El nuevo rendimiento de la Lebac a 35 días es 30,5%, medio punto menor gracias a la liquidez de los bancos, porque crecen los plazos fijos pero menos el crédito. La entidad monetaria busca combatir la inflación, pero elevó 30% su stock de deuda y acortó los plazos promedio a 66 días
En un contexto en que la tasa de inflación es clave para negociar las paritarias, el Banco Central (BCRA) pudo retirar $ 12.999 millones del mercado tras renovar vencimientos por $ 36.057 millones con una nueva baja de tasas de medio punto en la licitación de Lebacs de ayer, gracias a la liquidez que reina en el sistema financiero.
«A pesar de una significativa reducción respecto al mes anterior, la tasa de inflación del mes de enero permanece en valores superiores a los objetivos buscados por esta institución. Por consiguiente, en esta licitación de Lebacs, el Banco Central de la República Argentina implementó una nueva contracción de los agregados monetarios, para que éstos se vayan alineando con los objetivos buscados», dijo en un comunicado.
El resultado de la esterilización es que la base monetaria ahora se expande al 29,3%, según informó el BCRA. Desde mediados de diciembre pasado, la entidad retiró $ 104.640 millones del mercado, y en lo que va del año, $ 61.868 millones.
Y el nuevo rendimiento de la tasa de Lebac a 35 días es 30,5%, después de que la entidad monetaria recibiera ofertas por $ 58.010 millones y adjudicara $ 50.205 millones ayer.
El BCRA pudo bajar nuevamente las tasas, gracias a la fuerte liquidez que existe en las entidades bancarias, debido a que crecen los depósitos a plazo fijo, la demanda de crédito es baja y la demanda de dólares está más relacionada con el comercio exterior que con un apetito especulativo.
En tanto, con una tasa de call en 20% a siete días los bancos prefieren invertir en una Lebac al mismo plazo, que en el mercado secundario rinde 25,5%.
Los bancos siguen prefiriendo alocar la liquidez de corto plazo y la curva de rendimientos se mantiene invertida: $ 38.716 millones a 35 días (a una tasa del 30,5%), $ 6.812 millones a 63 días (al 29,5%), $ 2.352 millones a 98 días (al 28,8%), $ 1.875 millones a 119 días (al 28%), $ 115,9 millones a 147 días (al 27,98%), $ 169 millones a 203 días (al 28%) y $ 163 millones a 252 días (al 27,99%).
En dólares, el BCRA recibió ofertas por u$s 1.100 millones y se adjudicaron Lebacs por u$s 774 millones a 35 y 91 días de plazo, a una tasa del 1,5%. El segmento a 175 y 350 días fue declarado desierto.
El ajuste de tasas en pesos que pudo hacer el BCRA en las últimas dos licitaciones es de medio punto (después de los recortes de hasta 3 puntos que realizó entre fines del año pasado e inicio de este año) y fue posible dada la baja demanda de dólares para especulación a pesar del excedente de pesos y los niveles de inflación.
Pero el mercado secundario ya daba una pista de las posibilidades del BCRA para bajar la tasa, porque el plazo a 36 meses se negociaba a una tasa 2 puntos menor.
Con esta nueva baja de tasas, el BCRA logra bajar un poco el costo financiero de esterilizar pesos en el mercado después de haber elevado significativamente la deuda en letras para reducir el crecimiento de la base monetaria desde el 45%.
Debido al esfuerzo que realizó el BCRA para retirar el excedente de pesos, el stock de Lebacs creció más de 30% hasta fines de enero, la duración promedio de la cartera se redujo a 66 días y el costo financiero subió 40%, lo que no se considera sostenible en el tiempo.
Según un informe de la consultora Ledesma, a fines de enero el stock de Lebacs equivalía al 73% de la base monetaria, versus el 54% que correspondía al 7 de diciembre pasado. En tanto, ponderó que la expansión monetaria asociada al financiamiento al Tesoro, el principal factor explicativo los últimos años, fue «prácticamente nula» en enero, por $ 332 millones.
«El BCRA mostró un fuerte compromiso con la estabilidad de precios y avanzó en una fuerte contracción de la base y el circulante monetario durante los primeros días de la nueva conducción. Sin embargo, todo indica que esa estrategia deberá atenuarse durante los próximos meses, dado, por un lado, los límites que el propio balance y estado de resultados del BCRA le impone a la política monetaria y, por el otro lado, que la estrategia de ajuste fiscal gradual implica, para asegurar consistencia, de una política monetaria también gradualista», dijo.