Finaliza un año más y la intención de recordar y reflexionar sobre todo el quehacer agropecuario que quedó atrás y sobre los desafíos que tenemos por delante al comenzar 2014.
Infraestructura y energía: el congelamiento de tarifas provocó una falta de inversión en el sector energético y de infraestructura que se siente y se padece actualmente. Es así que usuarios domiciliarios e industriales ven reducidas sus posibilidades de crecer ante la falta de energía. También resulta de alguna forma paradójico que cuando se alcanzan niveles récord en la venta de autos la red vial no muestre mejoras acorde a las necesidades.
El costo de la importación de combustible es cada vez mayor y se estima que en 2014 se deberá importar directamente nafta para el público en general.
Una reducción en el nivel de subsidios y un sinceramiento gradual de las tarifas con planes de inversión podría ser el detonante para una mejora progresiva de la situación, aunque dichas medidas distan mucho de ser populistas y difícilmente se pueda pensar en un esquema de ajuste en el esquema actual.
Tipo de cambio: el valor del dólar en relación a nuestra moneda mostró un incremento durante todo 2013, y una mayor aceleración en el último semestre del año. Así pasamos de un dólar oficial comprador a principio de año en $ 4,885 a la cotización actual que se ubica en $ 6,40. Esta devaluación de la moneda apoyó las cotizaciones de commodities que cotizan en pesos, aunque con la conversión, la cantidad de dólares ha sido casi la misma durante todo el ciclo (especialmente en Soja).
Reservas, emisión e inflación: Las pérdidas de reservas del BCRA alcanza en 2013 a u$s 12.600 mill. y se ubican ya por los u$s 30.000 mill. Por una mayor emisión – que se estima en un 25%- que ha sido destinada en su mayoría a gasto público (subsidios energéticos y sociales) la inflación NO oficial se estima en un 27%. Esto dispara actualmente las pretensiones de diversos gremios con respecto a las paritarias que van a ajustar los salarios en 2014. Ello podría finalmente derivar en mayor inflación o en un freno generalizado de la economía.
Biodiesel: durante este año quienes se convirtieron en industriales de Soja han notado como la fijación de un precio máximo y el aumento de las retenciones para la exportación de Biodiesel condenaba al sector y lo volvía en muchos casos inviable.
Posteriormente, la U.E. impuso barreras a la importación de nuestro Biodiesel complicando aún más a todo el sector. Si bien es cierto que nuestras exportaciones se mantienen dado que nuevos compradores aparecen en el mercado, se observa un encarecimiento de la operatoria con el consecuente impacto en los precios que el Industrial primario local obtiene. En 2014 esperamos que se resuelva el tema de las barreras y nuestro país pueda exportar en forma directa al bloque europeo sin mayores inconvenientes.
China: el motor de la demanda de Soja reside en el Gigante Asiático. Hace años que China dejó de pretender tener autoabastecimiento y se volcó a ser un importador neto de Soja. Las compras totales de este país se espera que alcancen a 69 mill./tt. en el ciclo actual, marcando un nuevo récord en la materia. El comportamiento de los precios en el mercado de referencia de Chicago tiene mucho que ver con lo que dice o hace China. Recordemos que son las compras de soja de China las que explican que habiendo transcurrido sólo un cuatrimestre del ciclo comercial de la soja en EE.UU. ya se tienen comprometido un total de ventas al exterior por más del 90% del total previsto por el USDA para todo el año.
Si los chinos siguen comprando en EE.UU. difícilmente los precios de la Soja puedan caer en Chicago. Pero algunos analistas consideran que cuando Brasil y Argentina confirmen su producción, China podría buscar Soja en estos países.
En Maíz China también ha comenzado a participar como importador y podría en los próximos años convertirse netamente – como pasó en soja – en un comprador de cereal en el exterior.
Clima: las condiciones climáticas en nuestro país favorecieron especialmente a la Soja al inicio del ciclo, dado que por la forma en que ocurrieron las lluvias en forma tardía derivaron parte del área de maíz a soja. Ello llevó a que la intención de siembra de la oleaginosa se proyecte en un récord que superará las 20 mill./has. Actualmente estamos transitando un diciembre seco, que seguramente terminará con milimetraje por debajo del promedio. Analistas sugieren que desde la primera semana de enero se generalizarán las lluvias, favoreciendo al desarrollo de los cultivos implantados. En Brasil la realidad es diferente ya que se están registrando lluvias importantes en las zonas de producción lo que hace consolidar el buen estado de los cultivos en ese país. El desarrollo de eventos de lluvias durante las próximas semanas definirá la cosecha final y los rindes en nuestro país.
Producción: En números por el momento se espera una cosecha récord de soja para nuestro país y para Brasil. Las cifras hablan que Sudamérica podrá obtener unas 11 mill./tt. más en caso de que el clima sea normal y en caso de que el clima sea bueno la producción podría aumentar a aprox. 15 mill./tt.
Para Argentina se espera una producción de soja cercana a 55 mill./tt. mientras que para Brasil la producción podría alcanzar a las 90 mill./tt., cifra que superaría a lo producido por EE.UU. en este ciclo.
En maíz, Argentina se espera que produzca unas 25 mill./tt. mientra que para Brasil también se espera una buena cosecha. Actualmente los cultivos que fueron sembrados temprano en nuestro país están necesitando recibir lluvias dado que se encuentran transitando el período de floración.
En Trigo, cuya campaña está avanzando, se espera que la producción final se ubique en 9 mill./tt. (cifras oficiales). En término de calidad se están observando buenos niveles de gluten y PH, con rindes dispares.
Trabas comerciales: el comercio de granos y carne sigue signado por la intervención estatal. Las trabas para importar y el esquema de autorizaciones para exportar Trigo y Maíz han afectado enormemente el normal desarrollo de los mercados y afectaron a los precios en forma significativa.
La tendencia demuestra que no se observa que en 2014 puedan registrarse cambios de importancia al respecto. Luego que termine la cosecha de Trigo podrían autorizarse algunas exportaciones y cuando se confirmen las existencias de maíz podrían autorizarse también algunas ventas al exterior.
Demás está decir que los argumentos que se han utilizado para mantener el esquema de ROE demostraron ser erróneos. Así vemos que pese a la intervención, los precios del pan en las panaderías subieron cerca del 70% sólo en 2013.
Algo parecido sucede con otros productos en los cuales se vuelve a demostrar que este tipo de medidas sólo termina afectando a los extremos de la cadena comercial, es decir, a productores y consumidores.
De todas maneras la presencia de compradores para exportar tiene directa relación con las autorizaciones de ROE o NO. Ello trae dudas sobre cómo avanzarán los precios en los próximos meses y qué se puede esperar de los mismos.
Debido a las trabas para exportar carne, nuevamente los precios de la hacienda vuelven a subir luego de que se hayan liquidado un alto nivel de madres durante todo 2013.
Precios: para hablar de precios cabe la posibilidad de hacer una distinción en pesos y dólares. Al comienzo de 2013 los precios de la Soja, el Trigo y el Maíz eran de $ 1830, $ 990 y $ 930, lo que equivale en dólares a u$s 374, u$s 194 y u$s 190 respectivamente.
Estos precios al día de hoy alcanzan a $ 2130, $ 1500 y $ 1050 , para Soja, Trigo y Maíz lo que en dólares corresponde a u$s 332, u$s 234 y u$s 164; es decir, que salvo en Trigo en los otros productos el valor actual es menor en dólares al que obteníamos hace un año.
Mencionar lo que pasó sirve para la memoria y la reflexión. Saber que va a ocurrir es lo más complicado.
El mercado de soja se balancea actualmente entre las posibilidades de una cosecha récord en Sudamérica y en las ajustadas existencias de la oleaginosa en EE.UU. Es difícil pensar en que los precios locales logren sostenerse si se obtienen rindes en torno a lo esperado, por eso creemos que lo más conveniente es programar las ventas disponibles en el corto plazo y las que se refieren a la cosecha nueva pensar en ventas con coberturas por si el mercado se afirma ante algún problema climático o de oferta.
Los precios del maíz van a seguir “entonados” hasta tanto se observe el ingreso de mercadería de la nueva cosecha, la cual en su mayoría se va a mostrar luego del mes de mayo/junio debido a la demora en la implantación en el ciclo actual. Por ello, los valores mantendrán su firmeza, especialmente en lo que corresponde a los consumos.
En Trigo, como sucede cada año, la calidad comenzará a diferenciarse y a pagarse algo más una vez que termine la cosecha en el sur de la provincia de Buenos Aires. Para quienes no poseen apuros económicos y pueden diferir las ventas, creemos que puede ser acertado.
Aumento de costos y presión impositiva: desde el comienzo productivo del ciclo 2013/14 hemos mencionado la importancia de ser prolijos y minuciosos con los números y los gastos. Este año se notó que el productor agropecuario negoció mejor los alquileres con la intención de recuperar parte de la rentabilidad que se está perdiendo por el aumento de costos y por la alta presión impositiva, la cual alcanzó en este ciclo también cifras récord. Hoy parece que sólo con el ajuste de los alquileres no alcanza y que se debe poner empeño en defender el precio de lo que se logra producir. Armar estrategias, potenciar ventas por calidad y utilizar los mercados de futuros pueden colaborar con la tarea del productor y mejorar el número final de la actividad.
Termina un año con vaivenes y se inicia un nuevo año que a la luz de los hechos parece al menos complejo. Asesorarnos, actualizarnos e informarnos serán elementos que marquen la diferencia. Capacitarse y utilizar las herramientas que tenemos a nuestro alcance para limitar la incertidumbre de los precios de los granos y del tipo de cambio, también serán alternativas muy valiosas. Ser prolijos con los números y conservadores con las decisiones también ayudará.
Por último, cabe una reflexión. La actividad agropecuaria una actividad esperanzadora. El productor trata de hacer lo mejor para obtener una buena cosecha: cuida la tierra, fertiliza, elije las mejores semillas, utiliza las más exitosas prácticas agrícolas, etc, pero siempre termina mirando el cielo a la espera de lluvias, con esperanza.
Al respecto, recordamos palabras del Papa Francisco:
“La esperanza no es un optimismo, no es la capacidad de mirar las cosas con buen ánimo e ir hacia delante. No, esto es optimismo, no esperanza. La esperanza no es una actitud positiva ante las cosas…esto es bueno ¿eh?. Pero no es la esperanza.
No es fácil entender lo que es la esperanza. Se dice que es la más humilde de las virtudes, porque se esconde en la vida. Pero ¿qué es la esperanza? ¿Qué es una actitud de esperanza? Para acercarnos un poco podemos decir que la esperanza es un riesgo, es una virtud arriesgada, es una virtud de una ardiente expectación. No es una ilusión”.
Afrontemos el comienzo de 2014 con el riesgo de la esperanza, que en definitiva, es el motor que guía todos nuestros pasos cada día.
Hernán Derva
Mesa Comercial
Barrilli SA