Y otra vez estamos acá, con el dólar, esa “pasión” argentina que no se toma descanso en ningún momento del año. Como dijimos más de una vez, con o sin cepo y con las particularidades de nuestro país, el dólar sigue siendo el indicador económico que más atentamente sigue la gente en general. Después cada uno adicionalmente mirará algún dato puntual de bonos, acciones y demás…pero el dólar sigue siendo el “termómetro” más común de nuestra economía.
Como cada mes, le damos una mirada al balance que publica el BCRA, que a diferencia de otros organismos públicos, no parece ser tan cuestionado en cuanto a la información que brinda. Y nos encontramos con estos datos:
En noviembre, la devaluación del dólar oficial fue muy superior a los meses anteriores. De hecho, en el cuadro anterior se puede apreciar que pasó del 1,23% al 4,66% en un mes. La idea del gobierno es ir disminuyendo la diferencia con el dólar blue (que terminó el 06.12.2013 en 9,50), haciendo converger los 2 valores en algunos meses.
Se puede apreciar claramente que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el de equilibrio sigue siendo muy grande y que en lugar de disminuir, se agranda todavía más. Y esta situación se observa a pesar de la aceleración en la devaluación oficial que fue impresionante en noviembre. Te veníamos diciendo que después de las elecciones se venía, así que no digas que no te avisamos.
Por otro lado, el valor del dólar blue parece tener un piso importante, teniendo en cuenta que está más de $ 1,00 por debajo del TC de equilibrio, que obtenemos del balance del BCRA. Te queremos recordar que lo que llamamos “tipo de cambio de equilibrio” no es más que la relación entre la base monetaria (en $) y las reservas internacionales (en USD).
Por lo tanto, se busca acelerar el dólar oficial para acercarlo al blue, ya que éste último no demuestra tener tendencia a la baja. De hecho en estos días bajó desde un pico de $ 10,40 a los valores actuales. Ese pico que mostró está bastante más cerca del valor del TC de equilibrio que calculamos, pero tenemos la impresión que la baja es artificial y producto de la venta de bonos en dólares por el Anses. En este artículo te contamos (hace ya 6 meses) sobre esta operatoria para bajar el valor del blue: https://rosariofinanzas.com.ar/Articulos.aspx?id=73
Realizar estas operaciones para lograr enfriar el dólar blue o cualquier otro movimiento para regular algunas variables, no es malo en sí mismo. Son instrumentos que tienen todos los gobiernos para ir regulando la economía. El tema pasa a ser complejo cuando no es sostenible en el tiempo. Evidentemente los indicadores siguen estando lejos de ser buenos y las soluciones parecen muy cortoplacistas.
Por un lado el aumento del TC de equilibrio casi duplica al del dólar oficial. Por el otro lado, el esfuerzo de los organismos oficiales (principalmente Anses) por bajar el dólar blue se nota, pero es momentáneo. La intervención en el mercado no dura para siempre, no se pueden vender bonos infinitamente y además, no es gratis este procedimiento. El costo lo pagan los jubilados, porque Anses vende bonos en el mercado bajista, con lo cual el “negocio” que realiza está desfinanciando el fondo de los jubilados.
No por casualidad estas bajas del dólar blue se producen en junio y diciembre. El pago del aguinaldo y las vacaciones (de invierno y verano respectivamente) son 2 elementos fundamentales de presión alcista en el tipo de cambio. Sumado a las Fiestas de fin de año, generan un cóctel muy peligroso. Por lo tanto, es bastante normal que la intención sea intervenir para bajarlo aunque sea momentáneamente. El resultado suele ser que en un muy breve período, el valor vuelva al nivel inicial y lo supera.
Las causas que generan estos desfasajes no están resueltas. El problema energético como venimos diciendo, no tiene una solución en el corto plazo, debido a que requiere grandes obras de infraestructura, para las cuales se necesitan tanto tiempo como financiamiento. En este sentido, el interés que mostró el Gobierno por arreglar algunas cuestiones como disputas con Repsol y el CIADI por ejemplo, nos permite suponer que estén intentando mejorar la relación con los mercados, quizás para volver a tomar deuda.
Por el lado del turismo, hay que ver cómo impacta en este rubro el aumento del 20% al 35% del recargo, que llevó el dólar turista a $ 8,30 aproximadamente. En los próximos meses vamos a poder observar cómo se mueve el turismo y si continúa la fuga de divisas en este sentido.
Y en el tema importaciones, se han escuchado rumores que la intención es normalizar aquellas que son para sectores productivos. Quiere decir, flexibilizar la aprobación de las DJAI para no generar interrupciones en la producción. Esta medida parece ser correcta, para intentar descomprimir la economía pero afecta la balanza comercial.
Por último, el gasto público no para de crecer, generando grandes presiones contra indicadores económicos cada vez más débiles. Es de esperar en este rubro que se inicie algún proceso de suba de tarifas segmentadas para sectores de mayor poder adquisitivo tratando de reducir el monto de subsidios.
No queremos dejar de mencionar el pago del Bonar 2014, que ya tratamos en otro artículo. Las probabilidades que el mismo impacte en la tasa de inflación son altas.
En estos días se está hablando de un bono ajustable para el sector sojero. La idea es que se liquide soja y que el BCRA pueda hacerse de estos dólares. Ese bono sería ajustable por la devaluación del dólar oficial, con lo cual aquellos que tienen soja podrían tener el beneficio de hacerse de efectivo y estar cubiertos a las variaciones del tipo de cambio. Habrá que ver cómo se implementa y qué aceptación tiene en un sector que tiene una relación compleja con la administración actual.
Por el momento, la receta parece ser seguir devaluando el dólar oficial y tratar de contener el blue. Lamentablemente las expectativas inflacionarias son altas (ya se habla de paritarias entre el 25% y 30%). Y la devaluación del dólar oficial, si bien puede mejorar la competitividad, normalmente presiona también a la inflación.
La sensación que se genera es que si bien se está tomando nota de las dificultades que tiene la economía, no se realizan correcciones de fondo, el BCRA sigue perdiendo reservas y vamos a seguir conviviendo con un escenario de alta inflación y cada vez mayor devaluación.