El funcionario y el mediador se encontrarán hoy y mañana. Estiman que la quita rondará el 25%. La deuda roza los u$s 10.000 millones y el 70% son intereses
El secretario de Finanzas, Luis Caputo, se reunirá desde hoy con el mediador del juicio contra los fondos buitre, Daniel Pollack, para comenzar a trabajar sobre la oferta que el país realizará a los acreedores con sentencias a su favor por unos u$s 10.000 millones.
Caputo se entrevistará hoy y mañana con Pollack y posiblemente con representantes de los holdouts, en encuentros sin abogados, informaron voceros del Ministerio de Hacienda que conduce Alfonso Prat-Gay. La de hoy será una reunión larga, de día completo, agregaron.
Argentina trabaja en una propuesta de pago, que el Gobierno prometió hacer pública. Semanas atrás, el ministro Prat-Gay adelantó que el país no discutirá el pago del capital, sino que impugnará el abultado cálculo de intereses y punitorios que hizo el juzgado de Thomas Griesa en Nueva York y que fue avalado por la Corte Suprema de Estados Unidos, al decidir no tratar el caso, en junio de 2014.
El 13 de enero, Prat-Gay detalló que la deuda a negociar asciende a u$s 9882 millones, de los cuales menos del 30% es el capital original. «En el origen, la deuda que no se reestructuró era de u$s 2942 millones. Diez años después, por desidia, se acumularon u$s 6000 millones en intereses sólo por el fallo de Nueva York. Si sumamos las demandas europeas, la factura supera los u$s 12.000 millones», dijo ese día en conferencia de prensa.
La intención oficial es lograr una quita en los intereses que se sumaron en la sentencia de Griesa y que no paran de crecer ante la situación de impago. Según la consultora ACM, la quita rondaría el 25%. «La quita sobre el monto total que determina la sentencia (…) implicaría una reducción de aproximadamente 25%. Evidentemente, si se logra anunciar un acuerdo con esta quita, ad referendum de la aprobación del Congreso, el plazo entre el acuerdo y la ratificación legislativa (posiblemente un mes) generaría una reducción de 35%, debido a la mejora en el precio de los bonos argentinos que seguirían al anuncio del entendimiento», consideró la firma. «Este eventual resultado sería muy vendible en términos políticos y financieros», evaluó.
El Gobierno dejó trascender que existen cortocircuitos entre los demandantes y que intentará dividirlos para lograr una mejor negociación. El ala más intransigente está representada por NML Capital, el fondo de Paul Singer, uno de los principales tenedores de deuda en default junto con Kenneth Dart y su fondo EM. A ellos se suman otros fondos, como Aurelius y Olifant, y un puñado de bonistas.
Si bien el Gobierno no dejó trascender información de la oferta, el mercado espera que no implique un pago en efectivo y que involucre bonos de largo plazo. Cuanto mayor sea el plazo de pago, más digerible será para negociar en un Congreso en el que debe darse de baja la ley cerrojo, que impide rubricar una oferta de pago mejor que la de los canjes de 2005 y 2010. Pero a mayor plazo para pagar, menor será la quita que los acreedores acepten.
Según una fuente que estudió el caso, el juez Griesa está dispuesto a ayudar a Argentina a cerrar el caso siempre y cuando el país muestre voluntad de pago. El juez mantiene congelados los pagos de deuda regularizada desde junio de 2014 y amenaza con castigar a agentes financieros que ayuden al país a evadir su sentencia, por ejemplo, tomando nueva deuda.