Se anunciarán las metas incluido 2019. La inflación y el rojo en las cuentas públicas son, dicen en su entorno, la obsesión de Macri. Apuestan por la recuperación y el financiamiento externo. Inflexibilidad en negociaciones salariales.
A comienzos de la próxima semana, el Gobierno tiene previsto anunciar las metas fiscales hasta 2019. Se ratificará el compromiso de un desequilibrio de 4,2% del PBI para el año en curso y se conocerá una nueva reducción del déficit a 3% para 2018. También se contempla seguir bajando el desequilibrio en 2019, pero la magnitud de ese recorte aún está en discusión. Así lo señalaron altas fuentes de la Casa Rosada.
«Mauricio Macri es el más fiscalista de todos nosotros», sostienen en el entorno del primer mandatario. Agregan que a Macri lo obsesionan dos temas «la inflación y bajar el déficit», dos caras de una misma moneda. Como muestra señalan que, pese a ser un año electoral, el presidente resolvió subir las tarifas más de lo esperado mostrando su decisión de ir achicando el déficit fiscal.
Si bien en el Gobierno reconocen que es difícil bajar el déficit, confían en que la recuperación económica y el financiamiento externo permitirán alcanzar las metas. «Este año vamos a crecer entre 3% y 3,5% porque ya tenemos un punto de arrastre y todavía no empezó fuerte la obra pública y la privada, el agro viene bien, el salario se está recuperando y va a aumentar el consumo; además, el contexto internacional no es tan negativo», aseveran en la Rosada.
«La pelea gradualismo vs. shock es para la tribuna; Macri es el primero que quiere llegar al equilibrio fiscal», afirman en la Rosada y agregan que la gran batalla electoral se orienta a captar a los sectores más humildes y para ellos la mejora que se puede lograr en el corto plazo es bajar la inflación.
Por esta razón es que el presidente se muestra inflexible en las negociaciones salariales. «La instrucción fue dar batalla hasta las últimas consecuencias», acotan. En el caso del conflicto bancario, las fuentes oficiales precisan que el arreglo entre las entidades y el gremio arroja una suba del orden del 30%. «Vamos a apelar el fallo de la Justicia porque le indica al Ministerio de Trabajo que no se puede meter en la paritaria pero sí homologarla», se enojan en el Gobierno.
La evaluación sobre la situación salarial que realiza el oficialismo difiere de las mediciones privadas y gremiales que dan cuenta de una importante caída del poder adquisitivo, del orden del 6% a 8% en promedio. «En el caso de los bancarios, en el segundo semestre los salarios recuperaron gran parte de la pérdida registrada en el primero, entre el 70% y el 75% y quedaron perdiendo un 5% que fue compensado por el bono de fin de año», explican anticipando que el Gobierno piensa mantenerse firme en su postura.
La apuesta oficial es que la inflación baje drásticamente; tanto es así que Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, en reunión de gabinete dijo que cree que en 2018 «la inflación va a estar en un dígito».
En el Gobierno son conscientes de que la Argentina tiene un problema de costos, tanto laborales como tributarios. En este sentido, apuestan a llevar adelante reformas sustanciales en ambos campos. Aunque saben que «con suerte para 2018 se podrá tener una reforma tributaria que empezaría a ser efectiva recién en 2019».
En materia laboral muestran con satisfacción el tema de ART y aspiran a lograr herramientas para atacar el empleo en negro.
Fuente: http://www.ambito.com/872551-el-gobierno-preve-reducir-el-deficit-fiscal-a-3-en-2018