La búsqueda de alternativas de inversión, en un contexto de inflación e imposibilidad de comprar dólares al tipo de cambio oficial, impulsó la venta de intervalos en alojamientos en tiempos compartidos en el país y, sobre todo, en el exterior.
?Unos 24 ó 30 meses atrás, los argentinos empezaron a comprar tiempos compartidos fuera del país, pero el fenómeno se aceleró en 2012. Si hay inflación, uno busca invertir en algo para no perder el valor del dinero: en comprar un coche, en vacaciones… Y el tiempo compartido es invertir en vacaciones a futuro, a un precio de descuento?, explicó en una entrevista a El Cronista Juan Ignacio Rodríguez, vicepresidente de Desarrollo de Negocios para América latina de RCI, la mayor empresa mundial de intercambios vacacionales, con 4.000 resorts afiliados, del Grupo Wyndham. ?En 20 años no hubo casi compras argentinas en el exterior. Pero ahora compran mucho, sobre todo en la Florida (en Miami y Orlando) y en Cancún y Riviera Maya, México?, agregó.
En 2012, los argentinos compraron más de 3.000 intervalos en tiempos compartidos fuera del país, en tanto que adquirieron poco más de 2.500 en la Argentina, donde crecieron un 5%, según datos de RCI.
La tendencia responde en parte a un fenómeno regional, ya que también crecieron las compras de brasileños, chilenos y colombianos fuera de sus países. Pero en la Argentina tienen un atractivo especial: ?La necesidad de viajar está; en el país hay inflación y hay que hacer algo con el dinero. Pueden comprar con tarjeta de crédito, en cuotas y al tipo de cambio oficial, a partir de u$s 15.000 en México o de u$s 20.000 a u$s 30.000 en Estados Unidos. Es una oportunidad de tener un activo en dólares afuera para los argentinos?, precisó Patricio Rossi, director de Servicio a Desarrollos de Sudamérica.
Para los desarrollos en la Argentina también hay buenas expectativas, más allá del 5% de alza de 2012. ?Hay cierta incertidumbre en los bienes inmobiliarios turísticos, pero la clase media seguirá viajando. Tuvo hasta ahora el dólar barato para viajar al exterior; quizás ahora vuelvan a ser más atractivos los destinos nacionales, como Córdoba, Bariloche, la Costa Atlántica. Esperamos ver que resurjan estos destinos nacionales en tiempos compartidos, como en los 90?, destacó Rodríguez.
En la Argentina, también en cuotas, se paga de $ 8.000 a $ 60.000 por un intervalo. En general, son contratos de uso por una semana al año, por un lapso de 10 a 30 años, con un pago de expensas anuales, de u$s 200 a u$s 300, en función del centro vacacional y su ubicación.
Con 144 alojamientos (siete más que en 2011), la Argentina es el segundo país de la región en oferta de tiempos compartidos, sólo detrás de México (con 505). Pero Brasil se acerca: ya cuenta con 142 desarrollos.
Como compradores, los argentinos ocupan el tercer puesto en la región, detrás de brasileños y mexicanos, y casi a la par de los venezolanos. En el país, más de 150.000 familias cuentan con un tiempo compartido. Se compra el uso (de una semana o más) en un centro vacacional, pero el atractivo adicional es que luego puede cambiarse por otro alojamiento en otro destino, a través de empresas como RCI. Para eso, se tiene en cuenta el valor del tiempo compartido que uno posee y se paga una tasa menor por el intercambio.
Para este año, las expectativas de este sector son también buenas. ?Hay que ver cómo se estabiliza la relación entre paridad cambiaria e inflación, porque eso marcará hacia donde se dirige el público argentino. Pero este año esperamos crecer en dos dígitos en la Argentina, de 20% a 30%, si logramos impulsar la oferta de tiempos compartidos en el país; la demanda, por sí sola, crecerá al menos 10%?, destacó Rodríguez.
Fuente:
http://www.cronista.com/negocios/Inflacion-y-cepo-al-dolar-impulsan-la-venta-de-tiempos-compartidos-en-el-exterior-20130514-0065.html