El mes pasado entraron al país casi de u$s 600 millones en inversión extranjera, de los cuales casi u$s 100 millones fueron a la economía real y el resto a colocaciones financieras. Se achicó el déficit del mercado cambiario. Se mantuvieron altas las compras de dólares por parte de turistas y también las de billetes por parte del sector público no financiero
El mes de febrero fue récord en el ingreso de «inversiones de portafolio», colocaciones financieras del exterior, con la llegada de u$s 491 millones registrados por el Banco Central (BCRA). Es la cifra más alta de la serie y llega en el primer mes completo luego de la eliminación del plazo mínimo de permanencia de 120 días que se le exigía a los capitales que llegan al país. También se mantuvo alta la compra de billetes para atesoramiento y los gastos de turistas en el exterior.
«Los ingresos netos de inversiones de no residentes totalizaron u$s 588 millones en febrero, como resultado de ingresos netos récord por inversiones de portafolio por u$s 491 millones y directas por u$s 98 millones», resalta el informe del Mercado de Cambios publicado ayer por la entidad que conduce Federico Sturzenegger. Supone un aumento del 777% respecto de febrero del año pasado y del 207% en comparación con enero. La cifra, de hecho, concentra en un sólo mes casi un tercio de los u$s 1539 millones que ingresaron en todo el año pasado por este mismo concepto.
La remoción del plazo mínimo de permanencia de 120 días, eliminado por una resolución del Ministerio de Hacienda el 5 de enero pasado, significó el final de las trabas para el movimiento de capitales del exterior en el país. Databa de 2001 y tenía por objetivo limitar movimientos abruptos de entrada y salida de capitales.
La decisión de eliminar el plazo de permanencia obligatorio fue cocinada por el ex ministro Alfonso Prat-Gay y concretada por el actual ministro Nicolás Dujovne le valió al Tesoro la incorporación de 3 títulos de deuda en moneda local en un índice de JPMorgan que sigue a este tipo de emisiones de países emergentes. El GBI-EM, como se llama el índice, es imitado por fondos pasivos que colocaron alrededor de u$s 2500 millones en esos papeles, lo que en principio abarata el costo de endeudamiento.
Mientras el plazo mínimo de permanencia estaba vigente el ingreso de inversiones se canalizaba a través del mercado de contado con liquidación, a partir del cual ingresaban buena parte de las apuestas por el diferencial entre la tasa en pesos y la expectativa de devaluación, el carry-trade.
En febrero se vió además una fuerte reducción del déficit entre ingresos y egresos del mercado, que cayó de u$s 2622 millones a u$s 244 millones respecto de enero. Esa salida implica además una reducción en u$s 668 millones si se lo compara con el mismo mes del año 2016 (u$s 912 millones).
Por otro lado, la formación de activos externos, «fuga», alcanzo los u$s 1865 millones en febrero, muy por encima de los u$s 1075 millones de febrero 2016, pero levemente por debajo de los u$s 1945 millones de enero.
La fuga estuvo apoyada en importantes compras brutas de billetes del sector privado no financiero por u$s 2335 millones, frente a los u$s 2520 millones de enero y los u$s 1296 millones de febrero del año pasado (47% de los compradores compraron menos de u$s 10.000). La salida neta de divisas por turismo, por otro lado, fue de u$s 897 millones, todavía altos pero por debajo de los u$s 1266 millones de enero.