La cartera de inversiones bursátiles es un conjunto de activos más en el patrimonio de la persona o familia, como la casa, el auto o el fondo de comercio. Como criterio general, lo que hacemos con estos últimos al irnos de vacaciones es cuidarlos, adoptando medidas tendientes a que cuando retornemos de nuestro descanso, todo esté en iguales condiciones. Es muy intuitivo saber cómo cuidar la casa y el auto pero ¿cómo hacemos con nuestras acciones, bonos y otros?
Introducción
La cartera de inversiones bursátiles es un conjunto de activos más o menos riesgosos pero que vistos en su generalidad, representan un activo más en el patrimonio de la persona o familia. Los ejemplos típicos de activos son la casa y todo el equipamiento incluido, el auto, el fondo de comercio o equipamiento de oficina en el caso de desenvolverse de forma autónoma, etc.
Entonces, como criterio general, ¿qué hacemos con nuestros activos al retirarnos de vacaciones hacia otro lugar? La respuesta es simple: cuidarlos, adoptando medidas tendientes a que cuando retornemos de nuestro descanso, todo esté en iguales condiciones.
Entonces, es muy intuitivo saber cómo cuidar la casa (alarma, seguros, pedir a familiares o amigos que se hospeden en nuestra ausencia, etc.) y el auto (guardar en cochera, seguir pagando el seguro y pedir a familiares o amigos que no lo utilicen en nuestra ausencia), pero ¿cómo hacemos con nuestras acciones, bonos y otros?
Dormir Tranquilo
Un buen termómetro “casero” para saber si se encuentra alineada nuestra cartera de inversión con nuestro perfil de exposición al riesgo, es justamente encontrarnos en un nivel de ansiedad normal en cuanto a la operatoria diaria del Mercado.
En otras palabras, cualquier inversor que tenga comprometido un Capital importante (desde su perspectiva), se verá interesado y posibilitado de conocer a diario o incluso en tiempo real la evolución del precio de sus títulos. En otros casos, la actividad laboral no le permite estar en contacto con la información del día y operar en consecuencia.
En ambos casos la cuestión será que ese tema no lo obsesione y que se encuentre confiado en las decisiones tomadas en el pasado y los cursos de acción a seguir en el futuro ante situaciones que se aparten de un curso considerado como “normal”. En casos extremos, el inversor podrá sentirse enteramente confiado, o tan desconfiado de sus decisiones que le costará conciliar el sueño. Ambas situaciones no son recomendables.
Hacer el “Service” del Portfolio
Entonces, si al momento de planear sus vacaciones en auto Ud. incluye entre las tareas previas la revisión de su vehículo, también es posible que le resulte conveniente revisar la composición y, en caso de ser necesario, el reajuste de su cartera de inversiones.
En un extreme, si Ud. se encuentra en el selecto grupo de personas que confían mucho o plenamente, deberá recapacitar si las condiciones de tranquilidad se mantienen actualmente y lo harán en el período que se encontrará fuera de su casa. Si la respuesta es afirmativa, puede dejar todo como está, pero no sin antes terminar todo el artículo.
Si Ud. se encuentra en un nivel de moderada o baja confianza en cuanto al nivel de riesgo asumido es recomendable que, en post de disfrutar los días de descanso, reduzca el nivel de riesgo asumido a una escala más acorde a su perfil, e incluso a una composición menos riesgosa.
Apartado especial: Use el Stop Loss
Con el mismo criterio con el que se aseguran todos los activos importantes e incluso a las personas, los activos con cotización en marcados de valores también pueden asegurarse.
En este caso no deberá contratar una póliza, sino que lo que deberá hacer es establecer un porcentaje de pérdida el cual está dispuesto a asumir, cumplirlo a rajatabla si la cotización del activo baja e irlo actualizando si el precio sube. Este porcentaje que se acepta de pérdida funciona como el “pago” una prima de seguro que le permite cuidar su patrimonio.
El porcentaje de pérdida a asumir dependerá de su perfil como inversor y de las características del activo en cuestión.
Un ejemplo práctico:
Usted compra la especie YPFD a $308 y fija un stop loss del 8%. En este caso, el precio mínimo que se tolerará será de $283,40. Si el precio cae hasta dicha cotización, se deberá ejecutar una orden de venta. En conclusión, Ud. ha logrado asegurar el 92% de su Patrimonio aceptando una pérdida del 8%. Si la acción aumenta su precio a $330, el porcentaje se mantendrá fijo y el nuevo precio de stop loss, será de $303,60.
Este tipo de órdenes de venta se podrán parametrizar automáticamente en la plataforma online que le ofrece su sociedad o agente de negociación o, simplemente ejecutando la venta del activo cuando el precio caiga hasta el precio de stop loss fijado.
Consejos finales
Cuando por motivo de viaje o vacaciones Ud. se encuentre alejado de información que pueda afectar el valor de su cartera de inversión o “comitente” (como se suele decir en la jerga), es conveniente:
1. Hacer un análisis de los riesgos asumidos en el armado de la misma y evaluar la confianza que le merecen los activos que la componen.
2. Si se encuentra muy alejados de su nivel de riesgo aceptado, realice los ajustes pertinentes. En caso extremo, si siente mucha desconfianza, deberá quedarse “líquido” asumiendo los costos de comisiones y gastos para volver a comprar y el posible aumento en las cotizaciones.
3. Utilice o configure un stop loss acorde a su pérdida máxima aceptada (consulte con su Agente de Bolsa)
4. Evalúe la conveniencia de destinar una parte de su cartera a quedar líquida o en instrumentos con liquidez y de rendimiento fijo (LEBACS, cauciones, plazo fijo, FCI).
5. Operaciones con Opciones: reduzca al mínimo su exposición, sobre todo si encuentra cercana la fecha de vencimiento.
6. Por último, y no menos importante, consejos prácticos:
a. Tenga a mano un estado de cuenta actualizado en el cual conste cuantos “nominales” tiene de cada especie (por ejemplo: 1245 acciones de Banco Macro, 1200 usd de Boden 2015, etc.)
b. lleve consigo una Tablet o Smart phone con WiFi o paquete de datos para hacer sus operaciones por internet.
c. agende el teléfono de su agente o sociedad de bolsa, ya que ante un caso de emergencia (poco probable pero posible) deberá comunicarse.
d. disfrute de su descanso, para poder tomar aún mejores decisiones de inversión a su retorno.
El autor es Contador Público y Especialista en Finanzas (UNR) // Martillero Público y Corredor Inmobiliario (UCA)
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