El tipo de cambio real, que mide la competitividad del peso, empeoró 3,5% el mes pasado. Con el comienzo del segundo trimestre, el que más dólares comerciales concentra, la divisa podría bajar más. Ayer el dólar cayó en el mercado mayorista, en el minorista quedó en $ 14,92.
La caída que sufrió el dólar durante el mes de marzo ayudó a diluir temores de corrida que abundaron el mes previo y calmaron en parte las remarcaciones de precios que se disparan con la divisa, pero no fue gratuita. El costo que se pagó fue la pérdida de competitividad del tipo de cambio, con una apreciación del 3,5% en el período que, con todo, no alcanzó a borrar la mejora del 22% obtenida con la devaluación de diciembre.
Ayer la divisa continuó con el camino descendente en el mercado mayorista, donde cayó 8 centavos a $ 14,60 gracias al buen flujo de oferta de divisas propio de esta parte del año. El minorista cerró estable en $ 14,92.
El dólar retrocedió 6,8% durante el mes pasado tras haber tocado el récord de $ 16 en febrero. Gracias a la intervención del Banco Central (BCRA) con ventas de divisas y una abrupta suba de tasas se capeó una sequía momentánea de divisas para llevar al dólar calmo al segundo trimestre del año. Ahora, en el período en el que se concentra la mayor parte del ingreso de divisas comerciales del año, la tendencia bajista continúa.
Aunque el BCRA sostiene que no aspira a un dólar barato, al menos en marzo la intervención oficial contribuyó a abaratar a la divisa. «En marzo el tipo de cambio real multilateral se apreció un 3,5% en comparación con el mes anterior. Por su parte, con respecto a un año atrás la mejora del tipo de cambio es del 22,9%», contó Gabriel Zelpo, analista de Elypsis.
El tipo de cambio real multilateral compara el avance del peso con el de las monedas de los socios comerciales del país (y las inflaciones de cada uno) para conocer su poder de compra, es decir, qué tan competitiva es. Cuando el tipo de cambio real se deprecia la Argentina se abarata, se vuelve más competitiva, mientras que cuando se aprecia sucede todo lo contrario.
«En nuestra charlas con funcionarios se muestran preocupados por la apreciación del dólar, entendemos que va en contra de los objetivos de este Gobierno un dólar demasiado barato, y ese riesgo es real si se te concentran las divisas del agro con emisiones de deuda después del acuerdo holdout», dijeron en una entidad.
El desafío para el Gobierno, entonces, será administrar esa posible apreciación del peso en los próximos meses.
«Para una economía que recién empieza una historia de endeudamiento en los mercados, la historia de los próximos meses probablemente refleje una apreciación del tipo de cambio real luego de la mejora en la foto», dijo Federico Furiase, economista de Bein & Asociados.
El propio presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, aseguró esta semana que considera al dólar barato «un atajo» para contener la suba de precios que es «pan para hoy y hambre para mañana».