El acuerdo con los acreedores será financiado con una colocación de bonos récord desde 1996. La pregunta es cuál será la tasa que se verán obligados a pagar
Argentina está a punto de emitir deuda por una suma que no ha superada por ninguna nación en desarrollo desde 1996, en un momento en que el país intenta poner fin a una larga y rencorosa disputa con sus acreedores holdouts.
En los mercados financieros globales, la pregunta es qué tasa se verá obligada a pagar Buenos Aires después de haber estado alejada de los mercados durante 15 años y quién querría invertir en un país que caído en default varias veces en los últimos 200 años.
El lunes, Mauricio Macri, presidente de Argentina, acordó un pago en efectivo de u$s 4650 millones a cuatro acreedores holdouts que se negaron a reestructurar la deuda después del impago del país en el año 2001, incluyendo Elliott Management de Paul Singer. Eso allanará el camino para que Argentina regrese a los mercados internacionales de deuda.
Una vez que se haya calculado el costo total del acuerdo, el ministro de Finanzas de Argentina, Alfonso Prat-Gay, ha dicho que será financiado mediante bonos nuevos por u$s 15.000 millones en bonos nuevos. Para fines de año se espera más emisión de deuda para financiar el gasto público y aumentar las reservas. Esto convertiría a Argentina en el mayor emisor de bonos en moneda fuerte de los mercados emergentes desde que México obtuvo un préstamo por u$s 16.000 millones hace 20 años, según el proveedor de datos Dealogic.
Sin embargo, antes de emitir cualquier monto de deuda, el acuerdo de Argentina con los tenedores de bonos debe ser aprobado por el Congreso. Se espera que el debate comience el jueves y aunque la alianza de Macri no tiene mayoría en ninguna de las cámaras del Congreso, sus aliados se muestran optimistas de que obtendrán los votos necesarios para aprobar la medida.
Anticipándose al acuerdo, el gobierno ya ha iniciado negociaciones con bancos internacionales para organizar la emisión de nueva deuda y el Secretario de Hacienda Luis Caputo dijo esta semana que la primera venta podría ser el próximo mes.
Desde que el presidente Macri, que es pro-negocios, asumió el cargo en diciembre, los mercados se han recuperado, lo que quitó a los bonos argentinos existentes del territorio de crisis. Los bonos Bonar 2024, un posible punto de comparación con la deuda nueva a 10 años, rinden 7.9%.
Pero la magnitud del endeudamiento requerido implica que cualquier esperanza que el gobierno tenga de pedir dinero prestado a menos de 8% anual puede quedar truncada, dijo Sergio Trigo Paz, jefe de renta fija de mercados emergentes de BlackRock, la mayor compañía administradora de fondos del mundo.
Una firma de inversión europea señaló que solamente invertiría si Argentina ofreciera pagar más del 10%, señalando que desde que declaró su independencia, Argentina ha incumplido con el pago de su deuda externa ocho veces.
«Argentina tiene un gobierno reformista y está integrado por personas que estuvieron en Wall Street y que saben lo que están haciendo, pero aún no ha arreglado su economía», dijo Greg Saichin, jefe de renta fija de mercados emergentes de Allianz Global Investors.
Para fines de año, Argentina podría haber emitido hasta u$s 20.000 millones, según estimaciones de Alejo Costa, jefe de investigación de Puente, una casa de bolsa local. Además de pagarles a los acreedores holdouts, se espera que Argentina asuma deuda para financiar el déficit ?que actualmente es de cercano a 7% del PBI? sin utilizar las reservas del Banco Central. A fines de enero, el banco central de Argentina selló un préstamo de u$s 5000 millones otorgado por un grupo de bancos internacionales para apuntalar las reservas hasta u$s 30.000 millones. Desde entonces, han disminuido en casi u$s 2000 millones.