Ganan atractivo entre inversiones en pesos de bajo riesgo
Después de los sucesivos recortes en las tasas de Lebac en lo que va de este año y la fuerte rebaja de los retornos de los plazos fijos minoristas durante 2016, los cheques de pago diferido (CPD) avalados vuelven a ganar atractivo para quienes buscan multiplicar sus pesos en corto plazo y prácticamente sin riesgo.
Según el último informe semanal de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, los CPD que cuentan con el aval de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) ofrecían hace 10 días atrás rendimientos en torno al 24,5% anual en los plazos hasta 30 días de vencimiento y un 25% en el segmento de 121 a 150 días.
Las tasas de los cheques, que son el principal instrumento de financiamiento para las Pymes en la Bolsa porteña, comenzaron a incrementarse paulatinamente luego de que el actual Gobierno decidiera en 2016 aplicar una serie de cambios regulatorios que eliminaron la obligación de inversión mínima en activos destinados a la inversión productiva para los Fondos Comunes de Inversión (FCI). En marzo del año pasado, las tasas de los CPD avalados de más corto plazo llegaron a ubicarse en el 15,73 por ciento.
De esta forma, los rendimientos de los cheques superaron el retorno de las Lebac, que en la última subasta del BCRA se ubicó en el 23,50% a 28 días, después de los sucesivos recortes que fue aplicando el Central desde que arrancó 2017.
La mayor diferencia, no obstante, se puede hacer en los plazos más largos, debido a la curva invertida que mantienen las tasas de las letras del Central. Así, mientras las Lebac a 154 días rinden un 21,48% anual, los CPD avalados de similar vencimiento ofrecen un retorno en torno al 24,8 por ciento.
En términos de riesgo, los cheques de pago diferido avalados ofrecen la misma seguridad que las letras internas del BCRA, ya que cuentan con la garantía de una SGR.
Una de las contras de esta inversión es que, a diferencia de las Lebac que son consideradas títulos públicos y por ende están exentas de gravámenes, si los CPD se mantienen hasta el vencimiento, el tenedor deberá pagar ingresos brutos y ganancias por ellos. También están alcanzados por el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Otro de los temas es que el mercado secundario de cheques de pago diferido es menos líquido que el de las Lebac, por lo cual puede no ser tan sencillo vender los documentos antes de su vencimiento.
El año pasado se negociaron más de $13.374 millones en CPD avalados, con un total de 103.719 emisiones. Esta cifra representó un aumento del 55,8% respecto al monto operado en cheques de pago diferido en 2015.
Según los datos del Departamento Pyme de la bolsa porteña, desde el segundo semestre de 2002, 15.972 Pymes se financiaron en la Bolsa porteña a través de este instrumento, por más de $43.952 millones.