Por estos días en donde surgieron los fantasmas de crisis en China y la guerra de monedas vuelve a la escena (esta vez entre los emergentes), me pareció interesante hacer un poco de historia y recapitular qué es lo que estuvimos haciendo en los últimos años con nuestra política monetaria. Para intentar entender qué es lo que nos puede pasar de ahora en mas, siempre es una buena idea repasar qué es lo que ya ocurrió, y esa es un poco la intención de este artículo.
Hace poco escribía sobre la guerra de monedas entre países desarrollados que estamos viviendo desde la crisis de 2008 y los efectos que tuvo sobre Argentina (ver: Estamos en Guerra y Siamo fuori dalla coppa). Ahora veamos cómo respondió la política monetaria argentina en los últimos años.
A modo de breve introducción, hacer política monetaria implica influir en la tasa de interés y en la cantidad de dinero de una economía. Quien tiene esa responsabilidad es el Banco Central. Desde 2007 hasta el día de hoy pasaron 4 presidentes por el BCRA que marcaron 4 ciclos claramente diferenciados. El siguiente gráfico muestra en la línea azul el crecimiento interanual de la base monetaria. Este indicador es una buena síntesis de la política monetaria aplicada por cada uno de ellos.
Redrado es quien estaba a cargo del la autoridad monetaria cuando estalla la crisis subprime. Como consecuencia de la desaceleración económica, puede verse como hacia el fin de su mandato la base monetaria sufre una fuerte desaceleración.
Hacia el año 2010 asume Marcó del Pont, quien aplicó una política altamente expansiva, llevándola incluso muy por encima de cualquier medición de inflación que se quiera tomar. En forma conjunta, se mantenía las tasas de interés muy por debajo de la inflación, de modo de generar tasas reales negativas con el fin de incentivar la inversión y el consumo.
Para fines de 2013 fue el turno de Fábrega. Después de una marcada devaluación en enero de 2014, Fábrega comenzó con un fuerte lanzamiento de Lebacs para esterilizar la emisión monetaria, manteniendo un crecimiento de la base cercana al 20% a lo largo de todo su mandato. Al mismo tiempo genera un alza en la tasa de interés acercándola a la tasa de inflación intentando contener la suba de precios.
En octubre de 2015, asume Vanoli quien vuelve a la antigua práctica de aumentar la expansión monetaria para estimular la economía. Pero en esta ocasión, se mantienen las tasas de interés en un nivel alto de forma de incentivar el ahorro en pesos versus la compra de dólares, tratando de evitar la escalada del dólar paralelo.
Ahora bien, si nos limitásemos a comparar sólo las variables hasta acá expuestas entre Argentina y Estados Unidos, podríamos decir que ambos tomaron políticas monetarias similares para responder a la crisis de 2008. En ambos casos se expandió la base monetaria en un porcentaje similar al 400% y se trató de mantener las tasas bajas para estimular la inversión. Sin embargo, se obtuvieron resultados diferentes. En los dos países su PBI creció, pero mientras que en EEUU todavía no logran llegar a su objetivo de inflación del 2% anual, en Argentina la suba de precios se convirtió en el principal problema de su economía. Creo que la explicación a este fenómeno puede resumirse de manera simple en los gráficos de abajo.
Crecimiento de la base y la oferta monetaria de Estados Unidos. Fuente: Reuters
Crecimiento de la base y la oferta monetaria de Argentina. Fuente: Reuters
Los gráficos muestran el crecimiento porcentual de la base monetaria y de la oferta monetaria tanto de Estados Unidos como de Argentina. En ambos casos, la línea gris muestra la base y la naranja la oferta monetaria. Para quienes no estén familiarizados con las diferencias de estos dos términos, podríamos decir de forma muy simplificada que la base monetaria es la cantidad de dinero que emite el Banco Central, mientras que la oferta es la verdadera cantidad de dinero que “anda dando vueltas” dentro de una economía. Claramente se puede ver cómo en el país del norte la base monetaria tuvo un crecimiento mucho mayor a la oferta monetaria, mientras que en Argentina las dos variables se movieron en la misma sintonía. ¿Qué pasó entre medio? Los nuevos dólares emitidos no quedaron todos en Estados Unidos, si no que salieron al resto del mundo a comprar activos “diluyendo” la inflación estadounidense en bienes como por ejemplo los diversos tipos de commodities. En nuestro país, los pesos emitidos no pudieron emigrar, por lo que fueron los bienes locales quieres sufrieron el aumento de precios.
¿Qué podemos esperar de ahora en más? Habrá que tener paciencia hasta después de las elecciones para saberlo. Estoy convencido que la inflación es el principal problema económico de Argentina hoy en día, más aún en el contexto actual de devaluación de monedas de emergentes. Independientemente de quién gane, de cuánto valga el dólar blue, el dólar oficial, si se va a levantar o no el cepo, etc., etc., etc. esperemos que el próximo gobierno, sea naranja o amarillo, aliñe la política monetaria para contener la inflación.