Al comenzar la semana todo indicaba que la única gran noticia en materia de política monetaria iba a ser la confirmación de la FED de la finalización de su QE3, terminando con las compras de activos en el marco de su tercer programa de estímulos. Cualquier forward-guidance respecto a la evolución de las tasas también iba a estar en el ojo de los analistas, buscando interpretar cada palabra del comunicado de la FED y su visión acerca de la economía norteamericana.
Sin embargo, la FED quedó relegada a un segundo paso cuando el Banco de Japón decidió el viernes expandir su programa de flexibilización cuantitativa, sorprendiendo a los mercados financieros internacionales y provocando un rápido ajuste de precios relativos. Si bien las decisiones adoptadas por el Banco de Japón eran previstas por los analistas, recién se especulaba que estas pudieran tener lugar en el primer trimestre de 2015, de ahí la sorpresa.
En concreto, el Banco de Japón aceleró su plan de expansión de la base monetaria a un ritmo de 80 billones de yenes anuales (aprox. 725 mil millones de dólares anuales). Asimismo, ha decidido triplicar sus compras de fondos negociados en bolsa (ETFs) y en fondos de inversión inmobiliaria (REITs). Por último, también comprará deuda a más largo plazo, llevando la maturity promedio de su cartera hasta los 10 años, desde los 7 actuales.
Cabe destacar que la decisión adoptada no ha sido compartida por todos los miembros de la entidad monetaria nipona ya que la propuesta recibió 5 votos a favor y 4 en contra. Ni siquiera era esperada
La entidad presidida por Haruhiko Kuroda acentúa su compromiso en un camino que inició en abril de 2013, buscando evitar el debilitamiento de la economía local. En este sentido, el comunicado oficial reveló que el crecimiento en 2014 será previsiblemente algo menor a lo proyectado, ante un mayor impacto sobre la demanda que ha tenido la subida del IVA y por el debilitamiento de las exportaciones.
Además, el Banco de Japón lucha contra un problema bien conocido en Europa: la deflación. Las expectativas de inflación para el próximo año fueron revisadas a la baja, atribuyendo dicho movimiento a los precios internacionales de las materias primas. Vale recordar que el objetivo de inflación de largo plazo es del 2%.
Esta ampliación del programa de flexibilización cuantitativa y cualitativa busca entonces actuar sobre ambos focos: la reactivación de la economía y la pronta consecución del objetivo de precios. Estos son precisamente los dos objetivos primordiales del Banco Central Europeo, que también está tomando cartas en la materia. En marcado contraste se encuentra la FED, que acaba de dar por finalizado su QE ante síntomas positivos de su economía, mostrando una postura más hawkish.
Todos estos movimientos han tenido su impacto en los mercados:
* Un claro repunte en las acciones del Nikkei 225: +4,83% el viernes. Las acciones de los principales índices de referencia a nivel mundial también acompañaron las alzas: Eurostoxx 50 +2,55%; S&P 500 +1,17%; Nasdaq 100 +1,41%.
* Una fuerte depreciación del yen, marcando mínimos de diciembre 2007 frente al dólar y cerrando el día con una caída del 3%.
* Un dólar más fortalecido frente a las divisas más líquidas del mundo, con el DXY marcando máximos de cuatro años. Además, el euro cayó a mínimos de 26 meses frente al dólar, quebrando la barrera de 1,25.
* Una caída en los precios de los metales: el oro cayendo a niveles de julio de 2010, al igual que la plata. Lejos en el pasado quedaron los 1.900 dólares a los que llegó a cotizar el oro en 2011, hoy ubicándose en niveles de 1.165 dólares.
Sin lugar a dudas, las decisiones de política monetaria tienen efectos en los mercados financieros y los ajustes de precios relativos se producen rápidamente. Una FED sacando el pie del acelerador, en contraposición a un BCE y Banco de Japón en pleno proceso de expansión monetaria, le han dado fortaleza al dólar frente a la mayoría de las divisas. Las acciones también se han visto favorecidas ante el exceso de liquidez, mientras que los commodities han sufrido fuertes caídas.
En este contexto, una posición larga en el DXY, dólar vs euro y dólar vs yen siguen siendo recomendables. Además, se espera que el Nikkei 225 siga reflacionando ante la inyección de liquidez del Banco de Japón.
Este jueves el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra celebrarán reuniones de política monetaria, mientras que la FED recién se reunirá nuevamente a mediados de diciembre.
El autor es Lic. en Ciencias Empresariales y tiene un Master en Banca y Regulación Financiera. Actualmente se desempeña como Analista de bolsa en TSA Bursátil, una empresa del Grupo Transatlántica