El mayor inconveniente es que es una Ley que debe salir por el Congreso. El Estado recauda $ 10.000 millones anuales por el 1,2% que se paga por el impuesto a los débitos y créditos. Quieren que una parte, que sería un 20% de ese monto, se descuente por IVA y ganancias. Impuesto a extracciones en efectivo por mostrador
En el Gobierno están trabajando en un paper para que el impuesto al cheque vaya desapareciendo y, en contrapartida, aparezca un nuevo impuesto a las extracciones en efectivo por mostrador desde $ 30.000, con la premisa de ir blanqueando la economía.
El mayor inconveniente es que se trata de una Ley que, para modificarla, debe salir por el Congreso.
Por lo pronto, a nivel preliminar, la idea es hacer algo parecido como con las retenciones a la soja, que vaya desapareciendo, pero en forma paulatina. Por ejemplo, al principio se podría deducir un 20% a cuenta de IVA y ganancias, luego ese porcentaje podría llegar al 40%, más tarde al 60%, después al 80%, hasta que finalmente pueda descontarse el 100% a cuenta de IVA y ganancias.
Actualmente, el Estado recauda $ 10.000 millones anuales por este impuesto a los débitos y créditos, que podría ser compensado con un nuevo impuesto por retirar efectivo por ventanilla de los bancos a partir de $ 30.000. Para reducir la economía en negro, el objetivo es que toda operación pueda hacerse por transferencia sin costo alguno.
El BCRA acaba de elevar el monto máximo para transferencias electrónicas (se pueden efectuar todos los días y a toda hora), y se estableció la gratuidad absoluta independientemente del monto transferido en el caso de individuos. Para empresas, se elevó a $ 250.000 el monto a partir del cual pueden cobrarse las transferencias.
Bajo la premisa de ?matar al efectivo?, el gerente general de un banco de primera línea se imagina que, en un futuro, para pagar el abono del celular y de las expensas se tenga que hacer por transferencia a través de una cuenta bancaria. «De esta manera, si la persona gasta $ 5.000 por mes en telefonía y está inscripto como monotributista de categoría C, la AFIP lo detectará enseguida», ejemplifica.
«A la hora de constituir un domicilio para darse de alta en un servicio, no se debería poner la dirección postal, sino la cuenta bancaria. La domicialización no será tu casa, sino tu caja de ahorro. De esta forma, inevitablemente aumentará el porcentaje de población bancarizada», apuestan en el sector financiero.
El presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, advirtió que alentará el mayor uso de medios electrónicos de pago para las transacciones y avanzará en esa línea en el futuro cercano: «Las políticas tendientes a ampliar el universo de la bancarización en todo el territorio nacional favorecen, además, la reducción de los costos de transacción y promueven la formalización de la economía».
«La agenda verdadera es que ayudemos a la bancarización, que es la formalización de la economía. En su versión ideal propendiendo a una economía sin circulante, un objetivo quizás lejano pero que no por ello deja de ser un norte claro», agregó.
Para Sturzenegger, «la implementación de las operaciones digitales y móviles juega un rol clave en el proceso de reducción y eliminación del efectivo. Hoy vivimos con un dispositivo en el bolsillo que es teléfono, supercomputadora o posnet».