Estamos llegando al final de un año convulsionado y pareciera que el dólar se calmó. ¿Será esto permanente o es un oasis en el desierto?.
La realidad es que el dólar blue, después de tocar valores superiores a $ 16,00, se encuentra casi en $ 13,00, lo que se observa fácilmente en este gráfico:
En el mismo podemos apreciar rápidamente 3 cuestiones:
1. Como venimos diciendo en los sucesivos informes, el dólar blue muestra la subida por escalones o saltos: hizo un pico el 30.04.2014 y bajó. Ese mismo comportamiento mostró el 31.01.2014 y el 30.09.2014. Subidas pronunciadas con picos y después una baja, para retomar la senda alcista. No obstante, muestra una resistencia al máximo anterior. Es decir, por más que muestra una disminución importante, no alcanza a ser inferior al pico que mostró en meses previos.
2. La senda ascendente del dólar oficial no es tan pronunciada como la de los otros 2, pero es contínua. Muchas veces inconscientemente decimos que el dólar oficial vale “8 y pico”. Cuando vemos el gráfico, nos damos cuenta que si bien las autoridades se esfuerzan en decir que no habrá nuevas devaluaciones, la realidad es que la devaluación se practica todos los días. De a poco, pero devaluación hay en forma permanente.
3. Si miramos con detenimiento, el dólar blue sigue con bastante semejanza al dólar de equilibrio. No obstante, estos últimos meses la brecha se achicó sustancialmente y mientras el de convertibilidad sube, el blue baja. Esa baja marcada entendemos es artificial. El BCRA logró calmar el dólar blue y bajar su cotización, con métodos diversos. Algunos más “policiales” como sanciones económicas e inspecciones rigurosas. Otros más “de mercado”, como la cuasi eliminación del contado con liqui a través de distintas restricciones. El volumen operado en este último mercado disminuyó en un 90%.
Tenemos también el otro gráfico que acompaña este informe en forma mensual:
Podemos sacar rápidamente también algunas conclusiones:
* La inflación oficial y la que estiman consultoras privadas está muy alejada. Hoy el IPCNu está fuertemente cuestionado y no se toma como parámetro en casi ninguna negociación: ni salarial ni de precios entre otras.
* La brecha entre el dólar blue y el oficial se redujo a valores similares a los de hace 1 año. Pero tenemos que recordar que en principio, el dólar blue está siendo contenido con medidas puntuales y no vemos que haya en general condiciones económicas que muestren alguna mejoría como para suponer que corrigió definitivamente su cotización. Es decir, no vemos que la baja sea por cambio de expectativas.
Con todos estos datos, seguimos manteniendo la conclusión de nuestro análisis: el problema no es de ingresos, sino de gastos. El Gobierno gasta bastante más de lo que recauda y financia ese déficit con emisión monetaria. No teniendo posibilidad de recurrir al mercado de deuda a una tasa aceptable, la única opción disponible es imprimir billetes.
Y así se desencadena un círculo vicioso. La emisión estimula la inflación. Para intentar tenerla bajo control, se utiliza la cotización del dólar como ancla inflacionaria, lo que genera atraso cambiario. Entonces se complican o directamente se prohíben importaciones y se mantiene el cepo cambiario. Esta situación genera una agonía económica que como también mencionamos en informes anteriores, termina impactando en el mercado laboral. Que a su vez, funciona como un “enfriador” de la economía, ayudando también a contener la inflación. Pero es como una vela que se va apagando lentamente.
El Gobierno parece estar intentando algunas medidas más creativas y amigables con el mercado y a pesar de los infructuosos intentos de tomar deuda tiene claro que el año próximo, de seguir estas condiciones económicas, va a ser tanto o más difícil que el actual. Es por eso que presentó el canje del Boden 2015, para intentar cambiarlo por Bonar 2024. Seguramente para tenedores institucionales de Boden 2015, pasarse a Bonar 2014 con una tasa de interés cercana al 10% es atractivo y entendemos que serán “invitados” por el Gobierno a sumarse. Eso puede evitar pagos sustanciales el año próximo.
Por otro lado, la baja considerable en el precio del petróleo le quita gran parte del atractivo a Vaca Muerta, que es una de las “joyas” que permitiría generar dólares genuinos. En la medida que el petróleo se mantenga en valores bajos, la explotación de Vaca Muerta va a ser mucho menos atractiva para empresas extranjeras.
Siendo el 2015 un año electoral, seguramente la intención es allanar el camino para mejorar una economía en clara recesión y con signos de debilidad muy acentuados. La historia indica que es complicado ganar una elección con la situación económica en contra y por el contrario, es relativamente fácil mantenerse siempre y cuando la economía se encuentre en una situación aceptable. Y cuando todo esto impacta en el mercado laboral, lo cual está sucediendo, el creciente mal humor social complica más el panorama.
No obstante, seguimos entendiendo que la apuesta mayor es salir del default en el que nos encontramos con los holdouts, para permitir el ingreso de dólares. Eso permitiría comenzar a motorizar la economía, despejar tensiones sobre el tipo de cambio e intentar los primeros pasos para salir de la recesión.
Mientras tanto, la quietud del dólar y la baja de su cotización no parece ser indefinidamente. Las causas que originaron su suba no fueron solucionadas sino que a fuerza de controles, se logró una calma transitoria. Pero usualmente, cuando aparecen nuevas restricciones, el mercado tarda un tiempo pero finalmente, logra acomodarse y termina formando precios.
Nos vemos el mes próximo.