Los futuros en Chicago ganaron 2,1% ante las inundaciones que ponen en riesgo la cosecha argentina. En Rosario se pagó hasta 4,4% más por la soja con entrega inmediata
El mal clima que se extiende desde hace dos semanas en gran parte del área productiva argentina, que tiene prácticamente paralizada a la cosecha gruesa y pone en riesgo la producción final de soja local, tuvo ayer un fuerte impacto en las operaciones en el principal mercado de commodities agrícolas mundial, Chicago, donde la oleaginosa se disparó 2% y cerró en u$s 351,1 la tonelada.
Se trata del valor más alto para el contrato más activo de soja en Chicago en los últimos ocho meses y es la cuarta rueda consecutiva en que la oleaginosa termina en alza, con la atención de los inversores y fondos especulativos en lo que sucede en la Argentina.
A la mejora externa también contribuyó la estadística oficial de importaciones chinas, que llegaron a 6,1 millones de toneladas en marzo, 35% por encima del volumen reportado en febrero, lo que marcó un nuevo récord para el tercer mes del año.
La atención sobre lo que sucede en la Argentina se evidenció con fuerza ayer en Chicago, mientras a nivel local se confirmó que los pronósticos no son alentadores: se esperan más lluvias, y tormentas fuertes, al menos para los próximos tres días en gran parte de las regiones sembradas con soja y que ya están saturadas de agua.
Ese coctel hizo que los precios ofrecidos en Rosario por la soja disponible, con entrega hasta este fin de semana, subieran hasta $ 3500 la tonelada, 4,4% por encima del cierre previo.
Como informó ayer El Cronista, la cosecha está paralizada por la imposibilidad de acceder a los campos, lo que genera incertidumbre sobre las posibles pérdidas productivas sino también ya comenzó a afectar la calidad de los lotes, con aparición de enfermedades asociadas al exceso hídrico, el brote de los granos, y la certeza de que los plazos óptimos para la recolección van quedando atrás.
Ayer la Bolsa de Comercio de Rosario, si bien mantuvo sin cambios su estimación de producción final de la campaña, en 59 millones de toneladas, alertó que el avance de la recolección cubre apenas 13% del área total nacional, muy por debajo del 30% que se había logrado en la misma época del año pasado. «Para definir los daños habrá que esperar a que se retome la cosecha», indicó el reporte, en el que se advirtió que áreas importantes de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba que «están sujetas al riesgo de ajustes negativos tras el temporal».
Al aspecto productivo, se suman las fuertes demoras y atrasos en la logística de la cosecha gruesa. El ingreso de camiones a la zona de los puertos rosarinos está bien por debajo de los promedios diarios aun en los momentos de conflicto entre el campo y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Ayer en la zona portuaria ingresaron 728 camiones con soja, cuando en esta época del año ?caracterizada por ser el comienzo de la «temporada alta» de la cosecha gruesa? los ingresos diarios de camiones a esa zona superan los 6000 y pueden llegar hasta 10.000, según comentaron en el sector.
Las demoras en la logística interna también impactan de manera negativa a los compromisos de exportación, generando que las embarcaciones tengan que esperar más días y, por ende, sobrecostos a los traders.
De acuerdo con el cronograma de buques anunciados hasta el 30 de abril para los puertos «up-river» y los bonaerenses, en las próximas dos semanas hay a la carga 1,44 millón de toneladas de soja sin procesar; 2,83 millones de toneladas de harina de soja; algo más de 367.000 toneladas de aceite de soja y 88.000 toneladas de pellets.