En tanto, el Ahora 18 tendrá un costo financiero total del 30% anual. De todos modos, la tasa es mucho más conveniente que fuera del plan, donde será de entre un 40% y hasta un 47%. Por pago al contado, lo mejor será hacerlo con tarjeta de crédito en una cuota.
Desde mañana, los comercios deberán transparentar las tasas de interés del Ahora 12 y Ahora 18, que continúan con el mismo interés que ya tenían antes de la resolución, sólo que ahora ese costo financiero será visible.
La tasa directa, que es la que le cobran las tarjetas a los comercios para Ahora 12 es del 10% y para Ahora 18 es del 15%.
Para el consumidor, el Ahora 12 tiene una tasa efectiva anual (TEA) del 22,17% y un costo financiero total (CFT) del 27,69%. En el Ahora 18 la TEA es del 23,8% y el CFT del 30,01%. Hasta ahora, ese costo quedaba camuflado en el precio del producto. De todos modos, las tasas son mucho más convenientes que fuera del plan, donde el costo financiado raramente baja de 40% y puede llegar hasta 47%, con promedio en 42%.
«Siguen siendo programas muy interesantes para comercios que no pueden negociar buenas tasas con las tarjetas, ya que es mucho más baja que la tasa de mercado, pues se encuentra parcialmente subsidiada por el Estado, que baja el encaje a los bancos y empresas financieras participantes», dicen en la Secretaría de Comercio.
«El Ahora 12 ayuda a los comercios pymes, que no tienen poder de negociación de tasas frente a Visa o Mastercard, aspecto que sí tienen las grandes cadenas de electro por el volumen de ventas que manejan. Si no mantuviéramos este programa, los comercios chicos no accederían a estas tasas competitivas y la tasa directa podría llegar a ser el doble», agregan.
La nueva norma obliga a explicitar el CFT del Ahora 12 como cualquier otra compra, con lo cual se pasa de un esquema de cuotas sin interés a uno de cuotas fijas para artículos de producción nacional de jueves a domingos, mientras para celulares 4G es todos los días.
Para el comercio la adhesión es optativa, pero no puede poner un monto mínimo de compra ni elegir qué productos incluye: deben estar todos. Asimismo, no se podrá diferenciar entre precio en efectivo, con débito o en una cuota con crédito. Por lo tanto, al usuario final le conviene un pago con crédito, para ganarse un mes de financiación gratis, siempre que realice la compra al día siguiente que haya cerrado su tarjeta. Así, se convertiría en una suerte de dos cuotas sin interés, al poder contar con el sueldo actual y del mes siguiente para afrontar el gasto.
En la industria señalan que desde febrero toda la dinámica de la comunicación de venta pasará por el precio de contado. Lo que más le conviene al segmento retail es el pago con débito, porque el efectivo tiene un costo por el valor del transporte de caudales y el 1% que cobrarán los bancos por los depósitos en efectivo. Para incentivar este canal, pueden llegar a dar algún tipo de bonificación a negociar con los bancos. Claro que la ley tiene algunos grises: «Técnicamente no te prohíbe las cuotas sin interés. Si yo arreglase con la tarjeta que, por el volumen de negocios que tengo, no me cobre nada y yo luego lo compenso con otra cosa, me podría liquidar a costo cero y yo podría poner cuota sin interés», elucubra uno de los big players.
La gran pregunta es: ¿bajarán los precios de contado? Las cadenas de electro calculan que podrían bajar desde 6 y hasta 10% en algunos casos de categorías puntuales. Por lo pronto, el próximo desafío del Gobierno será transparentar los precios en los hipermercados.
Si los súper hacen promociones de 2×1, ¿por qué no pueden bajar los precios y listo? Según explican en el sector, hay determinados productos, como lácteos o fideos que traccionan otras ventas, entonces ponen ese gancho para que el cliente se tiente y se lleve también otras cosas. Por otra parte, muchas promos vienen de la industria, por eso a veces se ven las mismas promos en todos los súper. También hay ocasiones que el propio híper está sobrestockeado y necesitar salir a liquidar, para generar más rotación de producto, que ocupa mucho espacio en el depósito, además de lo que está cerca de su vencimiento. En el caso de electro, hay aires acondicionados o TV, por ejemplo, que cuanto más días de inventario tienen, peor es para sacárselos de encima, porque la vida útil de la tecnología es corta, por lo que de una temporada a la otra salen cinco modelos nuevos.