La economía argentina se prepara para iniciar su recuperación porque el gobierno está más cerca de llegar a un acuerdo con los holdouts, que rechazaron la reestructuración de su deuda, impidiendo que el país tome préstamos internacionales desde hace quince años.
Eso sería de gran ayuda para los inversores que poseen cupones vinculados al producto interno bruto. Los títulos vinculados al PBI, que no pagan el cupón desde 2012, subieron 15% en el último mes, más que cualquier otro de los títulos de deuda denominados en dólares de la Argentina.
Los inversores apuestan a que mejoren las perspectivas de llegar a un crecimiento económico anual de por lo menos 3%, el umbral que gatilla el pago. Si bien los pronosticadores esperan un crecimiento cercano a cero este año, prevén una expansión de 3,4% en 2017, conforme el presidente Mauricio Macri flexibilice los controles impuestos por su predecesora.
Argentina está cerca de llegar a un acuerdo por u$s 5.000 millones con el grupo más grande de los holdouts que quedaron de su default récord de u$s 95.000 millones de 2001, informó un abogado de Elliott Management, la firma de Paul Singer, a un tribunal de apelaciones de Manhattan el miércoles.
Argentina, que ya ha llegado a acuerdos con cerca del 20% de los holdouts, planea emitir bonos por hasta u$s 15.000 millones para pagar a los acreedores una vez que el Congreso derogue determinadas leyes. Eso permitiría bajar las tasas de interés y abriría el acceso al crédito para las compañías y las provincias, al tiempo que fomentaría las inversiones extranjeras en el país de 43 millones de habitantes, según la sociedad de bolsa Puente.
«El acuerdo con los holdouts es clave porque allana el camino para la inversión extranjera en una economía que ha estado paralizada», dijo Alejo Costa, responsable de estrategia de Puente, que prevé que el crecimiento estará en 4,5% en 2017. «Hay altas probabilidades de que el año que viene se gatille el pago del cupón PBI».
Quienes invirtieron en los cupones, que se emitieron como aliciente en las reestructuraciones de 2005 y 2010, recibieron seis pagos que totalizaron 18 centavos en la última década. Los cupones pueden pagar un máximo de 48 centavos hasta su vencimiento en 2035, o un total de u$s 480.000 por una suma nominal de u$s 1 millón. El último pago, en diciembre de 2012, fue de u$s 3.500 millones.
Además de esforzarse por acordar con los holdouts, Macri desechó muchas de las políticas económicas de Cristina Fernández de Kirchner: eliminó los impuestos a las exportaciones agrícolas, permitió la libre flotación de peso y está reorganizando el INDEC, que había sido criticado por manipular los datos del gobierno. En 2014, el organismo informó que el crecimiento de 2013 había quedado por debajo del umbral que desencadena el pago de los cupones, generando quejas de los acreedores.