La caución bursátil puede hacerse a sólo 7 días. Muchas empresas combinan Letras a 35 días con cauciones a una semana. Tasas efectivas en uno y otro caso y la competencia con bonos en pesos y plazos en bancos.
Mientras hoy todos hablan de las Lebacs, de lo que pocos hablan es de un instrumento que le compite cabeza a cabeza: las cauciones bursátiles, consideradas “el plazo fijo en la Bolsa”. La diferencia es que pueden realizarse a sólo 7 días a una tasa del 34% anual, que se eleva al 35% si se hace a 12 días, y a 37,5% si se realiza a 35 días.
La caución puede definirse como un préstamo de dinero generado en el Mercado de Valores entre dos agentes: el colocador, que invierte su dinero y el tomador que se financia, debiendo este último colocar en garantía títulos valores, públicos o privados, aforados a un valor máximo del 70%.
El Merval garantiza, adicionalmente, el cumplimiento de la operación a través de su sistema de liquidación, en el cual quedan depositados los títulos de garantía exclusivamente afectados al pago de ese préstamo. Los plazos de colocación van desde los 7 hasta los 90 días y son precancelables antes de su vencimiento sin limitación alguna.
Este instrumento es sólo apropiado para las empresas. No es para personas físicas, dado que la renta que pagan no está exenta del Impuesto a las Ganancias (en cambio la que generan las Lebacs sí lo están).
“Atendemos a más de 300 pequeñas y medianas empresas y casi ninguna conoce la caución, porque no está popularizada, como antes no conocían a las Lebacs. Lo que hacen muchas compañías ahora es, si necesitan la plata dentro de un mes y medio, combinar una Lebac a 35 días con una caución a 10 días, ya que un money market da sólo 27% de tasa”, comentan en la gerenciadora de patrimonios FDI.
Incluso, es un instrumento flexible, ya que se puede desarmar la caución y venderla antes del vencimiento. Tiene la garantía del título que deja el tomador del fondo y de la sociedad de bolsa que construye la caución, que pone como garantía la acción del Merval.
Además, es el único instrumento que jamás defaulteó: no lo hizo ni en el ‘89 ni en el corralito, porque una semana antes del corralito la Bolsa desarmó todas las cauciones; en cambio el plazo fijo defaulteó con en el Plan Bonex con Erman y luego con el corralito.
La Lebac es más segura porque lo respalda el Central, que tiene la máquina de fabricar billetes.
Pero, por otro lado, con las Letras del Banco Central hay que tener en cuenta las comisiones, porque el rendimiento del 38% anual no es neto: en el mejor de los casos, para grandes montos la comisión es del 0,1%, con lo que la TIR baja al 36,8%; pero en varias sociedades de bolsa cobran el 0,5% de comisión, con lo que la tasa disminuye al 32%, cuando hay bancos que están incentivando el plazo fijo y les pagan eso a los nuevos depositantes.
Hoy también son atractivos los bonos en pesos a tasa variable: el Consolidación Serie 8, que vence en 2022, rinde 40% anual, mientras el Bonar 2016 y el Bonac mayo 2016 tienen una TIR del 38,3%. En tanto, el Bonar 2017 que vence en octubre rinde 37,4% mientras el Bonar 2017 que vence a fin de marzo rinde 37%.