Mientras que los títulos de países vecinos, por sus tasas de interés más bajas, pagan el doble de lo invertido en un máximo de 21 años, los bonos argentinos permiten duplicar la inversión en menos de una década. Esto se desprende de la comparación de la Tir del Bonar 2024, de 7,8%, con la de bonos a 10 años en dólares de Brasil, México y Chile, que colocaron deuda en el último mes a 6,1%, 4,2% y 3,4%, cada uno
Tras la aprobación en el Senado del acuerdo con los holdouts, la salida del default es casi un hecho, pero para los beneficios se traduzcan en hechos, todavía falta.
Aun así, es posible sacar provecho de esta situación, si se tiene en cuenta que con una Tir de 7,8% del Bonar 2024 se puede duplicar la inversión en 9 años, contra los 12, 17 y 21 años que tardan otros títulos de la región. Sucede que las últimas emisiones de deuda a diez años en dólares de Brasil, México y Chile se realizaron al 6,1%, 4,2% y 3,4%, cada uno. Por eso es que para duplicar la inversión hace falta esperan 12, 17 y 21 años respectivamente.
Los datos pertenecen al economista de Inversor Global Nery Persichini, y toman al bono local en dólares más cercano a los 10 años, el Bonar 24, a otros de la región y también a los del Tesoro de Estados Unidos al mismo plazo, que rinde hoy 1,6% anual y paga el doble de lo invertido recién en 39 años.
Si se quiere incluso más precisión y tomar una tasa pura local, el modelo de PRACK Asset Management calcula un curva cero cupón, es decir, sin considerar un bono en particular, lo que da un 7,85%. «Es una tasa similar, pero está deteriorada en comparación a dos semanas atrás. Creo que esto pasó por un desprendimiento de bonos de parte de los inversores para poder tener disponibilidad de compra cuando se emita la nueva deuda», opinó Francisco Prack, director de la consultora.
Está claro que la diferencia entre los bonos soberanos citados es el riesgo de la inversión. No obstante, el gerente general First Capital, Pedro Cristiá, sostuvo que no habría motivos para preocuparse: «Con respecto al riesgo, vale la pena. Estamos por salir del default, es difícil pensar que caigamos de nuevo en el mismo problema. Más allá de las dificultades que enfrenta la economía, no veo posible una cesación de pagos en el corto y mediano plazo».
Por otro lado, tal como aclaró Persichini, para duplicar la inversión en menos de 10 años las tasas no deben modificarse por ese periodo, algo que no va a ocurrir, porque no son fijas; se usan los datos actuales para tener una referencia. De todas formas, los analistas estiman que una vez colocada la nueva deuda pagarle a los holdouts, que se rondaría el 7,5 y el 8%, no será fácil bajar de esos niveles rápidamente.
«Creo que la emisión no va a estar por debajo de 7,5% y 8%, ya que la suma a colocar u$s 12.500 millones, un monto muy alto. Más allá de que argentina vuelva al mercado de capitales y, que esto sea bien visto, seguramente los ratings mejorarán, pero para que impacte en tasas va a faltar un poco más», dijo Cristiá.
El experto se refirió a los desafíos que todavía quedan por delante, como el déficit fiscal y la inflación. En la misma línea, el economista de Inversor Global destacó que también será necesario empezar a crecer: «Argentina tiene que generar capacidad de repago. La sustentabilidad del país viene por lo que se venda al mundo, no por lo que el mundo le preste».
Una vez que se atraviese esta primera etapa, el gerente general First Capital pronosticó tasas de entre 5% y 6%. Lo mismo prevé Prack, que «están dadas las condiciones para obtener ganancias de capital en bonos», dado que la tasa de interés «se desplomará a partir de los 12 meses», al 6%. «Esta primera emisión se realizará para sacar al país del default, pero luego Argentina va a equiparar a otros países. En especial porque hay una intención, un programa destinado a combatir la inflación», agregó.
En cuanto a las tasas de Estados Unidos, no se pronostican demasiados cambios en lo inmediato, dado que las últimas declaraciones de la jefa de la Reserva Federal, Janet Yellen, dejó en claro que no tiene planes de incrementarlas pronto a causa de los riesgos provenientes del mercado internacional.