En la licitación de Lebac de hoy tendrá espacio para bajar algo más el costo del dinero, que están en el 30,5% anual
La tarea de sacar pesos del mercado y revertir, de este modo, la peligrosa dinámica que hasta el año pasado había mantenido la emisión de dinero empieza a verse más sencilla en estas semanas para el Banco Central.
Ayudan en estos meses algunas cuestiones estacionales, como la caída de la actividad, que dejan excedentes de liquidez en el sistema y allanan el terreno para que el organismo pueda esterilizar sin necesidad de subir las tasas de interés. También, en buena medida, el haber consumado en poco más de un mes una absorción de casi $ 100.000 millones en la economía que redujo la expansión monetaria del 40% al 33% anual y que logró disipar cualquier amenaza sobre el dólar.
El Central tiene apenas dos nuevos desafíos que hasta el momento parecen fáciles de sortear. El primero es el enorme pago de intereses que en este contexto de tasas altas empezó a crecer: se estima en consultoras privadas que, sólo por los rendimientos de sus Letras, el organismo deberá abonar al menos $ 125.000 millones a lo largo de este año si el stock se mantiene intacto. El segundo es el tamaño de los vencimientos que ahora tiene que afrontar semanalmente, y que duplica o triplica al de la gestión anterior, por la decisión de Federico Sturzenegger de sumar títulos de muy corto plazo (30 días) a la oferta de cada licitación.
Hoy, por caso, habrá que renovar $ 34.000 millones sólo en concepto de Letras en pesos. En los bancos creen que el Central podrá absorber al menos $ 3.000 millones y que, incluso, podrá darse el gusto de bajar al menos un cuarto de punto la tasa. La semana pasada, la Letra más corta quedó con una del 30,5% anual, si bien en el mercado secundario ya cotiza al 29%. Con todo, se supone que habrá prudencia oficial y que hay poco margen, todavía, para bajar tasas por debajo del 30% anual. El último salto del dólar oficial encendió una alerta en este sentido: a más de un mes de que llegue a la plaza la liquidación de divisas por las exportaciones sojeras, el billete repuntó 41 centavos y quedó el viernes en $ 14,55. Frente a esto, y para evitar mayores trastornos sobre la actividad, en las mesas presumen que llegó el momento de que el Central intervenga por primera vez en el mercado con ventas de dólares que pongan freno a la cotización y le eviten a su vez la costosa decisión de volver a subir las tasas.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=826975