Hasta el 20% de la línea de crédito compulsivo que el BCRA impone a bancos se podrá destinar a préstamos hipotecarios ajustados por las nuevas UVI. Es una forma de tentar a los bancos, ya que les permite cambiar rendimientos del 22% por otros que superan la inflación del 33% anual
El Banco Central (BCRA) decidió ayer ofrecer una zanahoria para tentar a los bancos con el nuevo sistema de crédito hipotecario ajustado por inflación. La entidad que conduce Federico Sturzenegger les permitirá a las entidades destinar a esos préstamos parte de una línea de crédito dirigido a tasa subsidiada que heredó del Gobierno anterior.
La semana pasada se lanzó un sistema de ajuste por inflación de créditos y depósitos a largo plazo que fue bautizado como UVI (unidad de vivienda) en el que la autoridad monetaria deposita grandes esperanzas para la reactivación del crédito de largo plazo y que los bancos recién están empezando a implementar.
La comunicación «A» 5950 publicada anoche en la página Web del BCRA introdujo una modificación a la «Línea de financiamiento para la producción y la inclusión financiera» para darle un empujoncito más a las UVI.
Ese programa crediticio creado durante el Gobierno anterior y renovado por el vigente obliga a las entidades financieras a mantener un saldo mínimo de al menos 14% de los depósitos del sector privado no financiero para destinar a créditos a pymes a una tasa del 22% anual con destino a inversión productiva, capital de trabajo, descuento de cheque, microcrédito y también créditos hipotecarios.
Esa línea es un peso para los bancos que, con tasas de letras y otros activos de corto plazo en torno al 38%, consideran como poco menos que una pérdida. La norma publicada ayer permite a los bancos destinar hasta el 20% de los fondos comprometidos para la línea de financiamiento a créditos ajustados con UVI «en la medida que la tasa de interés a aplicar por estas financiaciones sea inferior al 5% nominal anual.»
Así, en lugar de percibir 22% por esos fondos pasarán a una tasa real positiva, de hasta cinco puntos porcentuales por encima de la inflación (el IPC-CABA acumula 33% interanual). En momentos en que el crédito a empresas se desacelera, la línea de inversión productiva que los bancos se ven obligados a ofrecer compite con su oferta de créditos a tasa de mercado, con lo cual la posibilidad de cobrar una tasa por encima de la inflación será bien recibida.
Hasta el momento, sólo el Hipotecario y el Macro incorporaron en forma inmediata los créditos ajustados por UVI a su oferta de productos, mientras que Ciudad, Provincia, Santander y Galicia trabajan parra hacerlo en el corto plazo. Además, otros bancos analizan también adoptar el sistema creado la semana pasada.
Competitividad a diario
El BCRA publicará a diario los datos del «tipo de cambio real multilateral» (TCRM), un índice que calcula la competitividad del peso argentino en comparación con el de las monedas de los 12 principales socios comerciales del país.
El TCRM del BCRA nunca fue interrumpido, pero si se vio afectado por la manipulación de las cifras de inflación del Indec. Para calcular la competitividad del peso se parte del poder de compra de cada moneda, medido a partir de la inflación interna de cada país.
Para cubrir el bache sin datos confiables de precios a nivel nacional, que arranca en enero de 2007 y continúa hasta la actualidad, la entidad que conduce Sturzenegger utiliza los índices de precios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Provincia de San Luis.
El último dato publicado, del 13 de abril, muestra al TCRM en un valor de 98 con base 100 el 17 de diciembre pasado, el día de la salida del cepo. Un apreciación de dos puntos respecto de ese momento fundacional.