• Sturzenegger volvió a reclamarlo públicamente y generó reacciones en el sector financiero. El Central estudia una medida que podría forzar a las entidades a ofrecer un retorno por las cuentas corrientes. Cree que para impulsar el crédito es necesario ampliar los depósitos.
Los signos de menor inflación, que ya confirman la efectividad del ajuste monetario, dieron lugar a Federico Sturzenegger a pensar y avanzar en una segunda batalla con más insistencia: que los argentinos empiecen a recibir a partir de ahora una mejor recompensa de los bancos por el dinero que tienen guardado, y que de este modo se vean más incentivados a ahorrar sus pesos dentro de las entidades.
Es la condición necesaria que ve el presidente del BCRA para apuntalar el crédito en la Argentina y, por lo tanto, desarrollar el negocio bancario, pero que empieza a incomodar a todo el sistema financiero y a provocar las primeras reacciones de algunos referentes de peso. «Hay un cambio estructural que se da con las metas de inflación: que vamos a una economía con tasas de interés real positivas. Las necesitamos para bajar la inflación, pero también para tener crédito», desafió Sturzenegger, sobre el final de las jornadas monetarias que realizó en Reconquista al 200.
La sola mención del tema alcanzó para que el presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, se levantara casi imperceptiblemente de su silla. El banquero se fue sin saludar a nadie, no bien terminó el discurso. Había un coctel previsto con Sturzenegger, en el museo de ese mismo edificio, junto a un grupo de funcionarios, invitados y expositores. Ámbito Financiero encontró a Melconian en el ascensor: «Tengo otro almuerzo», se justificó. Horas antes se había preocupado por averiguar quiénes iban a estar presentes en la comida. Ya con los nombres en su cabeza avisó a los encargados del protocolo que empezaran sin él: «Voy a llegar tarde», dijo.
No es la primera vez que al jefe del Banco Nación se lo ve incómodo ante la decisión del Central de pedir a los bancos que paguen mayores tasas de interés a los ahorristas. La semana pasada, durante una conferencia en el Centro Cultural Kirchner (CCK), su demostración fue más explícita: «Si pensamos que el problema del fondeo es que no pagamos una tasa de interés positiva, estamos equivocados. Pagar más puntos de tasa por encima de la inflación no nos va a solucionar el problema del fondeo. Al fondeo lo genera la estabilidad», comentó.
En el sector suele haber cierto consenso sobre el tema: los banqueros consideran que la expansión del sistema financiero (la dinámica del crédito) está más vinculada a la actividad económica que al nivel de tasas de interés. Así y todo, el Banco Central está ya decidido a avanzar en lo que pueda para evitar que los bancos duerman sobre el colchón de pesos sin ponerlos a trabajar. La mesa chica estudia dos medidas:
• Lograr que los bancos paguen un retorno por el dinero que tienen en las cuentas corrientes, que pertenecen a empresas y particulares. Para esto es preciso quitar la restricción que establece una norma que el BCRA emitió en el 2010: la «Comunicación A 5068» determina que «no podrán reconocerse intereses sobre los saldos de depósitos en estas cuentas corrientes». El riesgo de eliminar esta traba es, en primer lugar, que provoque un descalabro en los fondos llamados «money market», que administran dinero de clientes a cambio de tasas cercanas a 18%. Una buena tasa de interés de las cuentas corrientes generaría una migración de ahorros de los fondos comunes hacia los bancos. En segundo lugar, el aumento en el costo de fondeo de los bancos podría hacer caer aún más la tasa de plazos fijos o empujar a las entidades a encarecer los créditos.
• Empezar a cobrar a los bancos una tasa de interés por cada vez que le pidan dinero en efectivo al organismo. La medida, anticipada por otro medio económico, busca que las entidades sientan una mayor necesidad de tentar a sus clientes a que utilicen los canales electrónicos.
Ayer, Sturzenegger se animó a ser más duro con los bancos. Recordó que, en su charla del día anterior, el economista brasileño Arminio Fraga se había referido a ellos como «parásitos de la inflación». Y advirtió: «Si no le pagamos al depositante una tasa de interés positiva, hagamos todo lo que queramos, pero no vamos a tener depósitos y, si no tenemos depósitos, no vamos a tener créditos». En los bancos hay quienes califican este avance como un atajo que encuentra a mano el jefe del BCRA para trasladar a los bancos la responsabilidad de reparar los costos de un déficit cuasi fiscal que, en rigor, debería afrontar el Tesoro nacional, y no ellos.
Fuente: http://www.ambito.com/855768-la-otra-batalla-del-bcra-pidio-a-bancos-que-paguen-mas-tasa