Los mercados a nivel mundial evitan una y otra vez el ajuste y tanto el Dow Jones como el Merval se mantienen en zona de máximos. Respecto del tipo de cambio, el dólar ha registrado nuevas bajas y se mantiene la tendencia de apreciación del peso en el corto plazo
Desde Tavelli, Juan Pablo Vera, Jefe de operaciones de Tavelli & Cia, considera que vale la pena sobre-ponderar posiciones en pesos: 60% de la cartera contra un 40% de la cartera en dólares al menos hasta los meses de mayo y junio.
Los mercados a nivel mundial evitan una y otra vez el ajuste y tanto el Dow Jones como el Merval se mantienen en zona de máximos. Respecto del tipo de cambio, el dólar ha registrado nuevas bajas y se mantiene la tendencia de apreciación del peso en el corto plazo. A su vez, los riesgos políticos en EE.UU. comienzan a pesar y los éxitos y fracasos políticos de Trump serán una vía clave para generar expectativas en Wall Street. En este contexto de incertidumbre da la sensación de que el riesgo correctivo es elevado aunque el mercado no logra generar debilidades y para eso es clave armar un portafolio inteligente que contemple este escenario.
Desde Tavelli, Juan Pablo Vera, Jefe de operaciones de Tavelli & Cia, considera que vale la pena sobre-ponderar posiciones en pesos: 60% de la cartera contra un 40% de la cartera en dólares al menos hasta los meses de mayo y junio, cuando el factor político y el riesgo electoral probablemente comenzarán a generar mayor volatilidad en los activos financieros locales y en el tipo de cambio.
Para Vera, la esperada (y temida) volatilidad post elecciones presidenciales de EE.UU. ya llegó al mercado. El Congreso americano le puso un freno (por ahora) al rally Trump y a los máximos históricos en los índices accionarios. Y en ese sentido, la tasa a 10 años del Tesoro americano (US10Y) es el mejor barómetro para medir esas expectativas. Actualmente se debate entre la visión de la Fed y la concreción (o no) del ambicioso plan electoral del líder republicano. El rendimiento ha recortado posiciones desde máximos en parte por estrategias de cobertura por parte del mercado (fly to quality) y en parte por el riesgo de que Trump no logre realmente llevar a la práctica su promesa de «Make America Great Again». Si bien la 10Y regresó a niveles de 2.35%, esto no se trasladó hacia menores spreads relativos en bonos argentinos hard-dollar y por el contrario se amplió el spread contra Brasil y otros pares regionales.
A nivel local, el consenso del mercado apunta a un escenario de estabilidad del tipo de cambio hasta mediados de año. Las fuentes de la oferta de divisas son más de una y ya conocidas. Una primera lectura entonces nos llevaría a pensar en maximizar el carry en moneda local hasta entonces. Pero el consenso, recordemos, se topó con varios «cisnes grises» en los últimos meses, por lo tanto en Tavelli recomiendan evitar las posiciones extremas (nunca recomendables en el mundo de las inversiones) como la clásica disyuntiva argentina «dólar o tasa».
Vera sostiene que «en el frente interno, el análisis político toma mayor relevancia ante la proximidad de las elecciones de medio término. Con incertidumbre sobre el resultado, podría observarse un inicio de dolarización de carteras. Si bien las tasas en pesos lucen atractivas, una ganancia de capital por depreciación de la moneda sería mucho más veloz. En concreto, seguiremos sobre ponderando las posiciones en pesos por sobre moneda dura en el corto plazo, pero sin dejar un porcentaje de exposición en activos en dólares con primera parada de monitoreo de cartera en los meses de mayo y junio».
La porción de la cartera en pesos está destinada al Fondo Comun Taveli Mix (30%), Bonos Sub-Soberanos o Corporativos BADLAR (10%) y Renta variable (20%).
«El Fondo Común Tavelli MIX captura altas tasas de interés en pesos, invirtiendo en Lebacs en una mayor proporción. La ventaja de liquidez en 24 hs. le da gran flexibilidad para el manejo de caja y permite diversificación, sin desatender la rentabilidad. A su vez, los bonos de Estados Sub-soberanos y corporativos de buen crédito BADLAR permiten obtener un spread sensiblemente superior al soberano, compensando largamente su menor liquidez y profundidad», señala. «Por otro lado, creemos que la renta variable le ganará a la fija este año, sumado a que la posición técnica favorece al equity local, pero notamos valuaciones bastante ajustadas, con expectativas que deberán ser validadas y riesgo de corrección sobre todo desde el frente externo. En búsqueda del mejor punto de entrada, favorecemos inversión en sector financiero, energético y aquel ligado al ciclo interno producto de la mejor performance económica este año», añade.
«Para la posición en dólares lo destinamos a LETES (15%) y Bonos Soberanos y Sub-soberanos dólar-dólar con predilección por tramo medio (25%). Las Letras del Tesoro representan un interesante vehículo dolarizador en nuestra opinión, que más allá de la coyuntura del tipo de cambio nos brinda una cobertura barata y nula volatilidad. Para maximizar exposición cambiaria preferimos Letras de mediano plazo. Nos inclinamos por tramo medio soberano y sub-soberano donde creemos estamos mejor cubiertos ante un todavía incierto frente externo y uno interno que podría empezar a jugar en breve los tiempos políticos. Bonar 2022 (A2E2 con un 5% de la cartera), Bonar 2024 (AY24 con un 10% de la cartera) y Bono de la Provincia de Buenos aires 2023 (PBM24 con un 5% de la cartera) son los elegidos, sumando DICA (5%) con algo más de plazo y dado su des-arbitraje relativo y excelente carry en moneda dura», resume Vera.