De hacerlo desde Argentina, deberían liquidar las divisas a $ 5,25. En cambio, de esta manera traen los dólares por el contado con liqui a $ 8,20. Ganan 56% más
Si bien el sector de real estate uruguayo se está viendo seriamente afectado por el cepo cambiario argentino, al punto que se ven obras paradas en Punta del Este y otras que hasta simulan movimientos de máquinas para no dar esa impresión (pero que en realidad no producen ningún tipo de avance por falta de cash), otros sectores de la economía de la banda oriental se ven beneficiados.
No es para menos: hay un boom de empresas exportadoras argentinas instalando subsidiarias en Montevideo para vender sus servicios desde ahí.
Es porque al hacerlo desde nuestro país deberían liquidar las divisas por el mercado oficial a $ 5,25. En cambio, de esta manera traen los dólares a través de la Bolsa mediante el contado con liquidación a $ 8,20, que es una operación legal. De este modo, ganan 56% más.
Además, al exportar desde afuera no se paga impuesto a las ganancias, que una sociedad anónima recién lo debe hacer a la hora de distribuir los dividendos.
Compañías de tecnología, especializadas en software, de diseño, de logística, estudios de abogados y de contadores que exportan servicios ya le encontraron la vuelta legal al asunto.
En este caso, se exporta desde una empresa (subsidiaria de la local o cuyos dueños sean los mismos accionistas) estructurada en Uruguay, donde armar una sociedad anónima cuesta u$s 6.000, más otros u$s 3.000 anuales de mantenimiento a partir del primer año. En cambio, si se opta por una SRL en el país vecino sale u$s 2.000 de base más otros u$s 2.000 anuales.
El desconocimiento de la normativa cambiaria, complicada si las hay, está provocando que muchas empresas incurran en contingencias cambiarias, que tienen consecuencias penales.
Uno de los casos más usuales es ingresar divisas por el mercado de capitales (a través del contado con liquidación), cuando su origen es una exportación de bienes o servicios.
Muchas empresas creen que si brindan un servicio en el exterior y para un cliente también del exterior, la operación está exenta de la obligatoriedad de ingreso por el BCRA (y/o Mercado Único y Libre de Cambios).
Entonces, lo ingresan por el contado con liquidación, logrando un tipo de cambio 56% superior al oficial. Esta operación no es aceptada por el Banco Central como una liquida ción y, por lo tanto, la empresa la tendrá pendiente. La solución puede resultar por demás gravosa, ya que deberá revertir la operación a un mucho mayor tipo de cambio, para luego liquidarla correctamente.
La desesperación de las empresas exportadoras por la asfixia financiera que les conlleva operar al dólar oficial, originada por la imposibilidad de trasladar el incremento de los costos locales a sus clientes del exterior (con el riesgo de perder mercados), sumado al desconocimiento de la normativa cambiaria y las implicancias que conlleva su incumplimiento, viene planteando serias dificultades a muchas empresas.
“Se está dando una situación similar a la que existe en Venezuela, donde la gran mayoría de las empresas tienen graves faltas a la norma. Abogados venezolanos especializados en el tema hablan de que la única forma de solucionar esta situación es mediante un blanqueo general, sino miles de pymes tendrán que cerrar”, advierte Fernando Díaz, socio de FDI y especialista en el área.
Vía una internacionalización , quienes repatrían las divisas son los accionistas de la empresa del exterior, bajo el concepto de dividendos. Esto sí puede hacerse mediante el contado con liquidación.
“Hay que tener cuidado porque es una operación que está al límite de la normativa. La operación de la empresa del exterior debe tener consistencia, o sea que una porción siginificativa de la generación del servicio debe estar verdaderamente radicada en el exterior. Sino podría ser objetada”, alerta Díaz.