Más allá de la discusión sobre si esto es un default o no, lo concreto es que los acreedores no recibieron el pago que hizo nuestro país y por ende, el esfuerzo que hizo el Gobierno por “acomodar” algunas cuestiones como YPF o Club de París, parecen no haber servido de mucho. La realidad es que seguimos tan lejos como antes de los mercados internacionales y la situación sigue siendo compleja.
Primero veamos los gráficos que nos muestran la tendencia que se mantiene:
En el primer gráfico observamos que el dólar de equilibrio vuelve a tener una tendencia alcista. Esto se había moderado en los meses de abril y mayo, pero durante los últimos 2 volvió a mostrar una suba interesante debido a la emisión monetaria.
Lo mismo ocurre con el dólar blue que experimentó en los últimos 3 meses una suba muy marcada: 7,98%, 5,65% y 4,53% respectivamente.
Por el contrario, el dólar oficial volvió a ser congelado por el BCRA y su aumento es inferior al 1,00% en estos 3 últimos meses. Con lo cual, vemos claramente que la brecha entre el dólar blue y el oficial se incrementó hasta superar el 50,00%. La última vez que estuvo en estos valores fue en enero de este año, cuando se produjo una fuerte devaluación para corregir estos desvíos.
En este sentido es importante destacar que el valor del dólar futuro en Rofex para dentro de 1 año (DLR082015) cerró el 15.08.2014 a $ 11,216. Es decir, el mercado está descontando un incremento en el valor del dólar oficial de 36,61%.
Es muy delicada esta situación, debido a que es evidente que los esfuerzos por reducir la brecha cambiaria no están dando los resultados deseados y no habría que esperar un aumento menor en el dólar blue, con los inconvenientes que esto trae aparejado.
Por su parte el IPCNu, cada vez más cuestionado, muestra una inflación de 1,40%. Si bien es menos de la mitad que en enero de este año y a pesar de esos cuestionamientos mencionados, parece haber encontrado un piso. Hace 3 meses que no tiene prácticamente variación y lo que es peor, es cada vez más cuestionada ya que se encuentra nuevamente muy lejos de lo que calculan estimaciones privadas como el índice del Congreso.
Por el momento, vemos que el escenario que estamos viviedo fue el que veníamos anticipando en nuestros informes y en nuestras columnas en programas de radio y tv:
* Excesivo gasto fiscal que iba a llevar a un ajuste violento tanto de tasas como del dólar
* Ingreso en una clara etapa recesiva que potencia el déficit fiscal al reducir en términos reales la recaudación (nominalmente va a aumentar siempre por la inflación)
* Impacto en los empleos formales – en el sector informal, el impacto fue aún anterior
Que la economía se resintió no hay dudas. Y como estaba previsto, primero comenzaron las suspensiones y en este momento hay pérdidas de puestos de trabajos. Lamentablemente todos los días vemos complicaciones en este sentido. Para el momento que escribimos este informe vemos que se está hablando de aplicar la Ley Antiterroristas a empresas que quiebran y se está reflotando la ley de abastecimiento que permite la intervención del estado en la política de precios de las empresas con duras sanciones. Creemos que esto lejos de ayudar, empeorá las cosas ya que si alguna persona tenía deseos de invertir en Argentina, seguramente ya no la tendrá.
Por su parte, el fogonazo que provocó la devaluación de enero ya no tiene prácticamente ningún impacto debido a que no se implementaron medidas para achicar el déficit fiscal del estado. Nuevamente se vuelve a un escenario de atraso cambiario para intentar contener la inflación. Esto, sumado a la suba de tasa de interés, deriva en suspensión de importaciones, menor producción, menores márgenes y más complicaciones para el empleo. En este momento, parece que estamos en un círculo vicioso del cual resulta muy complicado salir y más complicado aún, sin fondos frescos. Ese seguramente fue el análisis que llevó a intentar arreglar con los mercados internacionales pero que, por el fallo en EE.UU., no pudo llegar a buen puerto.
Aquí tenemos que hacer un paréntesis. Es real que debería haber algún acuerdo internacional para que un 7,00% de acreedores no pueda “complicar” una reestructuración de deuda como la que llevó adelante nuestro país. Concretamente y aunque es deseable, hoy ese acuerdo no está y por ello, la situación se complicó bastante más de lo previsto.
Por su parte, de acuerdo a los últimos anuncios, entendemos que pueden haber 2 cuestiones que parecen “experimentos”, que pueden empeorar aún más la situación:
1. Reducción de la tasa de interés: según se comenta, la intención del Ministerio de Economía es propiciar una baja en la tasa de interés para intentar reactivar el consumo. Realmente, en un escenario con fuertes desajustes como los que atravesamos, no parece ser lo adecuado. Quitarle al ahorro los pocos incentivos que tiene seguramente traerá más problemas que soluciones. Tenemos que tener en cuenta que esos depósitos que salgan de los bancos, muy probablemente, se vuelquen al dólar en sus diferentes formas (blue, Bolsa, etc.), con el consiguiente recalentamiento en el precio. La pelea “dólar-tasas” es un clásico en nuestro país y con un ganador bastante previsible.
2. Incremento en el gasto fiscal: también se sugirió, en el mismo sentido que la reducción de tasas, generar más planes de estímulo a la economía. En este punto, tenemos que decir que el déficit fiscal parece incontrolable, cada vez el gasto es mayor y las cuentas no cierran. ¿Cómo se va a pagar ese déficit? Sencillo: más emisión. No pudiendo acceder a fondos del exterior, la única alternativa es a través de mayor emisión de pesos, que va a impactar sobre la inflación y el dólar con seguridad.
Seguimos pensando que dentro de 12 o 18 meses, el panorama puede aclarar si cambia el clima económico y si nos convertimos en un país “amigable” para inversores externos.
El mundo no parece estar en una crisis en absoluto y por ahora, las inversiones van a nuestros vecinos (Brasil, Uruguay, etc.) que son los más beneficiados por nuestras decisiones. Este mismo mes, Paraguay colocó un bono de USD 1.000 millones. La oferta que le hicieron fue de casi USD 5.000 millones, a una tasa del 6,00%.
Mientras tanto, la economía va seguir crujiendo y las condiciones van a ser aún más difíciles.
Anexo
Como siempre, el informe con el IPCNu para que lo puedas consultar con facilidad.