El banco Morgan Stanley consideró en un informe a sus clientes que la Argentina normalizará su economía en los próximos cinco años, lo que permitirá la atracción de unos 230.000 millones de dólares, y planteó que reformas estructurales mediante el Gobierno podría alcanzar un crecimiento anual del 4% del PBI.
El optimismo del banco estadounidense se suma al anuncio que realizó la semana pasada el JP Morgan respecto a que la Argentina podría ser incluida el 28 de febrero en su índice de bonos emergentes, con lo que se convertiría en el primer país en ingresar en ese indicador desde el primer cuatrimestre de 2013.
En cuanto al informe de Morgan Stanley, se destacó que «el país está volviendo a la normalidad económica y política después de años de ausencia de los mercados de capitales tras su default de la deuda de 2002 y colapso financiero» posterior.
En ese contexto de recuperación, la firma de servicios financieros entendió que «si bien un rendimiento del 258% de las inversiones bursátiles argentinas es la perspectiva más optimista», es de esperar «un más probable rendimiento del 133%», una ganancia más que interesante teniendo el riesgo del país.
«Creemos que el país no sólo normalizará su economía en los próximos 5 años, sino que también creará un círculo virtuoso que atraerá inversiones que aumentarán el crecimiento de largo plazo», destacó el informe.
En ese sentido, los analistas proyectaron que «la profundización del mercado de capitales argentino generará alrededor de 230 mil millones de dólares (8% del PBI) en la financiación neta y la inversión extranjera directa durante los próximos cinco años».
«Argentina es una oportunidad de inversión para el largo plazo de renta fija», sentenció en ese sentido el banco.
En un escenario optimista, «la economía rápidamente se normaliza y el gobierno es capaz de implementar reformas estructurales de gran alcance que elevan el potencial de crecimiento del PIB real a 4,0% al año».
Quince años después de haber incumplido más de 90.000 millones de dólares de deuda soberana, Argentina regresó al mercado de bonos en abril del año pasado.