Surge de una encuesta confidencial realizada a algunos sectores del establishment local a la que accedió Infobae. La muestra se realizó durante un evento a puertas cerradas en un hotel porteño
Mientras que el Gobierno intenta por todos los medios llegar a octubre con la economía en lo más alto posible, pocos son los que creen que el nivel de actividad este año muestre claros signos de recuperación.
Con una tasa de crecimiento que no superaría el 3% en el mejor de los escenarios, según los consultores privados, una inflación aún elevada y con cepo al dólar, lo que deparará este año no será para festejar.
Incluso los pronósticos que empiezan a manejarse hacia adelante tampoco son alentadores. Hace una semana se realizó un cónclave entre economistas e importantes hombres de las finanzas en el Hotel Emperador.
La reunión fue a puertas cerradas y sin presencia de la prensa (que no está autorizada a concurrir). Fue patrocinada por Puente -cuyo titular Federico Tomasevich se presentó a favor de la Argentina en el juicio con los holdouts-, pero convocada por EMTA(la asociación de banqueros con sede en Nueva York).
Lo más interesante de esa reunión, que congregó a parte del establishment local (disertaron Daniel Marx de Quantum Finanzas, Pablo Santiago de Banco Mariva, Andrés Ronchietto de Galileo Argentina, Javier Finkman de HSBC Global Research y Juan José Ciro de Puente), fueron los resultados de una encuesta entre su selecto público con respecto a la Argentina.
De la misma, se desprende que el pesimismo de los banqueros locales con el crecimiento, la inflación y el dólar, se mantendrá incluso entrado el año próximo.
Los resultados, a los que tuvo acceso Infobae (ver documentos relacionados), generaron malestar en EMTA. “La reunión era confidencial y no habrá ninguna referencia con respecto a ella y los resultados de la encuesta. Incluso, aún no fueron auditados”, contestó un vocero de la asociación de banqueros cuando este medio le pidió más información acerca de la muestra tomada para realizar la encuesta.
De los resultados que de todas formas se filtró, se desprende que los hombres de las finanzas esperan un escuálido crecimiento de sólo el 2,27% del Producto Bruto Interno (PBI) para el año próximo. Esto, dato no menor para los inversores, alerta sobre un futuro no pago del cupón atado al PBI. Este año este instrumento no paga porque en 2012 se creció -según INDEC- 1,9%. Vale recordar que el cupón paga si el país crece por sobre 3,23%.
También es difícil que en 2013 el país crezca por más que ese umbral para tener que pagar, ya en 2014, un premio a los inversores. Pero, ahora, surge de la encuesta que tampoco los banqueros creen que el año próximo se crezca lo suficiente para gatillar pagos del cupón en diciembre del 2015. En resumen: podría no haber pagos a los inversores hasta el 2016 (cuando el mandato de Cristina Kirchner ya haya terminado).
Otro dato de la muestra es que la inflación seguirá siendo un flagelo. En la encuesta los hombres de las finanzas dicen que el aumento de precio al consumidor (bien medido, no como lo hace el INDEC) será en 2014 del 26,81%. Por ende, esperan una leve aceleración con respecto a los números que los privados manejan para este año que, post “congelamiento de precios”, cedería en torno al 23% anual.
Esto también tendría que ver con las estimaciones que hacen con respecto a la tasa Badlar (la mayorista para depósitos superiores a 1 millón de pesos).
Actualmente estacionada en 16%, la encuesta muestra que los economistas ven un leve retoque al alza. El número que se desprende de la encuesta muestra un 18,79%; algo que haría que varios bancos terminen pagando unos puntos más de tasas para retener depósitos y compensar (un poco) por la elevada inflación.
Por último, un dato no menor es lo que manejan para el tipo de cambio. El dólar oficial, se desprende de la encuesta, se disparará en 2014 a $7,38.
Esto significa que el Gobierno espiralizaría la devaluación. Incluso, según los futuros de dólar, el billete a fin de este año estaría en $5,88. Ya para las primeras operaciones del 2014 (tomando las operaciones del MAE) se vislumbra un dólar a 5,97.
¿Qué están viendo con el pronóstico a $7,38? Claramente que el ajuste del tipo de cambio, por la pérdida de competitividad vía la inflación, será post elecciones. O sea, que el “trabajo sucio” se hará. Tarde, pero se haría.