Artículo realizado para la edición N° 100 de la Revista Rosario Express publicada en febrero de 2013.
El tipo de cambio durante el kirchnerismo tuvo tres momentos bien marcados. Durante la presidencia de Néstor Kirchner el tipo de cambio se mantuvo planchado en torno a los 3 pesos. Luego, durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y con Martín Redrado al mando del Banco Central, el tipo de cambio mostró una suba promedio de aproximadamente el 9% anual con la particularidad de una alta volatilidad mensual y sin tendencia definida en el cortísimo plazo ya que un mes bajaba y otro subía. Por último, sobre fines de la primera presidencia de CFK hasta hoy y con Mercedes Marcó del Pont al mando del Banco Central, el tipo de cambio ha mostrado una tendencia ininterrumpida de 25 meses consecutivos de suba, también con una particularidad: el ritmo de suba que arrancó siendo del 8% o 9% anual ya se ubicó en los últimos meses de 2012 y principios del 2013 en torno al 20%. Esto habla a las claras de un aumento de la velocidad de devaluación del tipo de cambio, siempre programada.
En el párrafo anterior nos veníamos refiriendo al tipo de cambio oficial, pero no podemos olvidarnos en este análisis del dólar paralelo o blue. El mismo surgió en octubre de 2011 a raíz de las restricciones impuestas por el Gobierno a la compra de dólares para atesoramiento. La brecha en ese entonces fue del 11% pero a medida que se fueron incrementando las restricciones y los controles por parte de la AFIP se fue incrementando. Actualmente –también influido por temas estacionales como las vacaciones y el aguinaldo– la brecha es de más del 50% con respecto al oficial ya que el paralelo cotiza en torno a $7,80.
Hasta aquí lo que son los hechos. Veamos que podemos esperar para este 2013.
La economía de un país se mueve sin lugar a dudas por el tipo de cambio oficial. Las exportaciones y las importaciones se liquidan en función de ese indicador. El gobierno en estos 10 años ha demostrado que el eje de su política es el control sobre el dólar aún a costa de haber resignado “competitividad”. Esto último es así ya que al haber sido el aumento del dólar mucho menor al aumento de la inflación, nuestros productos se encarecieron en dólares y por lo tanto son menos competitivos en esa moneda. Tal es así que incluso en estos momentos donde la brecha entre el dólar oficial y paralelo ha tocado un máximo del 60%, fuentes oficiales han salido a hablar de un dólar de $6 a fines de 2013, lo que equivale a una devaluación del 22% sobre los valores de fines del 2012. Esto es totalmente congruente con la política que están llevando a cabo.
Por otro lado vemos que el mercado “compra” este valor enunciado por el gobierno, ya que si miramos el precio del dólar a futuro en el ROFEX para fin de año cotizaba a 5,949[1], es decir, esperando una devaluación del 22%. Esto quiere decir que las expectativas de los diferentes agentes económicos están alineadas con la visión oficial de lo que va a pasar con el dólar.
El interrogante que surge aquí es si este valor será sostenible para diversas economías basadas en la exportación. Desde Rosario Finanzas no nos gusta hablar de que el tipo de cambio genera o quita competitividad porque eso es algo particular que cada industria o actividad debería generar con mayor inversión en tecnología o mejorando sus procesos. Pero sí está claro que la suple, ya que la falta de competitividad de una industria se siente menos con la protección del tipo de cambio. Al ser esta protección cada vez menor por los efectos de la inflación que fueron comiéndosela, ya hay muchas economías regionales complicadas. Es un tema al que habrá que estar muy atentos. Por suerte para nosotros, Brasil a causa del mundial y las olimpiadas, recibirá una catarata de dólares lo que debería apreciar un poco su moneda y esto para nosotros es bueno. Pero habrá que seguirlo de cerca.
Por su parte no podemos dejar de lado qué puede pasar con el tema del dólar paralelo. Como ya se dijo más arriba surgió en octubre de 2011 por las restricciones y su tendencia fue claramente ascendente; a tal punto que hoy en día la brecha con respecto al tipo de cambio oficial es del 60%. Nuestra visión es que este valor es exagerado y se debería ver una corrección en los próximos meses. Decimos exagerada porque enero es un mes donde habitualmente la demanda por dólares es mucho mayor debido a vacaciones y más dinero en la mano de la gente fruto del cobro del aguinaldo. Al estar la demanda aumentada y la oferta rígida es lógico que el precio suba. En los próximos dos o tres meses es de esperar que la demanda afloje y que el valor del dólar baje también un poco.
Sin embargo si extendemos un poco más allá el análisis, tenemos que incluir la política monetaria del gobierno. El 2012 fue un año de gran emisión monetaria y de disminución de las reservas internacionales por su uso para pagar deuda. Esto implicó un aumento del tipo de cambio de equilibrio, entendiendo éste como el ratio entre la base monetaria y las reservas internacionales, que fue seguido por el dólar paralelo casi a la perfección. Durante el año 2011, este ratio daba ligeramente por debajo del tipo de cambio oficial hasta el pagó del cupón del PBI que implicó una caída en las reservas internacionales. Desde Diciembre 2011 hasta diciembre 2012 la base monetaria se incrementó en casi 80.000 millones de pesos y las reservas bajaron casi USD 1.000 millones. Esto hizo que este ratio pasara de 4,20 en diciembre 2011 a 6,70 en diciembre de 2012. Actualmente según los datos extraídos del balance del BCRA de fecha del 23 de enero, podemos calcularlo y nos da 6,85.
Para concluir, en tanto el Banco Central continúe con su política expansiva –qué creemos es lo que va a hacer– y no pueda reconstituir reservas, el dólar paralelo para fin de año va a ajustarse a este indicador y va a volver a retomar fuerzas terminando 2013 por encima de los valores máximos de $8 que alcanzó en febrero de 2013. Mientras tanto, el dólar oficial seguirá su rumbo alcista camino a los 6 pesos de acuerdo a las pautas que prevén desde el gobierno.