Este incremento, del orden del 24%, resulta muy significativo para este breve lapso. En gran medida se debe a la mayor confianza que despiertan las actuales autoridades.
Pero no sólo es una cuestión de confianza. Las tasas de interés que se pagan en la Argentina para depósitos en dólares se ubican entre las más altas del mundo. En promedio rondan cerca del 3%, aunque hay bancos de primera línea que ofrecen hasta el 4,5%.
Los diferentes ritmos de crecimiento y el ajuste del tipo de cambio tras la liberación del cepo hicieron que la participación de estas «colocaciones verdes» –medidas en pesos– creciera en forma sustancial.
Si se tiene en cuenta el total de los fondos a plazo captados por el sistema bancario, pasaron de un share menor al 9% que registraban a mediados de diciembre al 14% actual.
Bancos oficiales, ganadores en plazos fijos
“Tengo que ir al banco a renovar el plazo fijo». Esta frase de a poco va formando parte del pasado, al igual que la postal de ahorristas haciendo largas colas en las sucursales para realizar esta operación.
Los propios directivos de entidades confiesan que los resultados de la banca online vienen siendo mejor de lo que ellos esperaban.
Afirman que se avanzó sustancialmente en todo lo referido a la transferencia de fondos entre cuentas, acreditaciones, débitos automáticos por cobro de servicios, entre otros.
Esta tendencia a no apersonarse a una sucursal quedó algo empañada el año pasado, a raíz de las compras de «dólar ahorro», en particular en las primeras semanas de cada mes.
Para hacer frente a esta situación y descomprimir la afluencia, varios bancos impusieron otra modalidad: acceder al sistema de la AFIP exclusivamente mediante sus respectivas webs.
Ahora, ya sin «dólar ahorro» pero con la compra libre de billetes verdes en curso, la mira de las entidades vuelve a focalizarse en un punto central para su actividad: la captación de plazos fijos.
En tal sentido, la batalla que se libra en estos días tiene dos frentes bien diferenciados:
• La de los bancos públicos con los privados, con clara ventaja para los primeros.
• La de las tasas de home banking con las de pizarra que, en algunos casos, más que las duplican.
Por lo pronto, las estrategias de los Bancos Nación, Provincia y Ciudad parecen ir en la misma dirección: recuperar el terreno perdido frente a la competencia y tratar de ganar nuevos clientes luego de años en los que los tipos de interés ofrecidos eran poco tentadores frente a la inflación.
Así, por ejemplo, el Banco Nación, que es el que encabeza el ranking, paga un 29% si la operación se realiza online, mientras que en la pizarra muestra un 26% (en ambos casos a 30 días).
Apenas dos puntos por debajo se ubican el Provincia (27%) y completando el «tridente oficial» aparece el Ciudad (25% anual).
Entre los privados, el primer lugar lo comparten el Galicia y el Credicoop (25%), apenas unas décimas por encima del HSBC.
«La intención es ir llevando a los clientes hacia el canal electrónico. Por eso estamos ofreciendo un premio mayor. Además, a nosotros el sistema online nos significa un menor costo en personal», afirma el director de uno de los bancos públicos.
En tanto, desde la Gerencia de Marketing del Banco Ciudad sostienen que «el plazo fijo es el producto financiero más sensible a su rendimiento».
«Si se ofrecen mejores tasas por home banking en relación con la vía tradicional, es lógico que los ahorristas opten por cambiar de canal comercial», añade la fuente consultada.
En el Ciudad, al igual que en otras entidades, consideran que no tiene sentido tener sucursales atestadas de público cuando muchas operaciones pueden hacerse de modo online.
Desde el HSBC, coinciden: «En la medida en que los clientes adoptan los canales digitales empiezan a hacer desde las transacciones más simples -como una consulta de saldos y movimientos o pago de servicios- hasta aquellas que, a simple vista, pueden ser consideradas como más riesgosas, como puede ser el armado de un plazo fijo».
«Las propias instituciones bancarias ayudan a consolidar esta tendencia de migrar a lo online otorgando mayores tasas», completan.
Desde el Banco Ciudad afirman que el volumen operado en el último año más que duplicó al de períodos anteriores y expresan que «cerca del 80% de la cantidad de plazos fijos hoy día se hacen por Internet”.
En otra entidad pública, en este caso el Nación, hacen especial hincapié en una cuestión no menor por estos días: la seguridad.
Desde el HSBC también destacan la importancia que tiene este tema en la actualidad y recalcan: «Además, el capital y los intereses acumulados se acreditan automáticamente al vencimiento y existe un horario más amplio para operar».
Los bancos que encabezan el ranking
Los últimos datos disponibles publicados por el Banco Central muestran que los dos principales bancos oficiales lideran cómodamente la captación de depósitos.
El primer lugar lo ocupa, como ya es un clásico para el sector, el Nación (18% del mercado), seguido de lejos por el Provincia (10%).
Completan el «top five» el Galicia (9,3%), Santander Río (9,1%) y bastante más abajo el Macro (6,4%).
Entre ellos reúnen nada menos que más de la mitad de las colocaciones, medidas en términos de volumen.
Las ventajas de la tecnología
Para los bancos, la implementación de nuevas tecnologías, el avance del home banking y, más recientemente la “banca móvil”, respondió al objetivo inicial de reducir el tráfico en las sucursales.
Pero, además de ello, subyace otro factor clave: la baja de costos.
La alternativa de realizar varias de las operaciones por Internet, o bien a través de terminales en los puntos de venta, les posibilita brindar un buen servicio con menos dotación de personal.
«Inicialmente buscábamos reducir las colas en las sucursales. Luego nos dimos cuenta que la masificación del sistema nos iba a permitir redistribuir en otra sedes a un buen número de empleados sin afectar los niveles de ocupación», afirma el Gerente de Recursos Humanos de un banco de capitales españoles.
Desde una consultora especializada en este sector destacan a iProfesional que «muchas firmas, que por largo tiempo no pudieron girar dividendos al exterior, elaboraron planes de inversión basados en la ampliación de la red de sucursales».
«Si se suman las externalidades generadas por la masificación de las operaciones electrónicas con este tipo de políticas, la ecuación cierra. Se amplía el posicionamiento geográfico y se evitan los costos propios de la reducción del volumen operativo, que traería aparejado el achique de personal», destacan.
Más allá de la reducción de costos, las entidades valoran el denominado «efecto fidelización».
Una vez que el cliente se acostumbra a este canal, es muy raro que al llegar al vencimiento del plazo fijo decida cambiar de banco.
En las transacciones realizadas por el particular de manera remota, buena parte de la tarea administrativa «está a cargo» del usuario. Es él mismo quien se ocupa de completar el formulario, fijar los plazos e imprimir el certificado que acredita su operación, entre otras cuestiones.
En el caso puntual de los plazos fijos, la estrategia implementada por las distintas entidades para fomentar los «depósitos virtuales» se ha basado en ofrecer tasas de interés muy superiores a las que se consignan en las pizarras.
Pero si el home banking le dio grandes satisfacciones a los bancos y a los clientes que «supieron leer» el sistema, el avance de la banca móvil promete convertirse en un paso aún mucho mayor.
“La incorporación de nuevas herramientas tecnológicas en el sector bancario, así como la expansión de los teléfonos con conexión a Internet resultaron impulsores del uso de la banca móvil por parte de los clientes», según difundió MovilGate.
«La operación más común son las consultas, sobre todo de saldos y de movimientos en cuentas y tarjetas de crédito. Le siguen los pagos de servicios e impuestos y, en menor medida, la realización de transferencias y de depósitos a plazo fijo», afirma el gerente de servicios móviles corporativos de dicha empresa, Rodrigo San Miguel.
Según las estimaciones que surgen de un reciente estudio, «en el año 2011 eran 200.000 los argentinos que habían instalado en su celular inteligente o tablet una aplicación bancaria. Actualmente este número ya está rondando el millón”.
En relación con los principales usuarios del sistema, «el mayor porcentaje de utilización es de personas de entre 25 y 34 años, mientras que sólo la mitad de los clientes con entre 35 y 49 años hace uso de su dispositivo para acceder a sus cuentas», concluyen.