En un contexto externo agitado y con un tipo de cambio que seguirá volátil hasta después de las elecciones, la pregunta es si conviene apostar a la tasa en moneda local o volver a dolarizar portafolios.
A partir de la crisis en Brasil, el tipo de cambio se disparó y ayer el dólar llegó a venderse a $ 16,40 en las pizarras de la City. En medio del shock externo, la devaluación del peso trituró en unos días la ganancia que esperaban percibir aquellos que apostaron a la tasa en moneda local. Ante el nuevo contexto, los inversores se preguntan si es momento de desarmar posiciones en Lebac y dolarizar carteras o si se trata de una tormenta pasajera que será rápidamente disipada, tal como sucedió con el Brexit o con la llegada de Donald Trump al poder.
Los analistas coinciden en que el tipo de cambio seguirá inestable por unos meses y, a partir de esa certeza, arman sus estrategias de inversión. Para Pablo Castagna, director del segmento individuos de Puente, hay que separar los portafolios según el horizonte de inversión.
«En el largo plazo, en este contexto de volatilidad, hace ya 3 meses que venimos recomendando dolarizar carteras y lo mantenemos. Sin embargo, a quien ya está en dólares, no le recomendaría venderlos para aprovechar la suba y después volver a comprarlos. Ese movimiento tiene mucho riesgo por la volatilidad que puede darse en Brasil o en Estados Unidos». El ejecutivo agregó: «Para el inversor minorista, lo más sencillo es validar tipo de cambio y dormir tranquilo: hay alternativas muy buenas para dolarizarse con bonos y los más conservadores pueden aprovechar la licitación de Letes que se hace esta semana, con la que pueden suscribir a tipo de cambio mayorista».
Para el inversor de corto plazo, en tanto, Castagna advirtió: «El que no se dolarizó hasta ahora no debería apurarse a hacerlo con este tipo de cambio. Es arriesgado validar un tipo de cambio de $ 16,40. Si el horizonte es de menos de 30 días, no tiene sentido tratar de dolarizarse para aprovechar esta diferencia».
Joaquín Olivera, senior research analyst de Balanz Capital, se mostró más selectivo: «Teniendo en cuenta la suba del tipo de cambio en estos últimos días, creemos que hay que ser cautelosos en la distribución de las carteras. El dólar puede seguir teniendo un recorrido alcista sobre todo si la volatilidad en Brasil persiste pero también hay oferentes, como es el caso de los exportadores agrícolas que volcarán una mayor cantidad de dólares en la medida que el tipo de cambio siga avanzando. Las tasas en pesos siguen siendo muy atractivas, sobre todo desde la última licitación de Lebac. Sin embargo, resulta conveniente mantener entre un 20% y un 25% de la cartera en activos dolarizados, teniendo en cuenta que 2017 es un año electoral y que el clima externo pasa por un momento delicado».
En el último año y medio, la tasa en pesos le ganó ampliamente a la devaluación. En 2016, por ejemplo, el tipo de cambio subió cerca de 22%, mientras que la Lebac más corta promedió un rendimiento de entre 30% y 32%. Algo similar sucedió en lo que va del año, con un pequeño traspié en enero que acusó el impacto de la asunción de Trump y la situación actual, dominada por el shock que produjo la situación brasileña.
Fuera de la coyuntura de estos días, Augusto Posleman, director de Portfolio Personal, opinó que el carry trade en pesos seguirá en marcha: «Nosotros pensamos que, más allá de este movimiento de cortísimo plazo que tiene que ver con lo que está pasando en Brasil, las tendencias de fondo no han cambiado: el flujo de dólares es mayor que la demanda. Podemos tener alguna volatilidad con el tipo de cambio hasta octubre pero no creo que eso cambie las tendencias de fondo. Si no hay un cambio violento a nivel internacional, hasta principios del año que viene la tasa en pesos le va a seguir ganando al dólar». El especialista animó: «Mirando al largo plazo, si alguien está totalmente dolarizado, yo le recomendaría pesificar una parte».
Una cuestión importante a la hora de invertir a mediano o largo plazo en pesos, es cuál será la trayectoria de la tasa que regula el Banco Central (BCRA). Sobre ese punto, las miradas de los analistas varían de acuerdo a cuánto creen que costará bajar la inflación, aunque coinciden en que la tendencia de las tasas en moneda local es decreciente.
Pablo Castagna indicó: «El Gobierno puso como tema prioritario bajar la inflación y está tomando todas las medidas para hacerlo. Nosotros creemos que en la medida en que ese trabajo se efectivice en los números, la tasa va a bajar. En un contexto de volatilidad del tipo de cambio, la tasa en pesos es muy riesgosa. Aún si hubiera un rebrote inflacionario y el BCRA tuviera que subir un poco las tasas, el tipo de cambio está mucho más volátil y torna muy riesgosas a las inversiones en pesos». Augusto Posleman, en cambio, argumentó: «Creemos que a la inflación le va a costar llegar a un dígito y que, por lo tanto, las tasas van a seguir relativamente altas, aunque con tendencia a la baja».