Por la caída de sus embarques, la Argentina terminó 2015 con un saldo negativo de U$S 3.000 millones. Las ventas del campo sufrieron, aunque incrementaron su participación a niveles récords.
Néstor y Cristina Kirchner solían ufanarse del perfil industrialista que impulsaban para la economía mientras denostaban el viejo modelo agroexportador que implicaba la venta al mundo de productos de bajo valor agregado, que además generaban escaso empleo. También en esta materia la realidad marcó una fuerte diferencia con «el relato», ya que en 2015 las exportaciones del campo representaron 64% del total, el nivel más alto en las últimas décadas.
A partir de los datos del INDEC sobre la balanza comercial 2015, que arrojó un preocupante déficit de más de 3.035 millones de dólares, la Bolsa de Comercio de Rosario evaluó el comportamiento de los diferentes sectores de la economía. El saldo negativo fue consecuencia de una caída del valor de las exportaciones globales, del 17% respecto a 2014, y un crecimiento de 8% de las compras de productos y servicios desde el exterior. Pero en esta debacle, el desempeño no fue parejo para todos los sectores.
En total, la Argentina exportó por 56.752 millones de dólares e importó por 59.787 millones en 2015. La caída de los embarques fue común a todos los rubros, básicamente por la caída de los precios internacionales. Pero afectó mucho más a los rubros ligados a la industria que a los agropecuarios.
Así, mientras las exportaciones de Productos Primarios retrocedieron 7% y la de Manufacturas Agropecuarias (MOA) lo hicieron un 12%, las ventas al exterior de Manufacturas Industriales (MOI) bajaron 21%, y las de Combustibles y Energía se desplomaron 54%.
La consecuencia de este proceso fue que la participación del campo en la balanza comercial creció como nunca antes. En 2015, un 64% del total de las exportaciones provino del sector agroindustrial, con una mejora de 5 puntos porcentuales en relación a 2014. Desde hace mucho tiempo que la gravitación del agro en el comercio exterior no había sido tan significativa.
En sentido contrario, según el trabajo de la Bolsa rosarina, «la participación de las MOI pasó del 33% en 2014 a 32% en 2015, mientras que la participación relativa de Combustibles y Energía en el total cayó del 7% al 4%».
La primarización de la oferta de productos exportables tan denostada por el relato kirchnerista se hizo carne como nunca antes. En este escenario, los embarques del sector aceitero (sumando la soja, el girasol, sus respectivos derivados y el biodiesel), que aportaron unos 18.000 millones de dólares, representaron 33% del total de las exportaciones. Se trata del nivel más alto desde que empezó el milenio. Históricamente la participación de la industria aceitera rondaba el 25% del total de los embarques.
Si se suman los cereales, las exportaciones del sector agrícola alcanzaron los 23.351 millones de dólares al cabo del año pasado. Aunque retrocedieron como el resto, su peso relativo también creció hasta alcanzar el 41% del total de los embarques de la Argentina.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/agro-aporto-balanza-comercial-exportaciones_0_1531646970.html