El índice Merval acumuló su tercera sesión en baja después de alcanzar máximos históricos la semana pasada y concretar un avance de 28% en dólares en 2017
El mercado de acciones local ingresó en «modo pausa» y optó por una ligera toma de ganancias, a la espera de nuevos fundamentos que justifiquen retomar el recorrido alcista.
El blanqueo fiscal impulsado por el Gobierno, que significó la efectivización de unos USD 116.800 millones, monto que según la AFIP duplicó la base imponible total. De ese monto, el dinero en efectivo alcanzó unos USD 33.000 millones (USD 7.700 millones en el país y USD 26.000 millones en el exterior), que en parte representaron el principal insumo de fondos invertidos en renta fija y variable local que se observó en el impresionante «rally» de las acciones.
El «efecto blanqueo» ya pasó, pero dejó una fructífera ganancia para los que apostaron a las acciones que se negocian en la plaza local, frente a una inflación en torno al 8% entre enero y abril.
El índice Merval acumuló en menos de cuatro meses un incremento de 22,3% medido en pesos, desde los 16.917 puntos del final de 2016 a los actuales 20.686 puntos.
Research for Traders advirtió que «el índice líder logró en la semana registrar en forma intradiaria la zona de los 21.000 puntos, pero no pudo afirmarse y quedó por debajo de dicha barrera».
El Merval alcanzó el pasado miércoles 11 de abril un máximo puntaje de cierre de 20.994 enteros, tras haber testeado en forma intradiaria un valor récord histórico de 21.050,83 puntos.
Medido en dólares, este aumento del Merval se tradujo hasta la semana pasada en una ganancia de 28% debido a la caída de la cotización del billete verde en 2017.
Para Jorge Fedio, de Clave Bursátil, «la Bolsa se comporta conforme y es positiva, hace oídos sordos a las malas noticias que las hay y abundan. El país no está bien, todos lo saben y nos es tema de discusión, también los que gobiernan, pero se trabaja en la profundidad de las cuestiones para que cambie, cosa que todavía no se nota, no sale a la superficie. Pero los que saben e indagan, ya lo ven y se juegan por lo que viene».
AMPLIAS GANANCIAS Y CAUTELA
Si bien el retroceso del panel líder de la Bolsa fue de apenas 1,5% en las tres últimas sesiones, esta pausa es una señal de alerta sobre el potencial de futuras subas en el corto plazo, después de una racha ganadora tan pronunciada en el arranque del año que no se replicó en una mejora apreciable en los indicadores de la economía real.
En el mismo sentido, la lateralización de los índices bursátiles del exterior quitó otro imprescindible incentivo a la apreciación del equity local.
De todos modos, el año financiero no está «jugado», ni mucho menos. Dos directrices muy importantes van influir en las valuaciones.
Una es la elección legislativa de octubre y la posibilidad de que el oficialismo obtenga un respaldo político a su gestión en materia económica. La otra es la previsión de que la Argentina ingresará a la categoría de mercado «emergente» en la consideración de Morgan Stanley Capital International (MSCI), después de un derrotero de ocho años como mercado «fronterizo» en la calificación de sus bonos.
Para Paula Premrou, CEO de Portfolio Personal, «la recategorización de la calificación de la deuda nacional sigue jugándole a favor al mercado; aunque es esperable encontrarse con algunas correcciones de corto y tomas de ganancia. No creemos que sean eventos para preocuparse, vemos estas correcciones como oportunidades para ingresar».
Premrou enfatizó que «las tomas de ganancia son saludables para un Merval que acumuló a principios de 2017 subas de 28% en dólares. Igual, la selectividad viene siendo clave, las subas no son generalizadas, podemos ver un panel líder partido prácticamente a la mitad por lo que es momento de tener estrategias activas».
No obstante, Jorge Fedio confió que «los empresarios locales e internacionales celebran los ‘cambios’ de la política económica. Aumenta considerablemente la opinión ya generalizada que los de afuera nos consideran mucho más y nos hacen reflexionar, algo ven que no vemos. Son ellos los que se quedaron con el driver de un futuro mejor al presente».
EMPUJE DEL «CARRY TRADE»
El atraso del tipo de cambio por el amplio volumen de dólares que ingresan por emisiones deuda pública y privada, más las tasas positivas en pesos que convalida el BCRA para contener la inflación, fueron funcionales al crecimiento de las acciones argentinas. «El carry trade en pesos se mantiene como una de las estrategias más rentables del 2017», subrayó Paula Premrou. Es decir: aprovechar la rentabilidad en pesos por las altas tasas para después pasarla a dólares, en provecho del atraso de su cotización.
«Si consideramos el objetivo de querer mantener la tasa real positiva, es necesario un aumento, ya que en esta viene ubicándose por debajo de la inflación», puntualizó la CEO de Portfolio Personal. «Podemos apoyar nuestra proyección sobre el accionar del Central en el mercado secundario. Hace ya algún tiempo que vemos al BCRA presionando sobre la tasa, llevándola hasta rendir cerca del 24% anual. Es así que anticipamos una suba de entre 100-150 puntos que la llevaría a la tasa a la par de lo que rinde en el mercado secundario. De la mano de este aumento de la tasa, seguimos viendo atractivo mantenernos en LEBAC ‘rolleando’ en la letra de plazo más corto», agregó.
Gustavo Ber, del Estudio Ber, aportó que frente al endurecimiento monetario del BCRA «a raíz de sus implicancias sobre las proyecciones en el nivel de actividad y la apreciación cambiaria», era de esperar que los inversores adoptaran «una tónica de wait and see en las acciones, aún en un marco de selectividad, mientras que el apetito se sigue direccionando hacia los títulos en pesos en busca de sacar beneficios tácticos del carry trade, aunque también con demanda en bonos cortos y medios en dólares por reinversión del Bonar 2017».