La correlación es una medida que indica la fuerza y la dirección entre dos variables aleatorias y cuantitativas. El coeficiente de correlación sirve para medir esta relación entre las variables y los resultados están acotados entre -1 y +1.
Por lo general se dice que cuando el coeficiente de correlación entre dos activos es superior a 0,70, la correlación es muy alta. En este caso, están correlacionados positivamente. Por el contrario, si el coeficiente fuera -0,70, seguiría habiendo una fuerte correlación pero en este caso sería negativa. Es decir, cuando una variable se mueve al alza, la otra tiende a moverse a la baja. Por último, si el coeficiente se encuentra entre -0,25 y +0,25, la correlación es baja, representando 0 la ausencia de correlación.
De por sí es necesario aclarar que el coeficiente de correlación estudia datos históricos. No necesariamente las variables se comportarán de igual forma a futuro, pero por lo general suele ser parecido.
Esta herramienta matemática es de aplicación en los mercados de capitales y nos permite analizar cómo se comportan las acciones entre sí. Si bien muchos de estos movimientos son intuitivos y fáciles de explicar, otros no tanto.
El cuadro al pie retrata los coeficientes de correlación entre las acciones del Merval, según su evolución en 2014.
En primer lugar, destacamos que el coeficiente es positivo en todos los casos.
En segundo lugar, vemos que hay sectores donde las acciones se comportan casi de forma idéntica. El caso ejemplar es el sector bancario (BMA, FRAN y GGAL): el coeficiente de correlación entre estos papeles es superior al 98% en todos los casos. Esto implica que diversificar entre distintas acciones bancarias no tiene mucho sentido, ya que todas se comportarán casi igual.
Un razonamiento parecido puede aplicarse al caso de Siderar y Aluar, con un coeficiente de correlación de 0,98. Ambas empresas se encuentran en el negocio siderúrgico y tienen exposición a materias primas que se comportan de manera similar. Asimismo, al ser empresas exportadoras tienen como driver la evolución del tipo de cambio oficial: una devaluación impactará positivamente en sus estados de resultados, por eso en tiempos de expectativas de depreciación del peso, estos papeles son utilizados como cobertura.
Y en menor medida, el sector energético (EDN, PAMP y TRAN) también evidencia el mismo comportamiento, con coeficientes de correlación altos entre sí.
Por otro lado, comportamiento dispar han tenido las acciones petroleras YPFD y Petrobras. La baja en la cotización del crudo ha llevado a que sus precios varíen en forma algo diferente a los de los demás papeles. En el caso de Petrobras hay que sumarle además los resultados electorales en Brasil y el caso de corrupción que lo envuelve y que, entre otras cosas, ha llevado a que aún no se hayan presentado los resultados trimestrales. Por eso vemos que la evolución de los precios de Petrobras poco ha tenido que ver con la marcha de las demás acciones.
El análisis de las correlaciones nos permite pues estudiar la fuerza y dirección entre las distintas acciones del Merval, pudiendo identificar cuán parejo es el comportamiento de los papeles. Esto se utiliza para saber cuándo y cómo diversificar a la hora de armar una cartera.
El autor es Lic. en Ciencias Empresariales y tiene un Master en Banca y Regulación Financiera. Actualmente se desempeña como Analista de bolsa en TSA Bursátil, una empresa del Grupo Transatlántica