La entidad monetaria necesitaba pagar tasas altas porque todavía debe atender la «persistencia de una alta inflación». Y porque enfrenta un alto nivel de vencimientos. Ayer vencían $ 62.867 millones y debió inyectar $ 6.263 millones. Se espera cautela para bajarlas frente al dólar
Pese a que el tipo de cambio está bajista, la inflación persiste en niveles elevados, así como los vencimientos. El Banco Central (BCRA) prefirió ayer en su licitación semanal de letras mantener las tasas de corto plazo en el 38%, un nivel alto para la economía real, con el que, sin embargo, no pudo evitar inyectar $ 6.263 millones. Fue una señal de que no confiará nuevamente en que una caída del dólar le permita bajar las tasas rápidamente y que las utilizará para lograr una inflación en descenso.
«La relajación de tasas de interés tendrá lugar únicamente cuando el BCRA perciba que la tasa de inflación está en un sendero claramente descendente», explicó la entidad monetaria en un comunicado, porque entiende que «la tasa de interés real debe permanecer en valores positivos y comparativamente altos».
El BCRA ya había advertido que está migrando su política para contener la inflación desde la reducción de los agregados monetarios hacia el uso de la tasa de interés como instrumento principal. «Es la práctica habitual en países con metas de inflación, régimen hacia el que esta autoridad monetaria está transitando», agregó el Central.
La tasa de interés que utiliza el BCRA como referencia es la de la Lebac a corto plazo, que ayer mantuvo en 38%, y que busca que sea compatible con el corredor entre la tasa activa (39%) y pasiva (29%) que paga y cobra en las operaciones de pases. Espera que ambos tipos de tasas sean consistentes con una inflación en descenso.
Se decidió mantener la tasa del 38% a 35 días «atendiendo a la persistencia de una elevada tasa de inflación». Esta semana se supo que la inflación que calcula la provincia de San Luis fue del 36% en los últimos doce meses, por encima de la meta del 25% que como máximo se fijó esta administración.
Las altas tasas también son una forma de poder renovar los fuertes vencimientos a corto plazo (la mitad a 30 días) que acumula semanalmente. Ayer el vencimiento era enorme, de $ 62.867 millones. Adjudicó $ 54.886 millones tras recibir propuestas por $ 56.154 millones. Significó una expansión de $ 10.561 millones, que el Central pudo compensar con $ 4.298 millones en el mercado secundario, lo que derivó en una inyección de $ 6.263 millones.
El mercado todavía observa que la contracción o expansión de la base monetaria que realiza por semana no se contradiga con la fuerte esterilización que realizó al inicio de la gestión. En tanto, también se entiende que se quiera inyectar un poco de dinero para abastecer la demanda de dólares y evitar que el tipo de cambio siga cayendo.
Desde la segunda semana de marzo el dólar ya perdió más de un peso gracias a la entrada de divisas (ayer cerró en $ 14,39) y podría seguir con esta tendencia si ingresan los dólares agropecuarios. Pero la entidad monetaria se apuró en bajar las tasas en enero también con un dólar bajista y las tuvo que volver a subir cuando se recalentó el tipo de cambio, por lo que ahora se espera mayor cautela.
El mercado también empieza a evaluar las tasas de largo plazo para ver si es conveniente garantizarse altos rendimientos a la espera de una inflación en baja. Pero ayer el BCRA recortó las tasas de 119 (25 puntos, a 33%) y 147 días (75 puntos, a 32,25%) y dejó la curva en ese nivel hasta 252 días.
La entidad monetaria intenta extender los plazos de vencimiento. El lunes comenzó a operar swaps de Lebacs, con los que vende letras cortas, a precios de mercado, a cambio de las de largo plazo, cuyo precio fija el BCRA. Anteayer fijando precios de mercado, se movieron unos $ 1.000 millones, coincidieron en el mercado. Pero ayer las tasas de corto plazo siguieron siendo muy atractivas a un dólar por debajo de $ 15, por lo que el 79%, $ 43.474 millones, se adjudicó a 35 días.