• Buscan frenar alza de precios con fuerte absorción de pesos; la expansión monetaria había rozado el 40% en 2015
El Banco Central parece dar en estos días la pelea más dura contra la inflación dentro de toda la administración pública: detrás de la idea de que los precios están explicados en buena parte por la cantidad de dinero que circula en la economía, el equipo de Federico Sturzenegger resolvió desde su primer día de gestión reducir drásticamente la emisión de pesos que realiza sobre la economía y empezar a poner un freno sobre las causas de fondo que hoy tiene la inflación.
La emisión había llegado a rozar el 40% anual (si bien en el promedio de diciembre quedó en 37%) sobre el final de 2015. Pero se desplomó en sólo dos meses al 27,9%, según los últimos datos que reflejan las estadísticas oficiales (hasta el 10 de febrero).
La dinámica es una evidencia del diagnóstico que tiene en mente el Gobierno para el combate de la inflación en el mediano y largo plazo, más allá de los últimos anuncios oficiales sobre controles de precios y defensa de la competencia. Y a la vez una muestra de que hoy la política del Central parece estar gobernada principalmente por «metas monetarias», que fijan el crecimiento de los agregados para cada período, antes que «inflacionarias».
En menos de dos meses, la mesa de dinero del BCRA absorbió cerca de $ 100.000 millones en sus licitaciones de Lebac y logró reducir la base monetaria en $ 62.500 millones (es decir, casi un 10%). Para esto debió aplicar inicialmente una fuerte suba en las tasas de interés de sus Letras de deuda, que logró desarmar en poco tiempo: las Lebac a tres meses rinden ya un 28,5% anual. Es medio punto porcentual menos que lo que pagaban esos mismos títulos (29%) cuando eran emitidos por Alejandro Vanoli, el antecesor en el cargo de Sturzenegger.
La nueva gestión avanza ahora con la baja de tasas a pesar de la suba que empezó a mostrar el dólar oficial. «La autoridad monetaria no está incómoda con este movimiento; prueba de ello es que sigue bajando las tasas de interés de las Lebac (estimulando la dolarización de carteras) y que se abstuvo de intervenir en el mercado para frenar la trepada del tipo de cambio», comentó el economista Federico Muñoz en su último informe. Hay argumentos detrás de esta calma: la presión sobre el dólar desaparecerá tanto cuando llegue la liquidación del agro (abril) como cuando se resuelva el conflicto con los holdouts.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=827516