En artículos anteriores venimos tocando el tema del BCRA, sus reservas, su balance y de algunos efectos que provoca en la economía la emisión monetaria sin el debido control. Hoy vamos a analizar qué puede pasar en un futuro no muy lejano sino, por cierto, muy cercano.
Es sabido que el activo del BCRA se encuentra seriamente comprometido.
La constante emisión monetaria para financiar déficit, el cepo al dólar, el creciente déficit energético y condiciones globales no tan favorables como hace un tiempo hicieron que las reservas del BCRA hayan disminuido en forma sostenida en el último año y medio, generando un aumento en el tipo de cambio oficial y la aparición del dólar paralelo. Este aumento (o devaluación) se intensificó en el último tiempo, debido a la pérdida de competitividad que muestra nuestra moneda respecto a otras “competidoras”.
Hoy queremos tocar el tema del Bonar 2014 y la posible influencia que puede tener sobre el tipo de cambio. Las características de este bono (AE14) las podés encontrar en este artículo que publicamos en nuestra web: https://rosariofinanzas.com.ar/Articulos.aspx?id=1
El vencimiento del bono operará el 30.01.2014. Es un bono nominado en pesos que va a abonar la totalidad del mismo a la fecha de vencimiento. El monto aproximado entre capital e intereses es de $ 18.500 millones.
Hasta el momento, dos fueron los caminos tomados para cancelar los bonos:
1. Abonar con reservas si el mismo es en dólares y
2. Emitir directamente pesos, para cancelar obligaciones en esta moneda.
Por lo tanto, debemos inferir que seguramente se optará por éste último camino en el caso del bono de referencia.
A favor, tenemos que si bien es casi imposible para nuestro país refinanciar deuda por estar prácticamente excluídos de los mercados de capitales, este caso puede ser diferente teniendo en cuenta que una buena parte de estos bonos estaría en poder de Anses, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y de entidades bancarias afines al Gobierno. Con lo cual, se podría canjear por algún bono más largo, de condiciones similares, sin modificar en forma significativa la base monetaria. Si bien no podemos decir que ese canje sea totalmente voluntario, el resultado será seguramente positivo.
No obstante, debemos tener presente que el escenario económico actual presenta algunas inconsistencias, lo cual origina dificultades económicas que muchas veces, se intentan resolver con medidas de corto plazo, principalmente “tirando” pesos a la calle, para incentivar el consumo.
Entonces cabe preguntar: ¿cómo va a impactar esa probable emisión en el tipo de cambio? Si bien mencionamos un probable canje, una buena parte de la deuda seguramente será saldada al vencimiento.
La actualidad económica muestra una inflación que si bien no parece desbordada ni está cerca de otros momentos (hiperinflación por caso), se ubica con claridad entre las más altas del mundo. Al 31.12.2012 sólo Sudán superaba a Argentina en este aspecto, teniendo en cuenta mediciones de inflación privada.
Asimismo, se comenzó a verificar una recuperación de los índices macro en Estados Unidos, lo cual origina en general lo que llamamos “fly to quality” o “vuelo hacia la calidad”, por lo tanto sería probable que los fondos se muevan lentamente hacia mercados desarrollados, pudiendo generar descensos en las cotizaciones de commodities como la soja por ejemplo.
La combinación de estos elementos más el creciente déficit que se verifica en las cuentas públicas, fundamentalmente soportado por las crecientes importaciones de energía, hace pensar que el escenario más probable es de una mayor aceleración en la tasa de devaluación, para intentar ganar competitividad por el lado de la moneda.
El mencionado déficit energético no parece que pueda reducirse en el corto plazo y presenta dudas respecto al mediano. En general, los impactos en cuanto a las obras de infraestructura en energía lleva mucho tiempo hasta que pueden usufructuarse.
Por otro lado, las restricciones en nuestra economía no generan un clima de inversión atractivo que permita el ingreso de dólares y es peor aún el escenario si tenemos en cuenta las mejoras en los números de los países centrales descriptas anteriormente. Últimamente se ha visto un cambio en las acciones del gobierno pro-mercado pagando demandas en el CIADI, dejando ver que puede haber un incremento de tarifas para las empresas eléctricas, permitiendo que los bonos BAADE se suscriban con dinero blanco en lugar del origen inicial que era con dinero “para blanquearse”, pero es una tendencia que falta consolidarse.
Por lo tanto la salida casi obligada parece ser seguir devaluando la moneda, para intentar corregir la apreciación que hoy sufre, pero intentando al mismo tiempo controlar la inflación.
En este sentido, el pago del Bonar 2014 opera en un período “caliente” del año. Es un momento de vacaciones, los empleados en relación de dependencia cobran el aguinaldo y hay mayor circulación del dinero. En general, el tándem diciembre-enero son meses de alta inflación por un incremento en el consumo.
El efecto final del pago del bono va a depender del accionar del BCRA. Pero seguramente este vencimiento no podrá ser esterilizado completamente y la inflación puede incrementarse respecto a los meses precedentes.