Las entidades deben informar subas de comisiones con 60 días de antelación, pero habían anunciado ajustes desde el 1 de marzo. Las empresas de cobranza extrabancarias son las más afectadas
La decisión de los bancos de aumentar sustancialmente el costo por depósitos en efectivo está generando una fuerte polémica. La medida impacta de lleno en las empresas, que tendrán que asumir un aumento de los costos en forma automática. Pero el principal trastorno lo tendrán las compañías que se encargan de las cobranzas por afuera del circuito bancario, que son las que mayor caudal de efectivo manejan diariamente. No están alcanzados los depósitos en efectivo en cuentas de individuos.
Esta disputa podría tener un alivio temporal, ya que desde el Banco Central (BCRA) dejaron trascender que la suba del 1% no se puede aplicar en marzo. «Cualquier aumento de costos debe ser comunicado con una antelación de 60 días, lo que no se estaría cumpliendo en este caso. Por lo tanto, los bancos que apliquen este cargo deberán esperar o tendrán sanciones», señalaron a Infobae altas fuentes del organismo.
El tema se discutirá este viernes a partir de las 11 en una reunión convocada por el vicepresidente del BCRA, Lucas Llach, en la que participarán los principales directivos de las compañías de cobranza (como Pago Fácil, Rapipago y Cobro Express), representantes de bancos y también funcionarios de organismos que podrían verse afectados por esta situación, en particular la AFIP.
Tras haber recibido la notificación de los bancos sobre el cobro de 1% que regirá para los depósitos en efectivo desde el 1 de marzo, las empresas de cobranza automáticamente enviaron una notificación a las empresas que atienden para aclararles que este costo será transferido automáticamente.
Más de 20.000 compañías se verían afectadas, entre ellas las de medicina prepaga, cable, telefónicas y todas las empresas de servicio en todo el país (eléctricas, gasíferas, servicio de agua y otras).
«En promedio, les cobramos a las compañías el 1% de las cobranzas que efectuamos a su nombre. Si ahora los bancos nos van a cobrar un 1% por los depósitos de efectivo, no tenemos otro remedio que trasladarlo», explicó Gustavo Gómez, presidente de la cámara que agrupa a las entidades de cobranza extrabancaria, a Infobae durante un encuentro mantenido con varios medios.
En el caso de que haya empresas que se nieguen a pagar ese costo adicional, no podrían seguir utilizando el servicio de cobranza por afuera de su estructura, lo que generaría un impacto mayúsculo entre los clientes.
La situación es todavía más compleja en el caso de la AFIP. Sucede que el organismo paga en promedio 0,5% por cada pago que se realiza de monotributo y otros impuestos a través de estos locales (la mayoría de los bancos ya no lo acepta). Por lo tanto, el costo adicional de 1% que comenzarán a cargar los bancos representa una pérdida directa para las empresas de cobranza, que tienen cerca de 15.000 puntos de atención en todo el país, más del doble que todas las sucursales bancarias.
En este caso, la AFIP ofrecería un pago adicional y transitorio a las empresas hasta llegar a una solución que pueda ser sustentable a lo largo del tiempo.
Pagos con tarjeta de débito
Una de las salidas que está en pleno análisis es que la gente pueda pagar tanto servicios como impuestos directamente a través de la tarjeta de débito, pues sería más sencillo de ejecutar por la cuenta bancaria gratuita. «Parece increíble, pero hoy la gente va al cajero, saca el dinero y viene a pagar con el efectivo. La idea es evitar ese paso y que las terminales de las agencias de cobranza acepten pagos con débito», señalan.
Se está trabajando en un acuerdo especial con los bancos para que no cobren arancel en estos casos puntuales por el pago con tarjeta.
Gómez advierte que el nuevo costo por el manejo del cash provocará impactos inflacionarios: «Un supermercado o compañías que reciben mucho efectivo trasladarán automáticamente ese costo a los precios, porque no están en condiciones de asumirlo».
Como el objetivo es poner en marcha esta medida en mayo, la idea es que el cobro del 1% por depósito en efectivo que los bancos aplicarán a empresas sea postergado por lo menos por 60 días.
La medida de todas formas no es homogénea. Algunas entidades anunciaron que cobrarán por todos depósitos efectivos que efectúen las empresas, mientras que otros lo harán sólo por montos mayores a $50.000 diarios. La banca pública por el momento no se expidió sobre el tema y no está claro si cobrará este 1% por los depósitos en efectivo.
Los bancos justifican la decisión adoptada en los elevados costos que les genera el manejo del efectivo, por ejemplo a la hora de contratar transporte de caudales y seguridad. Además, el Central no permite que el cash que está dando vueltas en sucursales sirva como cómputo para el cálculo de los encajes (o efectivo mínimo), por lo que se trata de pérdida pura para la entidad en un momento en el que las ganancias se desinflan de manera alarmante por la baja de las tasas de interés.