• Les permitirán compensar el ajuste fiscal.
• Clave visita de Obama.
• Esperan destrabe nuevos préstamos del BIRF y BID.
En el Gobierno existe optimismo por la posibilidad de que ingresen -a corto plazo – inversiones que podrían llegar a una cifra estimada de 25.000 millones de dólares, según señalaron fuentes oficiales a este diario. Es más, sostienen que en Davos se volvieron con inversiones concretas que superan los 6.600 millones de dólares por lo que llegar a 25.000 millones para este año no parece ser una meta inalcanzable. Cabe recordar que en las reuniones mantenidas con empresarios en Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), Coca- Cola anunció inversiones por u$s 1.000 millones, Dow Chemical por u$s 5.000 millones y Renault otros u$s 600 millones.
Los críticos al macrismo sostienen que esas inversiones ya habían sido negociadas por Cristina de Kirchner antes de dejar la presidencia. En tanto el Gobierno se defiende que estas inversiones si bien fueron anunciadas nunca se ejecutaron. Para tener una dimensión de esta cantidad: implicaría duplicar las inversiones extranjeras de los últimos años o más (en 2014 se recibieron menos de 7.000 millones de dólares). El tema reviste de suma importancia porque, según se evalúa, la inyección de fondos extranjeros permitiría hacer más gradual el ajuste del desequilibrio de las cuentas públicas heredado por la actual administración.
Pero el desembarco de estas inversiones no será gratuito, señalan fuentes oficiales, y responderá a que el Gobierno logre ordenar la economía interna y rehacer sus vínculos con la comunidad internacional de negocios. «Todas las acciones del Gobierno se orientan a hacer previsible la economía, ya que de esta forma lograremos que vengan más rápido las inversiones», señaló una alta fuente de la Casa Rosada. En este contexto debe entenderse el apuro para lograr un acuerdo con los acreedores externos que no ingresaron a los canjes de deuda. Al respecto, estiman que el acuerdo con los holdouts se logrará «mucho antes» del próximo 23 de marzo que se espera la visita de Barack Obama.
El anuncio del programa fiscal, la reducción de los derechos a las exportaciones agropecuarias y mineras, la ley antipiquetes, las inversiones en infraestructura, o el intento de encausar las negociaciones salariales en el marco de las paritarias, entre otras medidas tienen también como objeto «insertar nuevamente a la Argentina al mundo». Economistas de la oposición señalan que el apuro de la administración oficial no es inocente: «necesitan lograr todo el financiamiento externo posible cuanto antes para no hacer ajustes dolorosos de la economía antes de las elecciones de mediados del año que viene», según opinan en la oposición.
En la Casa Rosada no se pudo ocultar la satisfacción por la próxima visita que efectuará el presidente Obama, «si bien algunos coinciden que la fecha no resulta muy oportuna -se cumplen 40 años del último golpe militar- a nivel oficial le restan importancia a esta desafortunada coincidencia y remarcan que el presidente de los Estados Unidos haya decidido venir al país luego de su histórica visita a Cuba.
En la Cancillería se señala que este encuentro es el resultado de gestiones que el Gobierno viene realizando para reconstruir la relación con países tradicionalmente aliados de la Argentina. Consideran que, en este orden, no es casual que después de casi veinte años, un premier italiano, Matteo Renzi, haya visitado la Argentina o que también después de casi dos décadas, vuelva al país un jefe de Estado francés, está previsto que François Hollande llegue a Buenos Aires el próximo 24.
Dentro del desfavorable contexto internacional que le ha tocado al actual Gobierno -caracterizado por la incertidumbre en los mercados, desánimo con las economías emergentes y caída de los precios de las materias primas-, tal vez las administración de Macri pueda llegar a tener algún «premio consuelo», según señalan analistas internacionales, a partir de la difícil situación por la que atraviesa Brasil. La OCDE acaba de señalar que la recesión en el principal socio del Mercosur será peor que en el año pasado, y podría llegar al 4%, en tanto que la agencia Standard & Poor´s volvió a rebajar la calificación de la deuda soberana del vecino país. En este contexto, los capitales internacionales, señalan, están ávidos de encontrar nuevas oportunidades entre los emergentes y la Argentina es una de ellas.
Según fuentes oficiales, no sólo se esperan inversiones de las grandes empresas, sino también de las pequeñas y medianas empresas. En tal sentido anticipan que la banca pública destinará créditos específicos para las pymes en un contexto de política económica que les será propicio. «Ni habrá apertura indiscriminada de las importaciones ni superprotección del Estado», sintetizan.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=828438