El fin del cepo cambiario el 17 de diciembre determinó que los bonos en pesos ajustables por inflación se depreciaron en términos de moneda extranjera
Los más afectados fueron los organismos públicos descentralizados que en los últimos años estuvieron financiando al Tesoro nacional con la compra de bonos y letras del Banco Central nominadas en pesos sin cláusula de ajuste por la variación del tipo de cambio, principalmente la Anses, con recursos que debía preservar el pago de las futuras jubilaciones.
Así se desprende de la actualización de los datos de la deuda pública para el trimestre octubre a diciembre último, por parte del Ministerio de Hacienda y Finanzas, tal como había anticipado en su visita al Senado el ministro Alfonso Prat-Gay.
La principal novedad que trae esa serie es la explicitación de una disminución de la deuda pública en USD 25.051 millones, por el impacto del sinceramiento cambiario, o lisa y llanamente, la devaluación del peso que para las operaciones comerciales pasó de $9,91 por dólar el 16 de diciembre último a un rango inicial de $13,95 el día siguiente, aunque hasta el cierre de ese mes flotó entre $13,29 y $14,02 por unidad, sobre las obligaciones nominadas en pesos.
Al respecto, los números de la Secretaría de Finanzas que encabeza Luis Caputo, muestran que entre el 30 de septiembre de 2015 y el 31 de diciembre la deuda pública total pasó de USD 251.509 millones a USD234.224 millones, esto es acusó una baja de USD 17.285 millones en sólo tres meses.
La diferencia de USD 7.766 millones con la citada licuación en USD 25.051 millones de los compromisos en pesos sin ajuste dólar se originó en salto que experimentó el déficit fiscal en el último trimestre, porque fue financiado con aumento de la deuda con el Banco Central en USD 4.200 millones; otros organismos públicos USD 2.900 millones y USD 630 millones de nuevas Letras del Tesoro, principalmente.
Deuda con holdouts y vencimientos inmediatos
El informe oficial también dio cuenta que «la deuda del sector público nacional no presentada a los canjes de 2005 y 2010» estaba contabilizada al 31 de diciembre último en USD 11.521 millones, la cual con las actualizaciones de capital, intereses y punitorios se habría ampliado a USD 18.995 millones, pero que el Gobierno espera cancelar con una emisión de bonos en el mercado internacional por un total de USD 11.684 millones.
Sin embargo, en la serie histórica la Secretaria de Finanzas mantuvo el criterio de no tomar en cuenta la deuda no ingresada al canje. En ese caso se advierte que si bien el sinceramiento cambiario permitió licuar unos USD 25.000 millones, también la medida determinó una disminución del valor del PBI convertido a dólar.
De ahí que luego de haber caído a un mínimo histórico de 33,3% del PBI en 2011, fue creciendo de modo sostenido, al ritmo del aumento del desequilibrio de las finanzas públicas y del estancamiento de la actividad agregada que provocó el cepo cambiario, y tras alcanzar una relación superior a 46% del PBI a septiembre de 2015, pasó al cierre de ese año al 51% del producto.
De los USD 222.703 millones de deuda total, excluida la no presentada a los citados canjes, en el corriente año vencen USD 51.722 millones: USD 40.712 millones de capital y USD 11.010 millones de intereses. Semejante compromisos sólo podrán ser honrados si el Gobierno nacional logra una rápida aprobación por parte del Senado del acuerdo de pago a los holdouts, porque no sólo permitirá transformar un pasivo creciente en otro algo menor y con tasas sustancialmente inferiores, sino también volver al mercado internacional de capitales para cancelar esos vencimientos y encarar las largamente demoradas obras de infraestructura en todo el país.